Mar¨ªa del Mar Arn¨²s, vanguardia del arte
En los a?os 80 Sybilla se inspir¨® en ella para crear. La condesa de Sert ha vivido en primera fila (y en su armario) la evoluci¨®n de la moda.
El mismo d¨ªa que se firm¨® el acta de adhesi¨®n de Espa?a a las Comunidades Europeas, se inauguraba L¨²culo en Madrid, un restaurante ideado por Mar¨ªa del Mar Arn¨²s y su marido, Francisco de Sert, condes de Sert. El local actu¨® como aglutinador de la intelectualidad del momento. ?Toda la movida pas¨® por all¨ª. Sybilla me pareci¨® la nueva Balenciaga y me sedujo enseguida?, explica Mar¨ªa del Mar, quien acaba de regresar de Comillas. ?El oto?o all¨ª es maravilloso, incluso me he ba?ado en noviembre?, cuenta. Mi abuela ?gueda me puso Mar¨ªa del Mar y la verdad es que el agua marina me resulta...
El mismo d¨ªa que se firm¨® el acta de adhesi¨®n de Espa?a a las Comunidades Europeas, se inauguraba L¨²culo en Madrid, un restaurante ideado por Mar¨ªa del Mar Arn¨²s y su marido, Francisco de Sert, condes de Sert. El local actu¨® como aglutinador de la intelectualidad del momento. ?Toda la movida pas¨® por all¨ª. Sybilla me pareci¨® la nueva Balenciaga y me sedujo enseguida?, explica Mar¨ªa del Mar, quien acaba de regresar de Comillas. ?El oto?o all¨ª es maravilloso, incluso me he ba?ado en noviembre?, cuenta. Mi abuela ?gueda me puso Mar¨ªa del Mar y la verdad es que el agua marina me resulta terap¨¦utica. En el norte, me tonifica; en el Mediterr¨¢neo, aprovecho para nadar?. Ibiza es otra de las escenograf¨ªas familiares. All¨ª suele pasar unos d¨ªas en una de las casas de la urbanizaci¨®n Can Pep Sim¨®, obra del arquitecto Josep Llu¨ªs Sert, t¨ªo de Francisco de Sert.
La despreocupaci¨®n veraniega le ayuda a evocar su ¨¦poca hippie. ?Mis hermanas y yo sac¨¢bamos la ropa de los ba¨²les de la capilla de Torre Arn¨²s, la casa de mis abuelos, donde nac¨ª. Nos pon¨ªamos las sotanas del cura, las enaguas de los monaguillos como blusas y los camisones de mi abuela como vestidos?. La curiosidad sigue intacta. ?Mi madre no era presumida y a veces me sale ese aire libre que ella ten¨ªa y voy de mercadillos. ¡°Tienes cuerpo de pobre, todo te sienta bien¡±, me dec¨ªa?.
Su madre se qued¨® sorda cuando ella naci¨® y sus abuelas la mimaban mucho. ?Aunque eran dos mujeres muy opuestas, ambas tuvieron mucha influencia sobre m¨ª. Una era liberal, republicana y laica, en cambio, la otra era muy religiosa y estricta, e iba vestida con los encajes que ella misma se hac¨ªa?.
Casada con el escritor Francisco de Sert ¨Csobrino nieto del prestigioso pintor y muralista Jos¨¦ M? Sert¨C, vive en ?la torre? que su abuelo encarg¨® a Enric Sagnier a finales del XIX, y que remodel¨® en los 70 el arquitecto Federico Correa. ?Mi marido naci¨® y pas¨® aqu¨ª gran parte de su infancia?, explica. Ellos llegaron en el 77.
En un rinc¨®n angosto, Mar¨ªa del Mar ha acondicionado un vestidor fascinante. ?El autor es mi hijo, el arquitecto Paco Sert; ¨¦l es quien ha logrado el prodigio?. El tapizado de la pared en rojo, la asimetr¨ªa de los colgadores y del mobiliario, que sigue la diagonal de las paredes, convierte este espacio en una joya vanguardista. Mar¨ªa del Mar conserva prendas como uno de los abrigos que le hizo Sybilla en 1987 o el juego de tocador en plata de Cartier que perteneci¨® a Jos¨¦ M? Sert. ?Mi abuela Pilar era muy amiga de Coco Chanel, viajaba a Par¨ªs y tra¨ªa todo lo que pod¨ªa. Dicen que fue una de las primeras se?oras de Barcelona en maquillarse. Me chocaba mucho porque mi madre iba con la cara lavada, mientras mi abuela se pasaba horas en su tocador lleno de espejos?.
A los 15 a?os pas¨® uno en un colegio en Par¨ªs. ?Me expulsaron del Sagrado Coraz¨®n en Barcelona porque tir¨¦ los libros por la ventana e incit¨¦ a la rebeli¨®n?, recuerda. Estuvo otro curso en Inglaterra y, al volver, estudi¨® Historia del Arte. Amaba la pintura antigua desde muy peque?a. ?Me entusiasmaban los museos y la obra italiana y holandesa. Mi abuela Pilar era tambi¨¦n amante del arte y del interiorismo, sol¨ªa ir a las subastas y le compraba obras a Camb¨®. Poco a poco fui educando el gusto. Luego, la universidad te ense?a a trabajar, recopilar, investigar y poner en orden lo que sabes?.
El archivo del modelo de Jos¨¦ M? Sert es la ¨²ltima exposici¨®n que ha comisariado. ?Explica el m¨¦todo que utilizaba en sus pinturas a trav¨¦s de sus fotograf¨ªas, aut¨¦nticas obras de arte que ilustran su faceta m¨¢s vanguardista?, comenta. Su caballo de batalla: la denuncia de la impunidad con que se destroza la obra de Gaud¨ª.
Los sombreros pueblan la pared del vestidor, un dise?o de su hijo Paco Sert.
Germ¨¢n S¨¢iz
Fotos de su abuela Pilar, de Mar¨ªa del Mar, vista por Toni Bernad, y de Picasso, Mir¨® y Sert.
Germ¨¢n S¨¢iz
Sentada en el prototipo de una silla de Josep Llu¨ªs Sert que encontraron en la casa. El almohad¨®n es un pa?uelo de Mir¨®.
Germ¨¢n S¨¢iz
Mural de Mateo Vialagrasa y tapiz Aubusson. El escritorio de los a?os 30 es de Duplantier.
Germ¨¢n S¨¢iz
Zapatero de su vestidor. En 1987 Sybilla cre¨® para ella este abrigo exclusivo. ?Dec¨ªa que le gustaba vestir a mujeres, no a ni?as?.
Germ¨¢n S¨¢iz
Collar y anillo de Calder.
Germ¨¢n S¨¢iz