Ocho mitos del cine porno que causan da?o a las relaciones sexuales reales
¡°En el porno, todo se ve muy f¨¢cil y sin complicaciones¡±, reflexiona la sex¨®loga Irene Valverde. Consultamos con ella y otras expertas qu¨¦ mitos del porno han generado m¨¢s frustraci¨®n en las relaciones reales.
Vivimos en la sociedad de la sobreinformaci¨®n. Cada vez tenemos m¨¢s recursos para estar informados y podemos acudir a casi cualquier fuente para saber m¨¢s del tema que nos interese. Y, con todo y con eso, siempre acabamos recurriendo a lo mismo. Especialmente en cuesti¨®n de sexo. A falta de una educaci¨®n sexual reglada, los expertos ponen a disposici¨®n de j¨®venes y mayores webs especializadas, libros, v¨ªdeos de youtube y hasta infograf¨ªas en Instagram. Pero al final la fuente a la que todo el mundo recurre para aprender ¡°algo m¨¢s¡± sobre sexo es la pornograf¨ªa. Una pornograf¨ªa que no es que sea...
Vivimos en la sociedad de la sobreinformaci¨®n. Cada vez tenemos m¨¢s recursos para estar informados y podemos acudir a casi cualquier fuente para saber m¨¢s del tema que nos interese. Y, con todo y con eso, siempre acabamos recurriendo a lo mismo. Especialmente en cuesti¨®n de sexo. A falta de una educaci¨®n sexual reglada, los expertos ponen a disposici¨®n de j¨®venes y mayores webs especializadas, libros, v¨ªdeos de youtube y hasta infograf¨ªas en Instagram. Pero al final la fuente a la que todo el mundo recurre para aprender ¡°algo m¨¢s¡± sobre sexo es la pornograf¨ªa. Una pornograf¨ªa que no es que sea buena ni mala, sino que simplemente es ficci¨®n. Una ficci¨®n que intentamos aplicar a la realidad, con el ¨²nico resultado asegurado de que nos llevaremos m¨¢s de un chasco.
M¨¢s all¨¢ de entender que los actores act¨²an y, por lo tanto, fingen, o que las escenas est¨¢n editadas, la pornograf¨ªa ha extendido diferentes mitos sobre nuestra sexualidad que nos sigue costando desterrar:
1. El orgasmo siempre llega: Las pel¨ªculas porno tienen un guion como cualquier otra pel¨ªcula. Aunque el final nunca suele ser una sorpresa. Los protagonistas siempre llegar¨¢n al orgasmo. No tendr¨¢n un d¨ªa malo, ni se sentir¨¢n desconcentrados, ni empezar¨¢n a sentir molestias y preferir¨¢n dejarlo para otro d¨ªa. El orgasmo siempre es la meta y, pase lo que pase, siempre llega. Algo que desde luego no pasa en el sexo real. ¡°No todas las relaciones sexuales incluyen o acaban con un orgasmo, y no por ello dejan de ser placenteras¡±, insiste la sex¨®loga Lola Gonz¨¢lez del Centro Borobil. Seg¨²n la experta no es solo que en las pel¨ªculas se olviden de que nuestro cuerpo no siempre est¨¢ en su mejor momento para un orgasmo, sino que tambi¨¦n obvian que a veces el motivo para tener sexo no es solo llegar al cl¨ªmax. ¡°Unas veces se puede buscar el placer en forma de orgasmo; otras puede que se quiera un acercamiento al otro para sentir la seguridad o el cobijo de la pareja, por ejemplo¡±.
2. Es f¨¢cil tener sexo ocasional: El repartidor de pizza, un compa?ero de la oficina en la fotocopiadora, o un escarceo en un t¨²nel de lavado de coches. Cualquier momento, lugar e incluso persona parece perfecta para tener sexo ocasional. Y adem¨¢s un sexo que no es torpe y atropellado, sino el mejor de tu vida. ?A qui¨¦n no le ha pasado? A casi nadie. O al menos, no sin evitar todo tipo de complicaciones. ¡°En el porno, todo se ve muy f¨¢cil y sin complicaciones¡±, reflexiona la tambi¨¦n sex¨®loga Irene Valverde. ¡°En la realidad podemos salir una noche y disfrutar del sexo casual, s¨ª, pero con ciertos cuidados¡±, sobre todo en el sexo con desconocidos. Lo mismo ocurre con fantas¨ªas como los tr¨ªos o las org¨ªas, que parecen que est¨¢n a la orden del d¨ªa.
3. La excitaci¨®n aparece por arte de magia: Antes de meter el bizcocho en el horno hay que asegurarse de precalentarlo. Y antes de pasar a tener sexo con alguien, necesitamos un calentamiento. No solo se trata de los mal llamados preliminares, sino de la seducci¨®n previa, de los gestos que hacen saber de las ganas del otro, y obviamente de la estimulaci¨®n de m¨¢s partes del cuerpo, antes de pasar a los genitales. Incluso estando excitadas, a veces es posible estar lubricada de primeras, y otras nuestro cuerpo necesita un poco m¨¢s de ayuda. ¡°Aunque la lubricaci¨®n y la excitaci¨®n suelen aparecer juntas, ello no quiere decir que sean inseparables. Son fen¨®menos independientes. Se puede estar excitada pero no lubricada, y se puede estar lubricada pero no sentir excitaci¨®n¡±, matiza por su parte la tambi¨¦n sex¨®loga Estela Buend¨ªa.
4. Nadie se agota durante la penetraci¨®n: Hay d¨ªas que las sesiones de sexo se alargan durante horas y da para repetir. Otros, que con un aqu¨ª te pillo aqu¨ª te mato nos damos por satisfechos. Y, en la mayor¨ªa, nos dedicamos un rato justo al placer, sin prisa pero sin pausa, porque si estamos demasiado rato con el tema, no solo nos acabamos agotando no solo f¨ªsicamente, sino que tambi¨¦n la penetraci¨®n acaba por ser molesta. Algo que en el porno no parece importar. ¡°Debemos recordar que, al igual que en cualquier otra pel¨ªcula, en el porno se cortan escenas. Es decir, si un plano no acaba de convencer al director o simplemente los actores y actrices se han cansado, se corta la escena y m¨¢s tarde en el montaje parece que ese corte no ha sucedido¡±, apunta Valverde. No intentemos imitar algo que nunca ha sido real.
5. A m¨¢s tama?o m¨¢s placer: Si hay algo bueno en el porno es que nos muestra diversidad. En edad, raza u orientaciones sexuales. Sin embargo, algo que se suele repetir es el tema de los tama?os. Sobre todo en el pene. Cuanto m¨¢s grande, m¨¢s placer parece obtener la protagonista. En la vida real, si preguntas a las mujeres, muy pocas te dir¨¢n lo mismo. ¡°A mayor tama?o y/o profundidad de la penetraci¨®n, a veces lo que se obtiene es molestia o dolor¡±, apunta Lola Gonz¨¢lez sobre este mito tan extendido. La sex¨®loga aclara adem¨¢s que ¡°la vagina s¨®lo tiene sensibilidad en su primer tercio, por lo que es irrelevante que la penetraci¨®n realizada sea m¨¢s o menos profunda y el pene m¨¢s o menos grande. De hecho, en el caso de penes muy grandes, las mujeres s¨ª pueden sentir el ¡°golpeteo¡± en su pelvis, pero ello no significa que les sea satisfactorio¡±.
6. La violencia siempre excita: Cincuenta sombras de Grey puso en el imaginario colectivo el placer de unos azotes. El porno hace mucho que ya abogaba por mezclar sexo y violencia, sobre todo de hombres hacia mujeres. Tanto es as¨ª, que los j¨®venes parecen creer que eso es ¡°lo normal¡±, como nos recordaban algunas escenas de la serie juvenil Euphoria. Y no, no es lo normal, para nada. ¡°Dentro de nuestro imaginario de fantas¨ªas er¨®ticas nos puede resultar placentero pensar en un encuentro donde el sexo sea violento, como por ejemplo, que te tiren del pelo o te lancen a la cama. Ahora bien, llevarlo a cabo es otra cuesti¨®n¡±, reflexiona Irene Valverde. Es decir, que una cosa es la fantas¨ªa y otra la realidad. Aunque sea como sea, cualquier juego sexual debe ser comentado y consensuado, ?para que de verdad sea un buen rato para ambos. ¡°Si nos paramos a pensar, es bastante l¨®gico que no hagamos algo con otra persona sin el consentimiento de esta y en el sexo sucede lo mismo¡±. ?Nada de ponerse a azotar sin ton ni son y sin avisar.
7. Todas las mujeres gritan durante el orgasmo: Si hay dos clich¨¦s en el cine porno, adem¨¢s de los penes grandes, el otro ser¨ªa el de los planos de mujeres con caras congestionadas gritando como locas. Es la visi¨®n que muchas personas tienen del orgasmo. Tanto que hay mujeres que son incapaces de identificarse con el mismo. Porque hay orgasmos que son como un tsunami, s¨ª, pero otros son m¨¢s suaves o simplemente hay personas que no son tan expresivas a la hora de mostrar su cl¨ªmax. Es por ello que, seg¨²n Estela Buend¨ªa ¡°no podemos concluir que nuestra pareja est¨¢ disfrutando bas¨¢ndonos en ¡®se?ales¡¯ como los jadeos, la respiraci¨®n o el movimiento. La ¨²nica forma certera de saber c¨®mo lo est¨¢ pasando es preguntar¡±. En esto los di¨¢logos del porno, simples pero concisos, s¨ª que podr¨ªan ayudar.
8. El sexo anal no necesita de preparaci¨®n: El porno es uno de los motivos por los que existe tanta curiosidad en torno al sexo anal. El problema es que cuando se intenta en la vida real no parece que sea tan sencillo. ¡°El ano no es como la vagina, sino que este no se adapta como la vagina y necesita ser dilatado y lubricado (no lubrica por s¨ª mismo). Si se va a lo bestia y no hay preparaci¨®n, podemos acabar con fisuras y heridas¡±, advierte Valverde. Por ello, ¡°lo ideal es erotizar el proceso previo a la penetraci¨®n anal¡±, primero estimulando con el dedo, usando un lubricante especial para la zona, probando con un juguete para ir dilatando y asegurando en todo momento que estamos c¨®modas antes de dar un paso en falso. ¡°Las actrices porno hacen lo mismo, litros de lubricante y preparaci¨®n previa. Lo que pasa es que esto no se ve en la c¨¢mara¡±, como todo lo dem¨¢s.