?Lou Reed se invent¨® al t¨ªo duro con chupa de cuero, pero era muy diferente a eso?
De peque?a, a Laurie Anderson nunca le preguntaron qu¨¦ quer¨ªa ser de mayor, y ha cumplido 71 sin tener que responder. La pintora, m¨²sica y ¡®performer¡¯ lleva a Madrid su ¨²ltimo flechazo, la realidad virtual.
Ha orquestado conciertos de claxons de coche y tocado el viol¨ªn sobre patines en un lago helado. Laurie Anderson lleva cuatro d¨¦cadas de carrera testando el vocabulario de aquellos que siguen su carrera. Como cuando dio un ?concierto?, ?proyecci¨®n? titulado United States I-IV que dur¨® seis horas y mezcl¨® m¨²sica, v¨ªdeo, fotograf¨ªa, animaci¨®n, textos y dibujos. Desde 1992, comparti¨® su vida y su visi¨®n del arte con Lou Reed, hasta la muerte de este en 2013. Se reg¨ªan por tres reglas: no tengas miedo de nadie, aprende a detectar la estupidez y s¨¦ tierno, un adjetivo que ...
Ha orquestado conciertos de claxons de coche y tocado el viol¨ªn sobre patines en un lago helado. Laurie Anderson lleva cuatro d¨¦cadas de carrera testando el vocabulario de aquellos que siguen su carrera. Como cuando dio un ?concierto?, ?proyecci¨®n? titulado United States I-IV que dur¨® seis horas y mezcl¨® m¨²sica, v¨ªdeo, fotograf¨ªa, animaci¨®n, textos y dibujos. Desde 1992, comparti¨® su vida y su visi¨®n del arte con Lou Reed, hasta la muerte de este en 2013. Se reg¨ªan por tres reglas: no tengas miedo de nadie, aprende a detectar la estupidez y s¨¦ tierno, un adjetivo que le pega.
Del 14 al 17 de noviembre estar¨¢ en Madrid como invitada estrella del festival Rizoma y por partida doble: en la Fundaci¨®n Telef¨®nica, que acoger¨¢ su proyecto de realidad virtual Chalkroom y en el Reina Sof¨ªa, donde llevar¨¢ la performance que acompa?a a su libro All the things I lost in the flood (¡®Todas las cosas que perd¨ª en la inundaci¨®n¡¯). El t¨ªtulo no tiene nada de metaf¨®rico. En 2012, el hurac¨¢n Sandy arras¨® el almac¨¦n de su estudio y ah¨ª desaparecieron los recuerdos de varias d¨¦cadas de trabajo. Es en ese mismo espacio en Tribeca, al sur de Manhattan, donde Anderson recibe a S Moda.
Cuesta creer que todo esto se llen¨® de agua y escombros¡
S¨ª, qued¨® todo inundado y arrasado. La mayor parte de mis archivos estaban protegidos en otro lugar. Lo que qued¨® destrozado fueron sobre todo teclados, equipamiento, esculturas viejas¡ Me rompi¨® el coraz¨®n, pero acab¨¦ escribiendo un libro sobre el tema. Primero fue devastador y a los dos d¨ªas pens¨¦: ?Ahora ya no tengo que limpiar el desv¨¢n?.
H¨¢blenos de Chalkroom, la otra pieza que se podr¨¢ ver en Madrid.
Me encanta porque soy un poco adicta a la realidad virtual. Te permite volar y eso es muy emocionante. Cuando lo hago, solo quiero volver a hacerlo inmediatamente. La realidad virtual no es para todo el mundo. Hay gente que se siente muy confundida, no les gusta. Los que lo hacen mejor son los ni?os de nueve a?os. Viene del mundo de los videojuegos y requiere cierta destreza. Lo que es interesante para m¨ª es que involucra a todos los sentidos: el tacto, la vista, el o¨ªdo¡ la sensaci¨®n es muy rara.
Tus ojos tienden a dominar la mayor parte de las experiencias. Cuando te enfrentas a algo como Chalkroom, tus pies te dicen: ?Est¨¢s en un museo en Copenhague?, pero tus ojos te corrigen: ?Est¨¢s a muchos metros del suelo. Vas a morir?. Y lo que pasa es que te caes, porque va en contra de las leyes del equilibrio. Es una nueva manera de contar una historia, y no es que yo sea adicta a lo nuevo, pero s¨ª me gusta la aventura. Mi objetivo en la mayor parte de mi trabajo es lo no corp¨®reo, perderse en una obra de arte. La realidad virtual es buena para eso, pero tambi¨¦n lo son otras formas. Te puedes perder en un libro de Dostoyevski, en un dibujo a l¨¢piz¡
Todos los art¨ªculos que se escriben sobre usted intentan definir lo que hace. De todas esas etiquetas que le han puesto a lo largo de los a?os, ?se queda con alguna?
?Sabe? No he le¨ªdo nada de lo que se escribe sobre m¨ª en m¨¢s de 10 a?os, porque me cans¨¦ de las cr¨ªticas de las que no aprend¨ªa nada, incluso de las buenas. Me di cuenta de que me hac¨ªan sentir muy bien o muy mal, y solo por lo que piensa una persona. Es f¨¢cil para m¨ª porque suelo hacer cosas en p¨²blico, as¨ª que yo misma s¨¦ si algo no le gusta a nadie. Si todos est¨¢n ah¨ª pensando: ?Oh, Dios m¨ªo, es tan aburrido, es tan arrogante que no puedo aguantarlo? lo veo.
?Siempre fue as¨ª o ignorar los cr¨ªticos es algo que llega con la madurez?
Seguramente era m¨¢s ansiosa de joven. Les digo a los artistas j¨®venes que no se preocupen demasiado. Si a alguien no le gusta tu trabajo, tampoco es tan grave. Es duro cuando empiezas porque est¨¢s desesperado por gustar. Durante a?os me pregunt¨¦ cu¨¢ndo tienes el derecho a llamarte artista. Yo ten¨ªa ya m¨¢s de 20 cuando me pude llamar artista. Fue traum¨¢tico. Al final alguien me dijo: ¡®A nadie le importa c¨®mo te llamas a ti misma?. Mi dentista tiene un despacho llamado ?artes dentales?, as¨ª que mucha gente cree que lo que hace es arte.
Debe de ser buen¨ªsimo.
Bueno, se les da muy bien hacer dientes falsos, pero ellos van m¨¢s all¨¢ y aseguran que hay belleza en lo que hacen. Y yo no soy qui¨¦n para discutirlo. No porque te ayude a masticar va a dejar de ser arte.
Usted es una de ocho hermanos. En las familias grandes se suelen distribuir los roles. ?Cu¨¢l era el suyo en casa?
Me consideraban ?la estudiante?. No ten¨ªa que hacer tantas tareas porque estaba leyendo y eso parec¨ªa una cosa importante y privilegiada. Le¨ªa todo el rato. Todav¨ªa lo hago. Pero nadie me pregunt¨® qu¨¦ quer¨ªa ser de mayor porque ¨¦ramos demasiados. Y sigo sin saber qu¨¦ es lo que hago.
Ha dicho alguna vez que la relaci¨®n con su madre no era f¨¢cil, pero ella le guio hacia el arte.
No era una persona c¨¢lida, no era su fuerte. No la culpo porque su madre tampoco lo fue con ella. Es una de las razones por la que tienes dos progenitores. Igual uno no funciona muy bien, pero al menos te queda el otro.
?Era m¨¢s f¨¢cil con su padre?
?l era muy emocional, le gustaba bailar, re¨ªr. Y era el tipo de persona que te dice: ?Hagas lo que hagas, aunque acabes como cajera de la fruter¨ªa, debes ser la mejor que han tenido nunca?. Su amor era muy puro, tuve mucha suerte. Eso me dio una idea curiosa de c¨®mo son los hombres y las mujeres, porque las mujeres de mi vida siempre eran muy duras. ?C¨®mete esto?. ?L¨¦ete aquello?. Quer¨ªan organizarlo todo. Y mi padre era el que dec¨ªa: ?Vamos a por helados?. As¨ª que pens¨¦: ??Los hombres son tan encantadores!?.
Bueno, alguien ten¨ªa que hacer eso. A las mujeres les toca muchas veces ser responsables.
Exactamente. Pero esas ideas tempranas de c¨®mo son hombres y mujeres se quedan contigo. Muchos hombres de mi vida han sido as¨ª. Mi marido Lou, la mayor relaci¨®n de mi vida, era juguet¨®n al m¨¢ximo.
No se le ve¨ªa as¨ª. Ten¨ªa esa fachada dura, imperturbable.
Eso era solo un muy buen disfraz, pero ¨¦l no era as¨ª en absoluto. Para nada. A ¨¦l no le gustaba la invasi¨®n de su privacidad, as¨ª que se invent¨® ese alter ego de t¨ªo duro con la chupa de cuero, pero era tan diferente a eso que acab¨® siendo una broma. Todos sus amigos sab¨ªan c¨®mo era sin la chupa. Jugaba con eso, era un escritor y eso le divert¨ªa.
?Es cierto que cuando le conoci¨® esperaba que empezase a hablar con acento brit¨¢nico?, ?qu¨¦ no sab¨ªa nada de ¨¦l?
S¨ª, era una idiota. Yo no formaba parte de su mundo. En fin¡ ?qu¨¦ m¨¢s quiere saber?
Dec¨ªa antes que ha tenido la suerte de no tener que escoger qu¨¦ quer¨ªa ser. Hace unos a?os prob¨® a trabajar en un McDonald¡¯s, vivir en una comunidad Amish¡ ?Dir¨ªa que siempre est¨¢ prob¨¢ndose distintas identidades?
Quer¨ªa ver c¨®mo ser¨ªa vivir con otra personalidad, ponerme en situaciones en las que no sabr¨ªa que hacer, qu¨¦ decir, c¨®mo actuar¡ Hice toda una serie as¨ª y me ayud¨® mucho. Duraban solo dos o tres semanas. Lo que no quer¨ªa era estar atrapada en un trabajo en un McDonald¡¯s, eso ser¨ªa muy loco. Solo estaba jugando.
Otra identidad que prob¨® en los ochenta fue la de estrella del pop, cuando su canci¨®n O Superman se convirti¨® en un hit por sorpresa.
Intent¨¦ tomar distancia y no quedar atrapada en el drama y el narcisismo del pop. Fue muy tonto en realidad. Quise verlo como un antrop¨®logo, una cosa interesante para estudiar, y no lo logr¨¦ al 100%. Porque siempre hay un momento en que tu ego salta y dice: ?Soy tan cool; ah¨ª estoy yo en la portada de una revista; esto es genial?. Es divertido y raro, es perturbador, cuando un extra?o intenta meterse en tu coche, por ejemplo.
?C¨®mo est¨¢ llevando la era Trump?
A nivel personal, m¨¢s all¨¢ de lo desastroso. Pero es interesante. Nos obliga a enfrentarnos a cosas muy duras. Con el caso Kavanaugh¡ hemos visto como los hombres en el poder pueden gritar, llorar, patalear y se les respeta, mientras que las mujeres tienen que permanecer calladas. Esto no va sobre la justicia, va sobre el patriarcado y la inhabilidad de los hombres de respetar las historias de las mujeres. Cuando lo ves de manera tan clara, te genera un gran impacto, c¨®mo se odia a las mujeres. Desde ese punto de vista, es un momento intenso y maravilloso, nos obliga a enfrentarnos a eso.