Por qu¨¦ nos empe?amos en quedar con nuestros ex

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¡°Me pregunto por qu¨¦ se empe?a mi generaci¨®n en volver a mantener el contacto con noviazgos ya difuntos¡±, escribe el periodista cultural V¨ªctor Parkas en Game Boy (Caballo de Troya). La idea de reencontrarnos con aquella persona con la que compartimos tiempo e intimidad est¨¢ extendida. Plantearse por qu¨¦ y tratar de averiguar c¨®mo nos afecta por mera prevenci¨®n son ideas m¨¢s impopulares. Los estudios dicen que no suele funcionar: ¡°Las amistades entre ex son de peor calidad y con menor probabilidad de ¨¦xito que las que mantenemos con personas con las que no hemos estado en una relaci¨®n, as¨ª se refleja en un estudio de la Universidad de San Louis¡±, cuenta Lara Garc¨ªa, psic¨®loga especializada en terapias de parejas del centro El Prado, a S Moda. Pero no hay m¨¢s que revisar de un vistazo la propia biograf¨ªa para, en muchos casos, toparse con una situaci¨®n as¨ª. ¡°?Es para sentir que el tiempo tirado a la basura junto al otro no ha sido completamente en balde?¡±, plantea Parkas. ¡°?Para demostrar que nos equivocamos, s¨ª, pero que no nos equivocamos del todo? (¡­) ?Por qu¨¦ esa demostraci¨®n de flexibilidad patrocinada por Moleskine?¡±.

Los esfuerzos por mantener algo m¨¢s que la cordialidad son la norma general, siempre y cuando las circunstancias, tanto de la antigua relaci¨®n como su final, lo propicien. Como explica Lara Garc¨ªa, entran en juego factores como ¡°el tiempo juntos, el que ha pasado desde la separaci¨®n hasta hoy, si se trataba de una relaci¨®n t¨®xica o sana, si el final lleg¨® cuando alguna de las dos personas a¨²n conservaba sentimientos amorosos, si fue de forma traum¨¢tica o simplemente porque no hab¨ªa ya nada especial entre los dos¡±.

En funci¨®n de la tesitura, var¨ªan los porqu¨¦s: ¡°Puede haber m¨¢s o menos ganas de ver a esa persona y podemos sentirnos m¨¢s o menos obligados a quedar¡±, plantea la m¨¦dica de familia y sex¨®loga Elena Requena?. ¡°En otras ocasiones podemos incluso tener ese deseo, de una forma un tanto melanc¨®lica, que ayuda a recordar los buenos momentos o confirma nuestra decisi¨®n entonces, a veces incluso de una forma un tanto ego¨ªsta, va de intentar provocar deseo en la otra persona aunque nosotros tengamos claro que no queremos volver con ella. Es complejo y depende mucho de nuestro historial¡±. Las razones para convocar una quedada despu¨¦s de un tiempo van desde ¡°la intenci¨®n de volver, al cotilleo (qu¨¦ es de su vida, c¨®mo le va sin m¨ª), por el inter¨¦s real en mantener una relaci¨®n pura de amistad, para sentirnos menos solos, por control? o una especie de ¡®trabajo de mantenimiento¡¯, tenerle cerca por si cambio de opini¨®n o no encuentro una relaci¨®n mejor¡±, explica la psic¨®loga.

?Qu¨¦ esperamos en realidad cuando quedamos con un ex? Como se?alan ambas expertas, la expectativas sobre el encuentro van ligadas en ocasiones a la fantas¨ªa sobre aquello que no sali¨® bien. Por ejemplo, la esperanza de que haya cambiado de opini¨®n respecto a alg¨²n motivo que fue determinante en la relaci¨®n como tener hijos, vivir en determinada ciudad o casarse. Pensar que el reencuentro dar¨¢ pie a una segunda vuelta o en casos en los que se tengan hijos o vivienda en com¨²n, aparece como tel¨®n de fondo el anhelo de volver a ser una familia. Como explica Lara Garc¨ªa, claro que ¡°existe la idea y la intenci¨®n de mantener una amistad, pero la realidad es que esta solo puede darse cuando ambos miembros de la ex pareja ha superado el duelo post ruptura. Y m¨¢s espec¨ªficamente, solo considero que pueda ser verdaderamente posible una vez que ha pasado el tiempo y cuando las dos personas marcaron el final de mutuo acuerdo ya sin sentimientos de pareja¡±.

Cuando la cosa va m¨¢s de lidiar con una atracci¨®n que permanece, la sex¨®loga Elena Requena apunta a que lo ideal es ¡°ser consecuente, tener en mente por se acab¨® la relaci¨®n y respetar a la otra persona -ya sea una ruptura consensuada o unilateral- y a nosotros mismos¡±, explica a S Moda. ¡°Si seguimos sintiendo deseo, debemos pensar acerca de por qu¨¦ esto ocurre, y valorar realmente qu¨¦ queremos de esa persona. En el caso de querer seguir con ¨¦l o ella, dejarlo claro es la mejor opci¨®n¡±. Es normal que esto ocurra. Como cuenta Requena, ¡°muchos tenemos una tendencia melanc¨®lica en la forma de vivirnos y vivir las relaciones. Esto tiene mucho que ver con esa idea de que ¡®cualquier tiempo pasado fue mejor¡¯. Somos animalitos de costumbres,? nuestros ex son terreno conocido en el que nos sentimos c¨®modos y, si decidimos quedar o mantener una relaci¨®n amistosa y cordial, significa que esto se da por ambas partes. A todos nos gusta sentirnos c¨®modos, queridos, entendidos y comprendidos con nuestra historia y nuestras peculiaridades. Todo esto se da con las personas con las que hemos compartido un periodo de nuestra vida¡±.

Quedar o no quedar. Adem¨¢s de respetar el tiempo y el duelo en el que tanto Garc¨ªa como Requena insisten -variable seg¨²n las circunstancias de la ex pareja-, la sex¨®loga recomienda que ¡°las dos partes est¨¦n en sinton¨ªa y, si es posible, hablen de ello con claridad, para evitar malentendidos o salir heridos¡±. ¡°Tras ese periodo de detox y contacto cero, hay otra serie de situaciones que resultar¨ªa mejor evitar al encontrarse¡±, explica Garc¨ªa. Lo primero, ¡°mejor quedar para u caf¨¦, en un lugar p¨²blico y a pleno d¨ªa que para una cena. Evitar la noche y la ingesta de alcohol u otras sustancias para no distorsionar el encuentro. No hablar de lo bonito que era el pasado juntos. Y quedar solo si se tiene un motivo de fuerza mayor: decidir verse para devolver unas s¨¢banas de Ikea es, sin duda, una excusa¡±, concluye la psic¨®loga.