?Se puede aprender a ser cool?
Una escuela londinense mantiene que s¨ª. Su profesor cita a Arist¨®teles y promete resultados nada m¨¢s abandonar el aula.
Cool: ese t¨¦rmino anglosaj¨®n que define algo tan escurridizo y vol¨¢til. Tan complicado. Que divide opiniones y se?ala a lo que habita en la frontera entre lo mol¨®n y lo puramente rid¨ªculo.? En t¨¦rminos de marketing? es el santo grial de nuestro tiempo.? El ingrediente secreto que transforma un producto cualquiera en un ¨¦xito. Por otro lado puede ser una palabra maldita. Un sortilegio que en cuanto se pronuncia autom¨¢ticamente despoja de autenticidad.
En The School of Life, una academia londinense sobre ense?anzas vitales fundada ...
Cool: ese t¨¦rmino anglosaj¨®n que define algo tan escurridizo y vol¨¢til. Tan complicado. Que divide opiniones y se?ala a lo que habita en la frontera entre lo mol¨®n y lo puramente rid¨ªculo.? En t¨¦rminos de marketing? es el santo grial de nuestro tiempo.? El ingrediente secreto que transforma un producto cualquiera en un ¨¦xito. Por otro lado puede ser una palabra maldita. Un sortilegio que en cuanto se pronuncia autom¨¢ticamente despoja de autenticidad.
En The School of Life, una academia londinense sobre ense?anzas vitales fundada por el fil¨®sofo Alain de Botton, consideran que no es para tanto.? Garantizan descrifrar el misterio en una sesi¨®n y? prometen que a la salida quiz¨¢s no seas rematadamente cool, pero al menos un poco m¨¢s de lo que entraste.?
Esto es lo que espera la veintena de personas que se ha congregado en el recibidor de la escuela. La mayor¨ªa tiene aspecto de acabar de salir del trabajo. Con un? vaso de vino blanco tibio mantienen una charla educada y agradable y no saben qu¨¦ esperar de la lecci¨®n. El profesor Nick Southgate, un treinta?ero con camisa floreada y zapatos marrones de punta algo demod¨¦s, saca de dudas. Esto no va sobre consumismo, cazadores de tendencias o modas. Aqu¨ª no se discutir¨¢n peinados, logos o consignas de los guays de patio de colegio. Todo radica en la actitud, asegura.?
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Frank Sinatra y Elvis, los reyes del cool
Getty Images
Aunque ofrezca una concesi¨®n y se?ale la cazadora de cuero como una prenda ic¨®nicamente cool frente al chubasquero plegable, que estar¨ªa en la ¨²ltima posici¨®n del r¨¢nking:? ¡°El impermeable de bolsita denota ansiedad por la meteorolog¨ªa y eso nunca es cool¡±, apunta satisfecho.? A continuaci¨®n se atreve a hacer una observaci¨®n chistosa sobre los pantalones de cuero: ¡°Nunca molan porque son tan caros que al final los terminan llevando las cincuentonas¡±. Nadie se r¨ªe.
La clase comienza con modelos de personajes con ese? je ne sais quoi. Este licenciado en filosof¨ªa cita al primer Elvis, a Patti Smith, Frank Sinatra o Marlon Brando, pero su idea es desmontar mitos sobre lo cool. No es patrimonio de famosos, no es inalcanzable, se puede reconocer y se puede analizar.
Cree que incluso puede desmenuzarse con una f¨®rmula compuesta de tres cualidades indispensables: cualquier gesto cool es apropiado, de apariencia natural y elegante en alg¨²n aspecto.
Es un pariente del t¨¦rmino italiano ¡°sprezzatura¡±, la t¨¦cnica de ocultar esfuerzos en el resultado. La imagen que viene a la cabeza es la de un cisne que surca un lago con fluidez pero bajo el agua oculta que durante su desplazamiento est¨¢ moviendo las patas fren¨¦ticamente.
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Seg¨²n el profesor Nick Southgate, el gesto m¨¢s cool de la historia
Corbis
Para Southgate, cualquier gesto cotidiano puede entra?ar alg¨²n tipo de cool. Celebrar un gol sin montar n¨²meros, ser generoso de manera modesta, hacer algo con convicci¨®n y seguridad o entrar con gracia en el vag¨®n metro justo antes de que cierren las puertas.? Sorprendentemente, Arist¨®teles ayuda a llevar una existencia en esa clave. El profesor asegura que las virtudes aristot¨¦licas sirven como un gu¨ªa para vivir con m¨¢s donaire y ecuanimidad.
Despu¨¦s de leer y escribir varios ensayos sobre el tema Southgate ha llegado a la conclusi¨®n de que hay un momento culminante en la historia. Se trata del pu?o en alto de los atletas Tonmie Smith y John Carlos durante las olimpiadas de M¨¦xico en 1968. En el podio, con guantes negros y la cabeza baja. Una protesta contra el racismo y una proclamaci¨®n del black power. ¡°Aunque lo prepararon, result¨® natural, ten¨ªa trasfondo y adem¨¢s fue una protesta muy est¨¦tica¡±, comenta.
Como libros de cabecera facilita How to be cool de Will Smith (nada que ver con el pr¨ªncipe de Bel Air), El punto clave (The Tipping Point) de Malcolm Gladwell o ensayos de historiadores americanos sobre jazz.
?Y los alumnos? ?Sienten que molan m¨¢s al abandonar la clase? Eso es lo de menos. Despu¨¦s de tres horas de estudio est¨¢n m¨¢s interesados en las conversaciones con quienes hace unas tres horas eran unos meros desconocidos. ¡°Ahora pod¨¦is continuar hablando en el pub¡± anuncia Southgate ¡°Hay uno justo en la esquina¡±
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