Los gemelos venecianos que dejaron sin cenar a Woody Allen
La polic¨ªa entra en el Xemei para multarlo y se encuentra al alcalde comiendo dentro. Un libro recoge esta y otras an¨¦cdotas del templo de la cocina del V¨¦neto de Barcelona, donde la jet set alterna con el pueblo llano y a veces se queda sin mesa.
Los gemelos Colombo (Max y Stefano) son polivalentes. Lo mismo firman ejemplares de su libro Xemei, Cocina Venexiana en Barcelona que se marcan un risotto de setas para todos los asistentes al aperitivo italiano solidario organizado con motivo de la Primera Semana de la Cocina Italiana en el Mundo. Entretanto, sacan tiempo para contestar a las preguntas de S Moda. ¡°T¨² dispara, que as¨ª no curro¡±, bromea Stefano.
Con energ¨ªa y buen humor. El mismo que utilizaron para dejar sin mesa a Woody Allen y que volviera a llamar a su puerta. ¡°Era al principio de todo¡±, se disculpa...
Los gemelos Colombo (Max y Stefano) son polivalentes. Lo mismo firman ejemplares de su libro Xemei, Cocina Venexiana en Barcelona que se marcan un risotto de setas para todos los asistentes al aperitivo italiano solidario organizado con motivo de la Primera Semana de la Cocina Italiana en el Mundo. Entretanto, sacan tiempo para contestar a las preguntas de S Moda. ¡°T¨² dispara, que as¨ª no curro¡±, bromea Stefano.
Con energ¨ªa y buen humor. El mismo que utilizaron para dejar sin mesa a Woody Allen y que volviera a llamar a su puerta. ¡°Era al principio de todo¡±, se disculpa Stefano Colombo. Seg¨²n explica, el director, que rodaba en Barcelona, hab¨ªa reservado mesa y no se present¨® a la hora acordada. Mientras, una cola de gente corriente se formaba en la puerta del Xemei. As¨ª que decidieron hacerlos pasar y, dos horas y media despu¨¦s, cuando apareci¨® el personal de la productora de Woody Allen, no iban a vaciar la sala: los invitaron a marcharse. Sucedi¨® que un periodista de The Guardian que com¨ªa all¨ª presenci¨® el episodio y lo explic¨® en el diario. ¡°Nos avis¨® otro cliente fijo, el dise?ador Javier Mariscal, que estaba de viaje en Inglaterra¡±, cuenta el cocinero. ¡°S¨®lo aseg¨²rate de llegar a tiempo¡±, recomend¨® The Guardian para ir al Xemei. ¡°La reserva de Woody Allen fue r¨¢pidamente cancelada por retraso¡±.
El libro Xemei, Cocina Venexiana en Barcelona (Planeta Gastro) recoge an¨¦cdotas como ¨¦sta, adem¨¢s de las recetas m¨¢s emblem¨¢ticas, de lo que no deja de ser una peque?a osteria en la falda de Montju?c, que ha crecido al calor de los cercanos teatros del Paralelo y del Grec. Gracias a una carta no muy extensa pero impecable ¨Cspaghetti nero di sepia, bacalao mantecato y sardinas en saor entre sus cl¨¢sicos¨C y el carisma de sus propietarios, se ha situado en la primera l¨ªnea gastron¨®mica de la ciudad. ¡°Barcelona antes era m¨¢s punky, nosotros tambi¨¦n¡±, lamenta Stefano Colombo, para quien la capital catalana en los ¨²ltimos tiempos tiene ¡°las alas cortaditas¡± entre permisos y restricciones de terrazas y horarios.
Aunque a decir verdad el Xemei lleva topando con la ordenanza municipal desde que abri¨® sus puertas en 2004. Ha sucedido, cuentan los gemelos, que llegase la Guardia Urbana y se encontrase al mism¨ªsimo alcalde ¨CJordi Hereu, en aquella ¨¦poca¨C disfrutando del men¨². Tambi¨¦n que la polic¨ªa se dispusiera a precintar el local y estuvieran all¨ª Kiko Veneno y Muchachito Bombo Infierno haciendo pi?a con el personal del restaurante. Acabaron por precintarles el gas durante tres semanas, pero dejando el restaurante abierto. ¡°Yo he llegado a cocinar en mi casa, que estaba al otro lado de la calle, y tomar nota desde all¨ª a gritos de los pedidos¡±, explica Stefano Colombo. O que los agentes acudiesen por quejas de ruidos de los vecinos y descubriesen a los jugadores del Bar?a de fiesta. O que no pudiesen evitar la tentaci¨®n, por ejemplo, de hacerse fotos con futbolistas como Samuel Eto¡¯o o pilotos de F¨®rmula 1 antes de sancionarles por aparcar mal.
Los ricos y famosos y los amantes sin m¨¢s de la buena mesa se mezclan en este restaurante, que no tiene reservados. Tan s¨®lo cuenta con dos salas, en una de las cuales por cierto otro jugador del FC Barcelona, en compa?¨ªa femenina, tuvo que hacer tiempo hasta que su mujer y amigas acabasen la cena con tal de no ser sorprendido. El Xemei mantiene el ambiente ¨ªntimo y algo canalla de sus or¨ªgenes, pese al incendio de 2013 en el que perdi¨® las paredes pintadas con sepias y dedicadas por clientes ilustres, como Mario Vargas Llosa o Patti Smith. La cantante escribi¨® ¡°el poder para la gente¡±, antes de plasmar aut¨®grafo, y tambi¨¦n improvis¨® un peque?o concierto para los clientes, en lo que Stefano Colombo recuerda como el momento m¨¢s especial del restaurante.
De estos tiempos queda el esp¨ªritu y una cierta actitud. La que les ha llevado a llamar Frankie, Gallo, cha, cha, cha a su pr¨®ximo proyecto, un local que servir¨¢ pizzas, vino y cervezas con la fermentaci¨®n natural como concepto primordial. Se les ocurri¨® durante una noche de copas en Nueva York: cada uno de los tres socios quer¨ªa poner su granito de arena en el nombre nuevo restaurante, que dejaron por escrito aquella misma noche para demostrar que ¡°iban en serio¡±. Vendr¨¢ a sumarse a otros locales como Brutal o Can Pizza, su ¨²ltima apertura en el Prat.
Al igual que el pr¨®ximo restaurante de la familia, el libro Xemei, Cocina Venexiana en Barcelona ha nacido con retraso, en concreto un a?o despu¨¦s de lo previsto: deb¨ªa publicarse con motivo del d¨¦cimo aniversario del restaurante. Con m¨¢s de 200 fotograf¨ªas de Mariano Herrera; otro asiduo del Xemei, Jon Sarabia, fue redact¨¢ndolo despu¨¦s de compartir largas sobremesas con los hermanos, que iban explicando lo que se les ocurr¨ªa. ¡°Para nosotros es m¨¢s importante hacer un risotto que un libro¡±, confiesa Stefano Colombo. ¡°Qu¨¦ le vamos a hacer¡ no somos formales¡±.