La silenciada historia de las tres hero¨ªnas gallegas que salvaron a 48 personas de morir ahogadas en el naufragio de S¨¢lvora
La directora Paula Cons se inspira libremente en el hundimiento del buque Santa Isabel frente a las costas de la isla de S¨¢lvora en 1921 en ¡®La isla de las mentiras¡¯, la pel¨ªcula que estrena hoy Filmin.
La memoria colectiva no siempre hace justicia. Si no, la historia de las tres mujeres gallegas de la isla de S¨¢lvora que con sus manos salvaron a 48 personas de morir ahogadas en el mar, ser¨ªa m¨¢s conocida. Ocurri¨® en la madrugada del 2 de enero de 1921 cuando el buque Santa Isabel, que hab¨ªa salido de Bilbao con m¨¢s de doscientas personas a bordo rumbo a Buenos Aires, choc¨® frente a la escarpada costa de la isla de S¨¢lvora. ...
La memoria colectiva no siempre hace justicia. Si no, la historia de las tres mujeres gallegas de la isla de S¨¢lvora que con sus manos salvaron a 48 personas de morir ahogadas en el mar, ser¨ªa m¨¢s conocida. Ocurri¨® en la madrugada del 2 de enero de 1921 cuando el buque Santa Isabel, que hab¨ªa salido de Bilbao con m¨¢s de doscientas personas a bordo rumbo a Buenos Aires, choc¨® frente a la escarpada costa de la isla de S¨¢lvora. Mar¨ªa, Josefa y Cipriana, con edades entre los 14 y los 26 a?os, viv¨ªan en la isla y no dudaron en echarse al mar con un bote y unas cuerdas para rescatar al mayor n¨²mero de supervivientes. Su valent¨ªa fue reconocida en su momento con numerosos homenajes pero pronto pas¨® a un segundo plano. Por eso, cuando hace cinco a?os la documentalista y directora de cine Paula Cons se enter¨® de su existencia gracias a una exposici¨®n, quiso dotar de alma de nuevo a estas mujeres y reflejar su haza?a en su primer largometraje de ficci¨®n La Isla de las mentiras. Protagonizado por Nerea Barros, se estrena hoy en Filmin y participa en la secci¨®n oficial Golden Globet Award del Festival Internacional de Cine de Shangh¨¢i. La directora cuenta que al principio no se crey¨® que la historia fuera cierta. ¡°Pens¨¦ que la exposici¨®n era un fake. No pod¨ªa ser que eso hubiera ocurrido y no nos hubiera llegado¡±, cuenta a¨²n extra?ada. ¡°Es doloroso pensar que a lo largo de la historia hay muchas vidas de mujeres extraordinarias silenciadas que adem¨¢s seguro que les hicieron sentir que no eran nada ni nadie¡±, a?ade.
Pero la vida de las mujeres de S¨¢lvora fue real y dos grandes expertos sobre este acontecimiento como Xos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Pasos y Tino Vi¨¦itez escribieron libros al respecto. ?Me le¨ª sus libros doscientas veces?, cuenta Paula. ?Trabaj¨¦ mucho con Xos¨¦ Mar¨ªa. Pero cuando le preguntaba por c¨®mo eran ellas se quedaba at¨®nito y me dec¨ªa que no hab¨ªa reflexionado sobre eso. Ah¨ª me di cuenta de que les faltaba el alma. Descubr¨ª que ese era el hueco por donde quer¨ªa entrar a esta historia. Fabular¨ªa intentando ser emp¨¢tica con ellas, meti¨¦ndome en su piel?, dice. Para rellenar esos vac¨ªos emocionales no documentados por los historiadores, Paula acudi¨® a los guardas nacionales del Parque Nacional Das Illas Atl¨¢nticas, al que pertenece la isla de S¨¢lvora. ?Los guardas viven all¨ª solos en invierno y me ayudaron much¨ªsimo. Son maravillosos, aman profundamente su trabajo y no quieren que se pierda la memoria. Ellos hab¨ªan entrevistado a personas como la hija de una de las protagonistas, el que fuera el guarda de la isla, los descendientes de los habitantes, etc. Ese material que escuch¨¦ fue oro para m¨ª?, cuenta emocionada. Cuando ya ten¨ªa varias versiones del guion, regres¨® de nuevo a la isla buscando inspiraci¨®n. ?Le pregunt¨¦ a uno de los guardas que si el naufragio sucedi¨® de noche, sin luz y con niebla, c¨®mo fue posible que estas tres mujeres acudieran al rescate. Me respondi¨® que de o¨ªdo, que ellas escuchaban c¨®mo romp¨ªa el mar y as¨ª calculaban las distancias. Las conversaciones que tuve con los guardas fueron cruciales?, confiesa.
?Por qu¨¦ cree que no es m¨¢s conocida la historia de estas tres mujeres?
No s¨¦. Un d¨ªa, viendo una pel¨ªcula sobre unos tipos que hab¨ªan salvado a 20 personas en EE UU pens¨¦ en c¨®mo ellas que salvaron a 48, no las recordaba pr¨¢cticamente nadie. Xox¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Pasos y Tino Vi¨¦itez las rescataron un poco del olvido. Tambi¨¦n tienen un instituto a su nombre, en la isla les dedicaron unos h¨®rreos y como el a?o que viene es el centenario seguro se saldar¨¢n cuentas en Ribeira¡
Aunque desde el comienzo de la pel¨ªcula se avisa que es ficci¨®n, parte de una historia real y hace ver que quiz¨¢ no trascendi¨® hasta nuestros d¨ªas por la envidia.
S¨ª y puede levantar ampollas. Pero es que los homenajes que recibieron fueron disparatados. En la pel¨ªcula resum¨ª algunos pero fueron much¨ªsimos y hubo mucho dinero por medio. Entonces, las personas de la isla empezaron a quejarse de por qu¨¦ solo se les reconoc¨ªa a ellas si en otra casa hab¨ªan acogido a n¨¢ufragos y otra familia tambi¨¦n hab¨ªa ayudado con su barco¡ Despu¨¦s est¨¢ el tema de que los muertos aparecieron como aparecieron -con mutilaciones de dedos- y se comenz¨® a decir que robaron a los muertos y se aprovecharon de ellos. Y el tema qued¨® callado. Adem¨¢s, nunca se las trat¨® de igual a igual sino con paternalismo. Eso tuvo que ver en el silencio posterior.
En la pel¨ªcula, un periodista argentino, interpretado por Dar¨ªo Grandinetti, se queda en la isla para intentar averiguar qu¨¦ sucedi¨® de verdad. ?Fue un personaje real?
No. Aunque s¨ª hubo periodistas como Alvite cercanos al evento. Para m¨ª este personaje representa al espectador al que confronto con sus prejuicios.
Sin hacer spoiler, aunque se puede encontrar su historia buscando en Internet, ?se resolvi¨® qui¨¦n hab¨ªa robado a los cad¨¢veres?
Digamos que hubo una negligencia institucional muy grave y no interes¨® que se recordara el tema.
?Qu¨¦ es lo m¨¢s salvaje que sucedi¨® de verdad y que ha querido plasmar en la pel¨ªcula? El momento en el que una de ellas le rompi¨® la mano a una persona que quer¨ªa subir al barco. Era su vida o la de ¨¦l. Y eso es terrible. Aquella mujer, seg¨²n cont¨® su hija, qued¨® marcada para siempre por eso. El sonido del crujido de los huesos se le qued¨® grabado. Me la imagino recibiendo homenajes como hero¨ªna y ella pensando mientras tanto que tuvo que romperle la mano deliberadamente a una persona para que no la matara. Eso es salvaje. No nos podemos ni imaginar lo que debieron ver y escuchar aquellas mujeres al llegar al lugar del naufragio. Nadie est¨¢ preparado para ver algo as¨ª en la vida.
Las protagonistas son actrices gallegas y se fue con ellas a Casti?eiras a conocer a mujeres de la zona.
S¨ª, quer¨ªamos contemplar c¨®mo se mov¨ªan y hablaban. Y de esto que empiezas a hablar con una y acabas tomando caf¨¦ en casa de otra mujer. Y te cuentan que entonces cuando hab¨ªa un conflicto se agarraban de las trenzas, se tiraban al suelo y hasta que se cansaba la primera¡ As¨ª que me he quedado cort¨ªsima al reflejar su dureza. Ja, ja, ja. Lo que s¨ª quise fue poner a las protagonistas a correr. Me hace ilusi¨®n que la gente cuando las vea piense que su abuela pod¨ªa corr¨ªa as¨ª. Aunque en realidad estas mujeres siempre iban descalzas. Imag¨ªnate esos pies o los brazos para que fueran tres veces al barco a por supervivientes. Yo en la pel¨ªcula lo resumo en un viaje pero regresaron en tres ocasiones con cuerdas y tirando de ellos. Tampoco cuento que no fue la ¨²nica vez que ayudaron a un naufragio. Lo hicieron m¨¢s veces despu¨¦s.
?Ha hablado personalmente con alg¨²n descendiente de estas tres mujeres?
Me he mandado mensajes con una bisnieta. Y a la hija de una de ellas no la he querido marear porque me ha dado pudor. Yo parto de ellas pero me invento la historia. Lo dejo claro desde el principio. Les intercambi¨¦ los nombres y edades en la pel¨ªcula para que tampoco sean ellas exactamente. Cuando hago documentales es otra cosa. Aqu¨ª era otra guerra. Aun as¨ª, me est¨¢ escribiendo mucha gente cont¨¢ndome que son descendientes de supervivientes del naufragio y eso es algo precioso.