Un inevitable ajuste de cuentas

Cre¨ªa que despu¨¦s del cierre de Embassy hace ya tres a?os me hab¨ªa vuelto inmune a la nostalgia de las correr¨ªas junto a mi padre por Madrid. Hasta que lleg¨® la pandemia, y se llev¨® por delante Zalaca¨ªn, y Sofia Coppola estren¨® en Apple TV su ¨²ltima pel¨ªcula, On The Rocks. La historia que cuenta esta comedia rom¨¢ntica parternofilial es la de Laura, una escritora madre de dos hijas que no consigue superar ni su bloqueo creativo ni las sospechas de que su marido tiene una amante. En el arranque del filme, la voz de F¨¦lix, un mujeriego incorregible interpretado por un grandioso Bill Murr...

Cre¨ªa que despu¨¦s del cierre de Embassy hace ya tres a?os me hab¨ªa vuelto inmune a la nostalgia de las correr¨ªas junto a mi padre por Madrid. Hasta que lleg¨® la pandemia, y se llev¨® por delante Zalaca¨ªn, y Sofia Coppola estren¨® en Apple TV su ¨²ltima pel¨ªcula, On The Rocks. La historia que cuenta esta comedia rom¨¢ntica parternofilial es la de Laura, una escritora madre de dos hijas que no consigue superar ni su bloqueo creativo ni las sospechas de que su marido tiene una amante. En el arranque del filme, la voz de F¨¦lix, un mujeriego incorregible interpretado por un grandioso Bill Murray, se dirige a su hija sobre un fundido en negro con una advertencia: ?Y recuerda, no te enamores de ning¨²n chico, eres m¨ªa, hasta que te cases, y entonces tambi¨¦n ser¨¢s m¨ªa?. ?Claro, pap¨¢?, se escucha de fondo mientras arranca un breve flashback en el que la inevitable traici¨®n ya se ha consumado: suena Chet Baker y la ?peque?a? est¨¢ feliz en su noche de bodas.

El tiempo ha pasado y a Laura le ocurre algo bastante com¨²n, busca pruebas concluyentes de su desgracia en el m¨®vil de su marido mientras se pelea con la m¨¢quina de escribir y con las rutinas dom¨¦sticas. Insegura, decide compartir sus dudas con su eterno hombre de confianza, pap¨¢, que al fin ve el cielo abierto para recuperar a su princesita perdida. F¨¦lix no es un hombre convencional, pero Laura, que ha aprendido a tolerar y re¨ªrse de sus defectos, sabe que es el ¨²nico en el mundo que jam¨¢s la fallar¨ªa.

Coppola es una sibarita sin complejos y por eso su personaje lo tiene todo: un piso incre¨ªble en el Soho y un bolso de Chanel que lleva junto a una bolsa de tela de la m¨ªtica librer¨ªa Strand. Pese a todos sus privilegios, Laura no puede evitar sentirse poca cosa. Pero su padre, un profesional del capricho, cree en las bondades de las flores y los helados para animar a su hija. Probablemente, el bolso de Chanel es un regalo suyo. Algunos de los mejores momentos del filme transcurren en los incre¨ªbles restaurantes y locales a los que F¨¦lix lleva a Laura para animarla y, de paso, desenga?arla sobre su marido y, en general, el resto de los hombres. ?Deber¨ªan adorar el suelo que pisas?, le dice mientras saca la artiller¨ªa para recuperar a su ni?a. No parece nada casual que Coppola eligiese a Rashida Jones de protagonista para esta pel¨ªcula de apariencia ligera, pero que encierra muchas m¨¢s claves de g¨¦nero de lo que en un principio aparenta. Sin duda el ojito derecho del productor musical Quincy Jones encaja bien en el club de las hijas mimadas por padres seductores, inmaduros y exc¨¦ntricos a los que este filme, con todo el amor y melancol¨ªa posible, les dedica un inevitable ajuste de cuentas.