Soledad Pu¨¦rtolas: ?Tengo instinto para las gangas de mercadillo?
No le gusta llamar la atenci¨®n con las prendas que elige, recurre mucho al negro, su debilidad son los bolsos y le apasiona pasear entre los puestos callejeros de ropa.
Cuando la acad¨¦mica Soledad Pu¨¦rtolas dice que est¨¢ ?hilvanando? una novela, la expresi¨®n tiene un sentido estricto: le encanta coser y confiesa que cuando lo hace se le ocurren las mejores ideas para sus libros. Acaba de publicar el ¨²ltimo, una historia titulada Mi amor en vano (Anagrama).
Que le guste la costura es una sorpresa. ?Hasta d¨®nde llega su habilidad con los hilos? ?Se queda en subir dobladillos o va m¨¢s all¨¢?
?S¨ª! Siempre digo que soy escritora y costurera. Me hago ropa y le doy un toque personal a casi todo lo que compro: cambio botone...
Cuando la acad¨¦mica Soledad Pu¨¦rtolas dice que est¨¢ ?hilvanando? una novela, la expresi¨®n tiene un sentido estricto: le encanta coser y confiesa que cuando lo hace se le ocurren las mejores ideas para sus libros. Acaba de publicar el ¨²ltimo, una historia titulada Mi amor en vano (Anagrama).
Que le guste la costura es una sorpresa. ?Hasta d¨®nde llega su habilidad con los hilos? ?Se queda en subir dobladillos o va m¨¢s all¨¢?
?S¨ª! Siempre digo que soy escritora y costurera. Me hago ropa y le doy un toque personal a casi todo lo que compro: cambio botones e incluso me pliso un tejido.
?Qu¨¦ es lo ¨²ltimo que se ha hecho?
Un traje de gasa. Es naranja, con un estampado en flores diminutas y una palas en la cintura. Suelo comprar telas y, a partir de ah¨ª, me hago vestidos.
Una curiosidad, ?c¨®mo se viste una cuando va a una reuni¨®n en la Real Academia de la Lengua?
?Me pregunt¨¦ lo mismo cuando ingres¨¦! Yo acostumbro a ir formal, como cuando voy a dar una conferencia. Sin estridencias, pero intento resultar elegante. Lo cierto es que los hombres lo tienen m¨¢s f¨¢cil: ?traje oscuro y listo!
No lo interprete como una frivolidad, pero tambi¨¦n hay que agradecer a las acad¨¦micas que hayan llevado un poco de color a la instituci¨®n, ?no le parece?
?Es verdad! Ve¨ªas las fotos de las reuniones de otros tiempos y aquello era todo blanco y negro. Ahora aparece una chaqueta estampada, una falda de color suave, un pa?uelo de seda¡ Y dan mucha alegr¨ªa.
?C¨®mo eligi¨® el a?o pasado lo que se puso en la ceremonia de ingreso?
No me compr¨¦ nada. Quer¨ªa estar concentrada solo en el discurso [sobre los personajes femeninos en El Quijote]. Busqu¨¦ en el armario y me decid¨ª por una falda con chaqueta negra, blusa blanca y una flor color crema. Adem¨¢s, estren¨¦ unas sandalias brillantes.
Recuerde algo que se compr¨® por placer.
Cuando era joven me fui de au pair a Londres y vi unos zapatos preciosos en un escaparate. Los miraba y remiraba, as¨ª que con mi primer sueldo fui a comprarlos, pero ya no estaban.
?Fue un disgusto?
?No! Encontr¨¦ otros mucho m¨¢s bonitos, que s¨ª compr¨¦ y me puse durante muchos a?os. Yo no soy de las que se obsesionan con las cosas: si te quedas sin algo material, seguro que encuentras otra cosa mejor.
Un complemento indispensable.
Los bolsos. Tengo bastantes; son mi debilidad. Ahora mi favorito es uno peque?o, en tonos tostados y amarillos. Pero debo reconocer que, si me dejara llevar, comprar¨ªa bolsos cada dos por tres.
?C¨®mo se organiza para adquirir ropa?
Soy bastante sensata y suelo esperar a las rebajas si me gusta algo que me parece caro. Adem¨¢s, me considero un hacha de los mercadillos; tengo un instinto especial para moverme entre los puestos y encontrar verdaderas gangas.
Parece que le divierte.
?Es toda una aventura! Me encanta hablar con la gente, comentar con otras compradoras. Incluso me atrevo a dar consejos y animar a los dem¨¢s a que compren.
Y no se imaginan que los est¨¢ asesorando toda una acad¨¦mica.
Pues no. Pero, en cualquier caso, comprar as¨ª es bonito y muy estimulante. Todo eso me da vida. Y a m¨ª me gusta la vida.
?