?Por qu¨¦ nos cuesta tanto hablar de sexo con un ni?o?
Los expertos recomiendan comenzar a hablar del tema en primaria y no esperar hasta la adolescencia. Espa?a es uno de los pa¨ªses de Europa donde menos educaci¨®n sexual se imparte.
Con tantas leyes y reformas educativas en nuestro pa¨ªs, el tema de la sexualidad sigue imparti¨¦ndose en los colegios como hace 50 a?os, es decir, se reduce a unas charlas espor¨¢dicas en las que una persona ajena al centro escolar se acerca para hablar de sexo. Las que yo recib¨ª cuando era estudiante iban acompa?adas de diapositivas bastante cursis ¨Cuna espiga que derramaba sus semillas, una pareja caminando de la mano hacia el ocaso¨C y eran tan incomprensibles como las explicaciones de los pol¨ªticos sobre c¨®mo saldremos de la crisis. No aprend¨ªas nada porque lo que te dec¨ªan ¨Cgeneralmente se...
Con tantas leyes y reformas educativas en nuestro pa¨ªs, el tema de la sexualidad sigue imparti¨¦ndose en los colegios como hace 50 a?os, es decir, se reduce a unas charlas espor¨¢dicas en las que una persona ajena al centro escolar se acerca para hablar de sexo. Las que yo recib¨ª cuando era estudiante iban acompa?adas de diapositivas bastante cursis ¨Cuna espiga que derramaba sus semillas, una pareja caminando de la mano hacia el ocaso¨C y eran tan incomprensibles como las explicaciones de los pol¨ªticos sobre c¨®mo saldremos de la crisis. No aprend¨ªas nada porque lo que te dec¨ªan ¨Cgeneralmente se ensa?aban a fondo con la menstruaci¨®n¨C ya lo hab¨ªas experimentado en tus propias carnes y lo que quer¨ªas saber no te lo aclaraban. Un misterio insondable era la duraci¨®n el acto sexual, propiamente dicho, ya que era muy dif¨ªcil que cualquier adulto respondiera a esta pregunta, a mi modo de ver, de las menos complicadas y embarazosas. As¨ª que durante alg¨²n tiempo viv¨ª pensando que aquello duraba horas y horas, hasta que comprob¨¦ que los conejitos Duracell no son as¨ª por si solos, es que llevan pilas.
Pero no puedo quejarme porque, si es verdad que no dec¨ªan mucho, eso era tambi¨¦n lo que nos salvaba de mensajes negativos, centrados ¨²nica y exclusivamente en los aspectos peligrosos del sexo, como me temo que son muchas de las charlas que se les dan hoy a los alumnos de secundaria, cansados de ver im¨¢genes sexuales sin saber muy bien como gestionarlas.
Mientras en pa¨ªses como Finlandia, Suecia o Dinamarca se empieza a hablar de sexo en las aulas desde edades muy tempranas ¨Cpara los suecos es una asignatura obligatoria desde 1955 y se incluye en el curriculum educativo a partir de 5? curso (11 a?os), como apunta Mar¨ªa R. Sahuquillo en un art¨ªculo de El Pa¨ªs, titulado El ejemplo sueco, desde los 11 a?os¨C, en Espa?a seguimos con el debate de si la sexualidad debe ce?irse al c¨ªrculo familiar o puede ir tambi¨¦n a clase. La LOGSE de 1990, introduc¨ªa la apertura de los centros escolares a la educaci¨®n sexual afectiva y reproductiva, aunque no hablaba de contenidos espec¨ªficos. La LOE (2006) apostaba m¨¢s por la transversalidad, es decir, incluir estos temas en asignaturas como Educaci¨®n para la ciudadan¨ªa y la LOMCE (2012), m¨¢s conocida como Ley Wert, aunque no est¨¢ todav¨ªa aprobada, elimina cualquier alusi¨®n a la educaci¨®n sexual en las aulas. Esta materia queda entonces relegada a la consideraci¨®n del centro educativo y el presupuesto de que se disponga.
Tan atrasados estamos al respecto, que las charlas sobre este tema con vocaci¨®n innovadora, acaban saliendo en los titulares de los peri¨®dicos y llevadas a los tribunales por los convencidos de que si se les habla de sexo a los ni?os, estos acabar¨¢n siendo unos depravados, que es lo mismo que pensar que las clases de qu¨ªmica producir¨¢n cient¨ªficos locos con deseos de fabricar la bomba at¨®mica y destruir el planeta.
En el a?o 2010 la junta de gobierno de Extremadura elabor¨® unos talleres sobre sexualidad para impartir en las escuelas titulados El placer est¨¢ en tus manos, en los que se trataba de despojar a este asunto de su lado oscuro y hablar de sus muchas bondades, pero fueron calificados como clases de masturbaci¨®n a costa del dinero del contribuyente.
Ana Y¨¢?ez, sex¨®loga, psic¨®loga y directora del Instituto Cl¨ªnico Extreme?o de Sexolog¨ªa, que imparte charlas sobre sexualidad en colegios, recuerda esa campa?a, en la que ella no particip¨®. ¡°Se trataba de dar un enfoque positivo, de disfrute de la sexualidad y de ense?ar a los chicos, entre otras muchas cosas, que la masturbaci¨®n es una v¨ªa de descubrimiento del propio cuerpo, pero gener¨® mucho esc¨¢ndalo¡±. Y¨¢?ez es partidaria de tratar la sexualidad en el colegio porque esta no siempre se discute en casa. ¡°Mi experiencia, dando clase, me dice que en tan solo en un 20% de los hogares se habla de estos temas, el 80 % restante lo ignoran por pudor, desconocimiento o por no saber abordar estos temas. No olvidemos que la generaci¨®n anterior, quitando raras excepciones, creci¨® sin nociones al respecto¡±. Esta sex¨®loga cree firmemente que una educaci¨®n en temas de sexualidad, adem¨¢s de dar herramientas al individuo para actuar cuando llegue el momento, puede prevenir que de adulto tenga que acudir a su consulta. ¡°Muchas patolog¨ªas provienen de una falta de informaci¨®n. La disfunci¨®n er¨¦ctil de origen psicol¨®gico, el vaginismo, cuando no se debe a problemas org¨¢nicos, la anorgasmia, son muchas veces consecuencia del desconocimiento del propio cuerpo o de mitos y falsas ideas. Por eso pienso que no hay que esperar a la secundaria ¨Cla adolescencia¨C para hablar de estos temas porque es tarde y ya se ha recibido mucha informaci¨®n, sino que hay que abordarla antes, en primaria. Los colegios de Finlandia tienen asignaturas que tratan estos asuntos desde los tres a?os. Se pueden explicar perfectamente estas cuestiones a los ni?os de estas edades, incluso temas como la penetraci¨®n. Por supuesto, adapt¨¢ndolo a esta etapa y quitando la connotaci¨®n er¨®tica¡±.
Muchos padres experimentan un nudo en la garganta cuando sus hijos le preguntan de repente de d¨®nde vienen los ni?os, o qu¨¦ significa la palabra follar. No hay que explicar el acto con el detenimiento y la profundidad de Master y Jonhson. A veces puede bastar decir que es lo que se hace cuando dos personas se quieren y/o quieren tener beb¨¦s. ¡°Hay que responder a las preguntas sin mentir y adaptando las respuestas a la edad¡±, asegura Y¨¢?ez. ¡°Algunos ni?os no son tan preguntones como otros, pero es importante ir d¨¢ndole ciertas nociones cuando surge el tema. Por ejemplo, si la t¨ªa est¨¢ embarazada y le crece la barriga, explicarle por qu¨¦ est¨¢ as¨ª. Ojear libros de sexualidad para ni?os de otros pa¨ªses puede ser muy instructivo y dar ideas¡±.
Entre las funciones de la CEAPA (Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) est¨¢ la de crear manuales para ayudar a los padres en la dif¨ªcil tarea de hablar de sexo con sus hijos. Jes¨²s M? S¨¢nchez, presidente de este organismo, cuenta como estos libros pedag¨®gicos todav¨ªa levantan ampollas. ¡°Se nos critic¨® mucho un c¨®mic de sexo que realizamos con la ayuda de profesionales y que pusimos al servicio de los padres. La sociedad es muy c¨ªnica y, al mismo tiempo que se escandaliza de los embarazos de adolescentes o del aumento de las enfermedades de trasmisi¨®n sexual, se niega a educar a los ni?os sobre este tema en las escuelas. Se alude a que es un asunto privado, pero las creencias religiosas tambi¨¦n lo son y, sin embargo, hay una asignatura de religi¨®n, que ahora es optativa, pero que con la nueva ley va a ser evaluable y va a contar en la nota media. La CEAPA es partidaria de impulsar la educaci¨®n afectivo-sexual en las escuelas, aunque no haya una asignatura propiamente dicha, sino que se aborde el tema de forma transversal, en otras clases¡±.
Pap¨¢, ?puedes volver a empezar?
Everett
A¨²n en el caso de que se trate con los hijos este 'peliagudo' asunto, cuando llega la adolescencia es muy normal que exista un alejamiento entre los j¨®venes y sus progenitores en todos los ¨¢mbitos. Es adem¨¢s, la edad en la que tienen lugar los primeros encuentros sexuales y las dudas y, generalmente, para disiparlas se echa mano de los amigos o de Internet. ¡°Es comprensible que los adolescentes no quieran hablar de estos temas con sus padres porque les da verg¨¹enza o porque no tienen confianza, por eso es importante que tengan otro punto de informaci¨®n fiable¡±, cuenta Francisca Molero, sex¨®loga, ginec¨®loga y directora del Institut Clinic de Sexolog¨ªa de Barcelona, ¡°la asignatura pendiente en Espa?a es no tener una asignatura de educaci¨®n sexual¡±.
Molero imparti¨® muchos cursos de sexualidad en los colegios en los a?os 80 y recuerda que ¡°hab¨ªa una mayor apertura hac¨ªa estas cuestiones que en la ¨¦poca actual. Exist¨ªa una gran coordinaci¨®n entre los padres ¨Cse organizaban tambi¨¦n escuelas para orientarles a la hora de tratar estos temas con los hijos¨C, los centros y los organismos, y las charlas eran muy pr¨¢cticas. Entraban dentro de la filosof¨ªa que propon¨ªa Harimaguada, un colectivo dedicado al estudio y promoci¨®n de la ecuaci¨®n afectivo-sexual que naci¨® en 1984 en las Islas Canarias. Por ejemplo, organizamos lo que llamamos Talleres de aprendizaje y adiestramiento en el uso del preservativo ya que ve¨ªamos que aunque insisti¨¦ramos en que deb¨ªan utilizarlo, los j¨®venes no lo hac¨ªan. Aqu¨ª plante¨¢bamos los problemas que pod¨ªan surgir a la hora de comprarlo, pedirlo al farmac¨¦utico, o convencer a tu pareja, si se negaba a pon¨¦rselo. Recuerdo que dos alumnos escenificaban la situaci¨®n y uno era el novio que no quer¨ªa usar cond¨®n y otro la chica, que deb¨ªa darle argumentos para convencerlo. Trat¨¢bamos problemas reales y muy concretos. A los padres les aconsej¨¢bamos c¨®mo actuar en situaciones espec¨ªficas, por ejemplo, si se encontraban a su hijo masturb¨¢ndose en el ba?o. Los talleres que se hacen ahora no tienen tanta profundidad.¡±
Algunas de estas charlas en los centros son llevadas a cabo por marcas de compresas o preservativos que buscan, m¨¢s que nada, publicitar sus productos, mientras muchos profesionales alertan de la falta de informaci¨®n sobre cuestiones sexuales que muestran hoy los j¨®venes. La sex¨®loga Ana Y¨¢?ez apunta, sorprendida, una vuelta a cierto tipo de machismo consentido. ¡°Se confunde mucho el amor con la posesi¨®n, con el controlar al otro. Yo he o¨ªdo muchas veces decir a las chicas: ¡°mira lo que me quiere que me ha pedido que le de mi contrase?a del email o del Facebook¡±. O interpretar que no las dejen ir con minifalda porque est¨¢n locos por ellas. Hay todav¨ªa muchos mitos¡±, contin¨²a Y¨¢?ez, ¡°algunas chicas siguen con la idea de que no se pueden quedar embarazadas si tienen la regla, o de hacer responsable de su placer a su pareja. Todo gira entorno a la penetraci¨®n y al tama?o del pene y muchos son todav¨ªa muy reacios a ponerse el cond¨®n porque les corta el rollo¡±.
Francisca Molero, coincide con Y¨¢?ez en estas carencias y apunta algunas m¨¢s: ¡°tienen una excesiva informaci¨®n, mucho vocabulario que han recabado en Internet y que no saben muy bien lo que significa. Hay tambi¨¦n falsas expectativas debido a la pornograf¨ªa, que no es que est¨¦ mal, pero es el ¨²nico modelo que tienen y lo que ocurre en las pel¨ªculas no es la realidad. Algunos tambi¨¦n crecen en familias excesivamente permisivas o dejadas y eso tampoco es bueno. No tener l¨ªmites puede ser tambi¨¦n un problema¡±.
En medio de este debate y en primera l¨ªnea de fuego est¨¢n los profesores, a medio camino entre el alumno curioso y los padres conservadores; entre las muchas ideas y proyectos y los escasos recursos econ¨®micos del centro. Como apunta Carmen Guaita, vicepresidenta de ANPE (Asociaci¨®n Nacional de Profesorado Estatal), ¡°la educaci¨®n sexual es un tema que necesita ser tratado, pero hace falta una colaboraci¨®n e implicaci¨®n de la sociedad, las familias, la sanidad. El profesor no puede asumir toda la responsabilidad porque es un tema que sobrepasa los l¨ªmites de la escuela. En ANPE no creemos que deba ser una asignatura m¨¢s porque el curriculum escolar ya est¨¢ muy sobrecargado y los profesores no siempre est¨¢n formados para hablar de estos asuntos, pero somos partidarios de abrir las puertas de los colegios a profesionales de la sanidad, que formen parte del programa del curso y no que vengan de forma espor¨¢dica a dar una charla¡±.
?Por qu¨¦ nos cuesta tanto hablar de sexo con los ni?os?, es una pregunta a hacerse cuando a ellos no les causa ning¨²n reparo. Recuerdo una explicaci¨®n rotunda que me dio el hijo de una amiga, de cuatro a?os, cuando empez¨® cont¨¢ndome un chiste: ¡°Eran dos que estaban follando¡±, dijo al estilo de Eugenio, a lo que yo le pregunt¨¦: ?qu¨¦ es eso de follar? Respuesta: ¡°no te lo voy a explicar porque es algo realmente desagradable¡±.