¡®Modern Love¡¯: la adicci¨®n a las historias de amor reales (y refugio en tiempos crispados) llega a Amazon
Inspirada en la c¨¦lebre columna y podcast de ¡®The New York Times¡¯, la serie ¡®Modern Love¡¯ se estrena en Amazon con ocho episodios que transmiten esa voluntad, marca de la casa, de hacer sentir bien a su espectador.
271 pesetas.?Ese era el precio que pag¨¢bamos por una hora de conexi¨®n a Internet en 1998. Sin tarifas planas, y a 56 kbps de velocidad m¨¢xima, no?exist¨ªa Terra ni Napster, la burbuja de la que todos hablaban era la de las .com?y el hito digital del a?o fue que los chavales consultaran?...
271 pesetas.?Ese era el precio que pag¨¢bamos por una hora de conexi¨®n a Internet en 1998. Sin tarifas planas, y a 56 kbps de velocidad m¨¢xima, no?exist¨ªa Terra ni Napster, la burbuja de la que todos hablaban era la de las .com?y el hito digital del a?o fue que los chavales consultaran?las notas de la selectividad desde un ordenador. Internet ir¨ªa en pa?ales, pero 1998 tambi¨¦n fue la fecha en la que una prof¨¦tica Nora Ephron dirigi¨®, escribi¨® y estren¨®?Tienes un email. La pel¨ªcula que se adelantar¨ªa a los efectos del hurac¨¢n Amazon sobre las librer¨ªas tambi¨¦n plantear¨ªa un na¨ªf pero encantador?escenario en los senderos de la red: aquel en el que, como recuerda Jia Tolentino en el ensayo The I in the Internet, ?lo peor que te pod¨ªa pasar era que tu yo digital se enamorase de tu enemigo empresarial en la vida real?. Veinte a?os despu¨¦s, en el cine ya no proyectan comedias rom¨¢nticas como las de Ephron y para saber qu¨¦ es lo m¨¢s terrible que le puede pasar a una en Internet, basta con dirigirse?aqu¨ª. El 2.0, la incursi¨®n de las redes sociales y la burbuja del algoritmo ha provocado una polarizaci¨®n global en la que o triunfan los abusones a lo Trump o los que resisten sus embistes y gritan desde los m¨¢rgenes: no importa en qu¨¦ bando est¨¦s ¨Csiempre lo hay¨C, aquellos que arrasan y sobreviven en el universo digital son aquellos capaces de despachar inquina o los estoicos que la soportan sin miedo a seguir opinando.
Heredera de aquella encantadora y rom¨¢ntica visi¨®n de Ephron, el 31 de octubre de 2004 The New York Times inaugur¨®?Modern Love,?un rinc¨®n para celebrar el amor real, porque todas las historias que el diario ha cobijado bajo ese ep¨ªgrafre desde entonces deben estar basadas en experiencias personales de los lectores.?Con la?frase??Ella me dej¨®? se daba salida a una columna semanal?que pretend¨ªa ser un foro para ese sentimiento en todas sus ?variantes desordenadas?: amor rom¨¢ntico, s¨ª, pero tambi¨¦n las alegr¨ªas y tensiones de la amistad, la familia o el amor propio. Ese sentimiento narrado en sus m¨²ltiples formas de expresi¨®n ha servido, durante todos estos a?os, como refugio digital frente a la escalada de odio y violencia polarizada sobre nuestras representaciones (y opiniones) virtuales.?Desde el diario?se han comisariado miles de ensayos enviados a una direcci¨®n de mail gen¨¦rica (en 2013 aseguraron que hab¨ªan recibido m¨¢s de 80.000 historias)?y aquel rinc¨®n?para abrazar un exiguo lado bueno de Internet se convertir¨ªa en adicci¨®n global, multiplicando la aparici¨®n de (otro celeb¨¦rrimo) podcast en el que estrellas hollywoodienses han puesto voz a esas historias sobre el amor cotidiano.
Amazon estrena hoy una antolog¨ªa de ocho episodios de la columna m¨¢s querida de Internet. A falta de una fallecida Nora Ephron (que hubiese bordado este traslado televisivo de nuestras cr¨®nicas amorosas del d¨ªa a d¨ªa) la serie est¨¢ liderada por John Carney, el director que se ha hecho fuerte apelando a un amor m¨¢s sensibl¨®n que perspicaz en pel¨ªculas como?Once (Una vez),?Begin Again o Sing Street. De esta (a ratos azucarada) adaptaci¨®n televisiva, dos de los siete cap¨ªtulos a los que ha tenido acceso la prensa brillan con maestr¨ªa por encima del resto. Los mejores di¨¢logos est¨¢n en?Rallying to keep the game alive: como si de una extensi¨®n?a la infravalorada?State of the Union?se tratara, el cap¨ªtulo adaptado y dirigido por Sharon Horgan (Catastrophe) brilla con unos espl¨¦ndidos John Slattery y Tina Fey tratando de salvar su matrimonio con clases de tenis y sesiones de terapia. En Take Me as I Am, Whoever I Am, otro de los episodios cumbre que comienza asustando al espectador por plantearse como una copia de La La Land, Anne Hathaway se pone en la piel de la ensayista Terry Cheney y explora la bipolaridad en un episodio necesario que pone el foco en la salud mental y en el amor propio.
Con un peso heterenormativo apabullante en las tramas ¨Csolo un episodio explora la historia de una pareja homosexual¨C y con dos episodios en los que los daddy issues de sus protagonistas pueden hacer arquear m¨¢s de una ceja (When the doorman is your main man, protagonizado por Cristin Milioti o So he looked like dad. It was dinner, right?,?con Julia Garner), Modern Love?pierde algo del fuelle de su c¨¦lebre progenitor pero sirve como refugio televisivo en tiempos polarizados y de malrollismo televisivo que nos han dejado otras producciones a lo?Years and Years o Chern¨®bil.
Esta v¨¢lvula de escape para abrazarse al amor sin dramatismo sigue funcionando a pleno rendimiento. Hace apenas unos d¨ªas, The New York Times anunciaba Love Letter, una newsletter que recoge lo mejor de Modern Love, su secci¨®n de bodas o el amor visto en las noticias de la semana. Como bien introduce en cada episodio del podcast?Meghna Chakrabarti, a nadie le amarga una buena historia sobre ?amor, p¨¦rdida y redenci¨®n?.