Mi pareja est¨¢ a 10.000 kil¨®metros: ?c¨®mo mantengo la pasi¨®n?
Hacer cosas juntos (y tambi¨¦n separados) o no caer en los chantajes sentimentales son algunas de las pautas que recomiendan los expertos para que la relaci¨®n sobreviva.
Aunque tendamos a pensar que el paro y la falta de oportunidades laborales en nuestro pa¨ªs han hecho proliferar este tipo de uniones, lo cierto es que siempre han existido. Primero se iba a las Am¨¦ricas, luego se escapaba de la guerra o del hambre de la postguerra y en los a?os 60 y 70 los espa?oles emigraban a Alemania y Suiza. Las cosas no han cambiado mucho, solo que ahora a este deporte nacional se le llama ¡®movilidad laboral¡¯.
Si bien, no todas las parejas separadas por la distancia se derivan de la necesidad de ganarse las lentejas, all¨¢ donde quiera que esto sea ...
Aunque tendamos a pensar que el paro y la falta de oportunidades laborales en nuestro pa¨ªs han hecho proliferar este tipo de uniones, lo cierto es que siempre han existido. Primero se iba a las Am¨¦ricas, luego se escapaba de la guerra o del hambre de la postguerra y en los a?os 60 y 70 los espa?oles emigraban a Alemania y Suiza. Las cosas no han cambiado mucho, solo que ahora a este deporte nacional se le llama ¡®movilidad laboral¡¯.
Si bien, no todas las parejas separadas por la distancia se derivan de la necesidad de ganarse las lentejas, all¨¢ donde quiera que esto sea posible, si que podr¨ªa decirse que la mayor¨ªa de los romances que no viven bajo el mismo techo tienen su origen en el campo laboral. Podemos mudar de pa¨ªs, idioma, clima y hasta religi¨®n en aras del amor, pero no podemos abandonar un puesto de trabajo m¨ªnimamente interesante, porque es posible que nunca m¨¢s volvamos a encontrar otro.
En el modelo de relaci¨®n ¡®T¨² a Boston y yo a California¡¯ es importante distinguir dos tipos de parejas, como apunta Carme S¨¢nchez, psic¨®loga cl¨ªnica con m¨¢ster en sexolog¨ªa y codirectora del Institut Cl¨ªnic de Sexolog¨ªa de Barcelona, ¡°est¨¢n las que han vivido siempre juntas y, por diversas razones, deben separarse y las que han iniciado su relaci¨®n estando ya en lugares distintos. Este el caso, por ejemplo, de dos personas que se conocen en un congreso o en vacaciones y cada uno tiene su vida montada en un lugar diferente. En el primer ejemplo, la pareja tendr¨¢ que reorganizar su relaci¨®n, aprender a vivir de forma separada. En el segundo, lo dif¨ªcil viene a veces cuando se juntan y deciden compartir el mismo techo. Algo que, por muy enamorados que est¨¦n, no siempre es f¨¢cil¡±.
Los amantes separados deber¨ªan hacer un monumento a la tecnolog¨ªa, las redes sociales, Skype y WhatsApp; ya que les permiten estar en contacto a cada momento sin gastarse un euro. Cr¨¦anme, yo tambi¨¦n estuve en el pellejo de los protagonistas de la pel¨ªcula 10.000 km (2014) ¨Cuna pareja que vive en Barcelona y en la que ella consigue una beca de un a?o en Los ?ngeles¨C, mejor dicho, yo estuve en peores condiciones porque lo m¨ªo dur¨® m¨¢s que 12 meses y contribuy¨® a empeorar notablemente mi econom¨ªa, entre los recibos de tel¨¦fono y los billetes de avi¨®n. Lo que me llev¨® a formular la siguiente regla: las relaciones a distancia son para ricos. Dicho esto, hay aspectos que se pueden cuidar para que la cosa dure y trascienda lo m¨¢ximo posible, en el tiempo y el espacio.
?Hay que tener fecha de caducidad? ?
Los expertos sostienen que la separaci¨®n sin fecha l¨ªmite es un escollo dif¨ªcil de bordear en las relaciones a distancia porque no se ve la luz al final del t¨²nel y la gente acaba desertando en aras de una mejor perspectiva. Es f¨¢cil estar un a?o separados, sabiendo que el tiempo corre a nuestro favor, pero muchos ven casi imposible permanecer en una relaci¨®n en la que no se sabe cu¨¢ndo se podr¨¢ por fin compartir cama ¨Cprobablemente para limitarse a dormir en ella¨C, pelear por el momento m¨¢s adecuado para poner el edred¨®n cuando llega el fr¨ªo, discutir por la propiedad del mando a distancia o por qui¨¦n debe hoy lavar los platos. Personalmente opino que la mayor¨ªa de las relaciones, al igual que los electrodom¨¦sticos y aparatos tecnol¨®gicos, vienen ya con una fecha de obsolescencia programada, que nosotros podemos adelantar debido al mal uso, pero muy pocas veces atrasar.
Yo m¨¢s bien dir¨ªa que es cuesti¨®n de caracteres, los hay que quieren saber el futuro y los hay que prefieren no saberlo. Yo, visto como est¨¢n las cosas, y para mi tranquilidad mental, prefiero ingresar en el segundo club.
Huir del escepticismo y tener planes comunes
Como apuntaba en un art¨ªculo de la revista Bustle, el coach en relaciones ¨Cla profesi¨®n del futuro¨C, Chris Armstrong, ¡°el enemigo n¨²mero uno de las parejas a distancia es el escepticismo¡±. Aquellas que dicen ¡®vamos a probar¡¯, sin mucha fe en los resultados del experimento, son las que primero descarrilan al encontrarse con una curva demasiado pronunciada. Hay que estar muy convencido, muy enamorado y tener proyectos conjuntos de futuro para afrontar inviernos en solitario, esperando que llegue la ansiada fecha del vis a vis; porque de lo contrario, uno tirar¨¢ la toalla al primer round.
¡°Todas las parejas tienen que pactar cosas y llegar a acuerdos pero yo dir¨ªa que en el caso de las relaciones a distancia esta tarea es todav¨ªa m¨¢s imprescindible¡±, afirma Carme S¨¢nchez, ¡°porque la ausencia de contacto, imprescindible para construir la relaci¨®n, pueden dar lugar a muchos malentendidos. Es imprescindible la honestidad y confianza, y tambi¨¦n es muy importante olvidar el estereotipo que todos tenemos de lo que es una ¡®pareja normal¡¯, si no queremos caer en la frustraci¨®n. No hay parejas normales, cada pareja es un mundo y ella misma debe dibujar su universo, con la situaci¨®n que tiene y las herramientas de que dispone¡±.
Hacer cosas juntos (y tambi¨¦n separados)
Cenar juntos, ver una pel¨ªcula o serie de televisi¨®n sincronizados, jugar a las damas o al ajedrez, leer el mismo libro, bailar o tener sexo a distancia son cosas que ya pueden hacerse gracias a Silicon Valley. Algo impensable para los emigrantes que pasaban largas temporadas sin poder ver, ni siquiera hablar con su media naranja. Actividades que unen, crean complicidad y temas de conversaci¨®n.
En una relaci¨®n a distancia el que se va a un lugar nuevo parece que, a primera vista, es el que juega con ventaja, ya que los retos de vivir en un sitio distinto lo mantienen entretenido y con la mente ocupada, pero no siempre es as¨ª. ¡°Yo dir¨ªa que depende de la personalidad del individuo¡±, puntualiza S¨¢nchez, ¡°porque los hay a los que estas tareas les resultan gratificantes y lo ven como un reto, un sano desaf¨ªo; pero los m¨¢s t¨ªmidos o introvertidos pueden verlo como algo estresante y a?orar la rutina o cotidianeidad de su lugar de origen. En cualquier caso, el hecho de tener pareja no debe hacer que la persona viva solo esperando el momento en el que conectarse por Skype para poder hablar con el otro. Debe hacer su propia vida, salir y conocer gente. Esto no solo servir¨¢ para integrarlo y mantenerlo entretenido, sino para evitar sentirse muy frustrado, si la relaci¨®n acaba, por haber dedicado tan poco tiempo para si mismo¡±.
No urdir y no caer en chantajes sentimentales
Carmen, 36 a?os (Vigo), pas¨® algunos a?os de su vida en Berl¨ªn, tras ser despedida de su empleo. A pesar de que hab¨ªa empezado una relaci¨®n, decidi¨® seguir con la idea de irse a Alemania porque quer¨ªa aprender el idioma, necesitaba cambiar de escenario y all¨ª era m¨¢s f¨¢cil encontrar trabajo.
¡°Al principio lo pas¨¦ muy mal porque no hablaba nada de alem¨¢n, no conoc¨ªa a nadie y todo era muy duro¡±, cuenta Carmen, ¡°pero con el tiempo, y a medida que mi lenguaje mejoraba, fui encontrando mejores trabajos. Casi siempre era yo la que iba a Espa?a a ver a mi novio porque ¨¦l viv¨ªa solo y yo compart¨ªa casa con otras personas, y tambi¨¦n porque mi trabajo era m¨¢s flexible que el suyo. Tras tres a?os as¨ª, ¨¦l empez¨® a decirme que me volviera a Galicia, que me echaba mucho de menos y que si segu¨ªamos as¨ª la relaci¨®n acabar¨ªa. Yo por fin estaba empezando a disfrutar de mi estancia en Berl¨ªn, ten¨ªa un trabajo mejor pagado, algunos amigos, empezaba a hablar el alem¨¢n con cierta soltura y no me gustaba mucho la idea de volver, aunque tampoco quer¨ªa quedarme para siempre. Tanto insisti¨® que volv¨ª a Espa?a. Dos a?os m¨¢s tarde rompimos y yo todav¨ªa me pregunto qu¨¦ hubiera sido de mi vida si me hubiera quedado m¨¢s tiempo en el extranjero¡±.
¡°En casi todas estas relaciones hay siempre alguien que tira del otro; que trata, subliminalmente, de imponer su voluntad pero no es nada aconsejable que esto ocurra. Nadie deber¨ªa sacrificar su futuro o proyecci¨®n profesional en aras del otro, ni hacer cosas que realmente no quiera hacer porque m¨¢s adelante esto puede pasar¨¢ factura. Casi siempre lo hace¡±, se?ala Carme S¨¢nchez.
Visitas: no hay que reducirlo todo al sexo
A simple vista puede parecer que el escollo m¨¢s grande para que una relaci¨®n dure es el sexo, mejor dicho, la falta de este importante ingrediente, pero no siempre es as¨ª. Lo que abunda en una relaci¨®n a distancia es el deseo, las ganas de estar con el otro y puede que este impulso dure m¨¢s o se mantenga m¨¢s fuerte que en otras uniones, debido a la distancia.
Claro que si las visitas se espacian demasiado se puede tocar el lado contrario y llegar a un desinter¨¦s por falta de aliciente. Para Carme S¨¢nchez, ¡°los momentos en los que la pareja est¨¢ junta son muy importantes y no hay que distanciarlos demasiado. Las ganas acumuladas durante tiempo pueden crear tambi¨¦n mucho estr¨¦s y ansiedad, grandes expectativas que si no se ven cumplidas, llevan al desencanto. Cuando una pareja que est¨¢ separada pasa algunos d¨ªas junta espera que el sexo sea maravilloso, que todo vaya a la perfecci¨®n, se pretenden hacer mil cosas en un solo d¨ªa y hablar de todo lo que se ten¨ªa pendiente. Y a veces eso no ocurre. Puede que ella tenga la regla, que ¨¦l sufra un gatillazo, que haga muy mal tiempo y no se pueda salir del hotel y que nadie quiera sacar temas importantes a la mesa para evitar discusiones. Algunos quieren pasar el d¨ªa en la cama y otros a?oran algo m¨¢s de romanticismo. Es importante tener en cuenta que no somos perfectos, relajarse y no tener miedo a hablar de lo que sentimos o de temas profundos. Cualquier cosa mejor que el silencio o marcharse con la sensaci¨®n de no haber sacado lo que uno llevaba dentro¡±.