Sebasti¨¢n Castella, el torero dandi
Fuera y dentro del ruedo, este diestro franc¨¦s cuida hasta el ¨²ltimo detalle de su imagen. Su inspiraci¨®n mira hacia el pasado, pero su armario habla de la moda de hoy.
Con un cuerpo menudo y una profunda mirada azul, Sebasti¨¢n Castella abre el port¨®n de su casa. Ha encontrado, junto a su mujer, su sitio a las afueras de Sevilla. Aqu¨ª escucha m¨²sica electr¨®nica, practica en la plaza de albero que tiene al lado del jard¨ªn y una ni?a peque?a, su hija, se?ala los trofeos disecados colgados en las paredes diciendo: ??Toro, toro!?. Este joven diestro, cuyo primer apellido es en realidad Turzak, ha sido el ¨²nico franc¨¦s en abrir la puerta grande de la Plaza de toros de Las Ventas. Su gusto por la moda es evidente solo con verlo de lejos: viaja con ba¨²les de Louis...
Con un cuerpo menudo y una profunda mirada azul, Sebasti¨¢n Castella abre el port¨®n de su casa. Ha encontrado, junto a su mujer, su sitio a las afueras de Sevilla. Aqu¨ª escucha m¨²sica electr¨®nica, practica en la plaza de albero que tiene al lado del jard¨ªn y una ni?a peque?a, su hija, se?ala los trofeos disecados colgados en las paredes diciendo: ??Toro, toro!?. Este joven diestro, cuyo primer apellido es en realidad Turzak, ha sido el ¨²nico franc¨¦s en abrir la puerta grande de la Plaza de toros de Las Ventas. Su gusto por la moda es evidente solo con verlo de lejos: viaja con ba¨²les de Louis Vuitton y se hace todos sus trajes a medida. ?Antes, los toreros ten¨ªan un estilo muy definido fuera de la plaza. Ahora cada uno va como quiere. A m¨ª me gusta emular el estilo de los toreros de antes, pero con prendas actuales?, dice mientras muestra algunas fotos antiguas. ?Lo importante es la percha. Aunque uno se ponga unos pantalones rotos, se nota que es torero. Siempre se ha dicho que antes de serlo hay que parecerlo, y para eso hay que tener estilo?.
Su armario, repleto de firmas, sombreros y pa?uelos, es su herencia francesa. ?Antiguamente no ve¨ªas ni un artista sin sombrero o pa?uelo. Son accesorios que uso mucho y compro a menudo?. Le gusta visitar boutiques cada vez que va a Par¨ªs y tiene varios libros de moda sobre la mesa del sal¨®n. Reconoce no ser supersticioso, pero s¨ª un poco mani¨¢tico. ?Lo ¨²nico que me acompa?a siempre cuando me voy de viaje es una foto de la casa de Manolete en C¨®rdoba; la llevo en el neceser de Louis Vuitton?. Tambi¨¦n con los colores. ?Mis preferidos son el malva y el azul marino. El primero porque es el color del escudo de la yeguada de mis padres en Francia. Y el azul marino, porque en dos de mis puertas grandes en Madrid yo vest¨ªa de ese color?. Hace poco la Embajada de Francia hizo un homenaje a los toreros galos y Castella apareci¨® con un traje negro y unas Converse blancas. ?Unos amigos me hicieron bromas toda la noche, pero hay que saber llevar todo con dignidad?.
En una vitrina del sal¨®n cuelga aquellos que han marcado su trayectoria y que no se volver¨¢ a poner.
Bel¨¦n Imaz
Sombreros y pa?uelos abundan entre sus pertenencias. ?Los sombreros los llevo por timidez; las gorras, para el campo; y los pa?uelos deben ser mi herencia francesa?.
Bel¨¦n Imaz
Bel¨¦n Imaz
?Siempre que me quiero dar un capricho acaba siendo un reloj, aunque luego lleve pulseritas hippies y no me lo ponga?, dice.
Bel¨¦n Imaz
Carteles de algunas de sus tardes m¨¢s memorables, tanto en las plazas de Francia como de Espa?a, est¨¢n enmarcados en diferentes colores y ocupan un lugar de honor en su casa.
Bel¨¦n Imaz