?Tienes estos s¨ªntomas? Ha llegado la hora de acudir al sex¨®logo
Con la educaci¨®n sexual como asignatura pendiente, muchos todav¨ªa se resisten a consultar a este profesional, mientras otros esperan milagros que los transformen en protagonistas de cine porno.
La figura del sex¨®logo recuerda un poco la del psic¨®logo o psiquiatra de hace bastantes a?os. A la gente le costaba reconocer que necesitaba acudir a estos profesionales y manten¨ªa sus sesiones en secreto. Las heridas del alma se han hecho tan cotidianas en este descarnado mundo que ya nadie se atreve a cuestionar que alguna vez ¨¦l mismo necesite de este tipo de cuidados. Lo que sin embargo mantiene todav¨ªa cierta dosis de tab¨² es la idea de ir a la consulta de un sex¨®logo, porque en este pa¨ªs de machotes y bombas sexuales, reconocer que se tienen problemas en la cama es como ...
La figura del sex¨®logo recuerda un poco la del psic¨®logo o psiquiatra de hace bastantes a?os. A la gente le costaba reconocer que necesitaba acudir a estos profesionales y manten¨ªa sus sesiones en secreto. Las heridas del alma se han hecho tan cotidianas en este descarnado mundo que ya nadie se atreve a cuestionar que alguna vez ¨¦l mismo necesite de este tipo de cuidados. Lo que sin embargo mantiene todav¨ªa cierta dosis de tab¨² es la idea de ir a la consulta de un sex¨®logo, porque en este pa¨ªs de machotes y bombas sexuales, reconocer que se tienen problemas en la cama es como hacer un desnudo integral. Y no todos son partidarios del nudismo.
Muchos todav¨ªa tienen la idea de que el sexo es algo instintivo; entre ellos las autoridades competentes, que no ven necesario un programa de educaci¨®n sexual en los colegios. Por tanto, lo que sabemos del sexo es lo que hemos experimentado directamente, lo que vemos en las pel¨ªculas porno y los relatos que nos cuentan los m¨¢s ¨ªntimos, aderezados con un cierto nivel de literatura y fantas¨ªa. El perfecto abono de cultivo para ideas incorrectas, traumas nacidos del imaginario colectivo y miedos injustificados; porque si alguna vez se ha hecho alg¨²n tipo de educaci¨®n sexual est¨¢ ha estado siempre orientada hacia la asepsia, el contagio, la prevenci¨®n de embarazos, el llanto y el crujir de dientes. Nunca hacia el placer, la comunicaci¨®n en pareja o el cultivo de esa delicada y ex¨®tica flor que es el deseo.
La medicina oficial tampoco contempla demasiado el sexo. Los m¨¦dicos de cabecera, con algo m¨¢s de diez minutos para atender a cada paciente, pueden preguntarnos si dormimos bien, si vamos al ba?o regularmente o qu¨¦ tipo de alimentaci¨®n tenemos, pero casi nadie se interesa por nuestra vida sexual, como si ¨¦sta no formase parte de nuestra salud, como si fuese un divertimento sin muchas consecuencias.
As¨ª cuando alguien tiene un problema sexual, seg¨²n Iv¨¢n Rotella, sex¨®logo, director de Astursex, centro de atenci¨®n sexol¨®gica en Avil¨¦s y miembro de La Asociaci¨®n Estatal de Profesionales de la Sexolog¨ªa (AEPS), ¡°tarda una media de entre 6 meses (si es una mujer) y 5? a?os (si es un hombre), en caso de que tengan pareja, en acudir a un profesional. Si est¨¢n solos, sin ninguna relaci¨®n, entonces ellos acuden antes que ellas. Lo dif¨ªcil, cuando tienes necesidad de un sex¨®logo, es descolgar el tel¨¦fono y pedir cita. Es una decisi¨®n que se sigue pensando mucho, aunque las cosas van cambiando. Uno de los factores de este cambio ha sido la crisis econ¨®mica, que ha hecho que nuestras consultas aumentaran en un 20%. Los sex¨®logos son m¨¢s baratos que los abogados y el coste econ¨®mico de una ruptura puede ser muy alto. Antes la gente romp¨ªa en cuanto hab¨ªa problemas; ahora, si la cosa no est¨¢ muy mal, se intenta recuperar la relaci¨®n¡±.
Esta vertiente de consultor, de terapeuta de pareja, es una de las muchas tareas de este profesional, pero no la ¨²nica. Francisca Molero, sex¨®loga, ginec¨®loga, directora del Institut Clinic de Sexolog¨ªa de Barcelona, del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa y presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa, apunta muchas m¨¢s, ¡°en Espa?a cuando se habla de la figura del sex¨®logo, la gente lo suele relacionar con un psic¨®logo; ya que tiende a pensarse que la mayor¨ªa de los problemas sexuales derivan del terreno mental, pero esto no es del todo cierto, ya que hay tambi¨¦n muchas disfunciones sexuales. Lo que ocurre es que ambos campos est¨¢n muy unidos. Un problema f¨ªsico no resuelto puede acabar en uno psicol¨®gico o de pareja y al rev¨¦s, como sucede muchas veces con el vaginismo, cuando tiene su origen en abusos o malas experiencias sexuales. La sexolog¨ªa es una ciencia que estudia todo lo relacionado con la sexualidad humana. Nuestros pacientes pueden ser desde j¨®venes que no tengan muy clara su orientaci¨®n sexual y que buscan consejo, problemas de falta de deseo (los m¨¢s frecuentes, tanto en hombres como en mujeres), trastornos del orgasmo o de la erecci¨®n, adicci¨®n al sexo o asexualidad, v¨ªctimas de abusos o violencia dom¨¦stica, ped¨®filos y, ¨²ltimamente, ni?os transexuales que traen sus padres en busca de ayuda para entender y gestionar mejor su realidad¡±.
En el apartado de los problemas de relaci¨®n, ¡°el m¨¢s com¨²n es la pareja que ha ca¨ªdo en la rutina y busca reavivar la pasi¨®n y el deseo¡±, se?ala Molero, ¡°aunque tambi¨¦n hay uniones rotas que buscan un mediador. Alguien que les acompa?e en el proceso de ruptura para que ¨¦ste sea menos doloroso. Hay tambi¨¦n personas que, sin tener ning¨²n problema, buscan mejorar su vida sexual; y los que, tras una larga enfermedad como el c¨¢ncer, quieren recuperar su dimensi¨®n er¨®tica. Algo que que pasa en muchos casos por redise?ar la idea que ten¨ªan de lo que es una relaci¨®n sexual¡±.
Esperamos demasiado para pedir cita o nos creemos lo que pasa en las pelis porno
El mecanismo general de actuaci¨®n, cuando hay alg¨²n problema sexual, refleja la potencial capacidad de adaptaci¨®n del ser humano a las situaciones m¨¢s inh¨®spitas y la poca importancia que se le da al placer y al hedonismo en nuestras vidas. Si alg¨²n asunto er¨®tico perturba nuestra existencia, primero lo hablaremos con los amigos m¨¢s cercanos o trataremos de buscar soluciones por nosotros mismos. ¡°Lo que est¨¢ muy bien¡±, se?ala Molero, ¡°pero si no se encuentra una soluci¨®n, uno acaba conform¨¢ndose con una sexualidad muy limitada. Es el caso del vaginismo, una de las dolencias que crea m¨¢s angustia porque la contracci¨®n de los m¨²sculos vaginales hace imposible la penetraci¨®n. La media de espera para acudir a un profesional es de 5 a 6 a?os. Las parejas buscan recursos y recurren a la masturbaci¨®n mutua, el sexo anal, cualquier practica que no implique el coito. Y a ellos les vale. Curiosamente, muchas parejas se deciden a ir al sex¨®logo cuando quieren tener hijos y ella busca quedarse embarazada¡±.
Iv¨¢n Rotella subraya la idea de que ¡°deber¨ªamos preocuparnos m¨¢s de nuestro placer, hacerle caso y darle el mismo estatus que tiene nuestra salud¡±. En su consulta, el 50% de sus pacientes van porque padecen alguna disfunci¨®n, ¡°en los hombres todo lo relacionado con el pene y en las mujeres por falta de deseo¡±. Fuera de lo er¨®tico, el otro 50% acude por problemas de relaci¨®n de pareja. ¡°En Espa?a las uniones tienen que aprender a discutir, a gestionar sus problemas y a evitar que la rutina acabe tomando los mandos. ?ltimamente recurren a nosotros muchas parejas con diferentes horarios laborales (la mayor¨ªa trabajan por turnos), algo que est¨¢ repercutiendo muy negativamente en su relaci¨®n, ya que no disponen de espacios para encontrarse¡±.
En el punto opuesto a los dejados, a los que postergan su vida sexual para otras reencarnaciones en aras del trabajo, los hijos o cualquier otra excusa; est¨¢n los hipocondr¨ªacos de lo er¨®tico, que se autodiagn¨®stican con una disfunci¨®n si no pueden emular a Nacho Vidal. ¡°En este apartado, la queja m¨¢s com¨²n entre los hombres es no poder aguantar el tiempo que ellos consideran ¡®ideal¡¯ antes de eyacular. Hay muchos supuestos eyaculadores precoces que no lo son por una falsa idea de lo que es una relaci¨®n sexual, fomentada en muchos casos por una mala interpretaci¨®n de la pornograf¨ªa¡±, comenta Rotella. ¡°Muchas mujeres vienen porque quieren disfrutar de determinadas practicas que creen que deben ejecutar, como por ejemplo el sexo anal, aunque no le resulten placenteras. Todo esto podr¨ªa evitarse con una adecuada educaci¨®n sexual, que no se reduce a ense?ar a la gente a ponerse un cond¨®n sino a mucho m¨¢s, y que pasa tambi¨¦n por una educaci¨®n sentimental¡±, sentencia este sex¨®logo.
¡°Si le gente se diera cuenta de que la sexualidad es un aprendizaje y, desde luego, si hubiera una buena educaci¨®n sexual en las escuelas se acabar¨ªan con muchos problemas¡±, sostiene Molero. Desde ideas err¨®neas sobre la sexualidad a malos tratos o violencia dom¨¦stica. Conocer el propio cuerpo y saber sus reacciones es una asignatura pendiente, hay muchas mujeres que no saben si han tenido un orgasmo o no. En muchos casos no son anorg¨¢smicas, sino que tienen unas expectativas muy altas y les parece que lo que experimentan es poco comparado con su idea irreal de lo que es el cl¨ªmax¡±.
Ambos profesionales coinciden en que antes de acudir a un sex¨®logo hay que informarse un poco y elegir alguno que est¨¦ avalado por alguna sociedad de sexolog¨ªa. ¡°Los tratamientos no deben extenderse demasiado en el tiempo, apunta Molero, ¡°y pueden llegar hasta las 10 ¨® 12 sesiones. Generalmente en sexolog¨ªa se utiliza mucho la terapia cognitivo-conductual, que es la que mejor resultados da, aunque en nuestro centro hacemos una m¨¢s integradora e incorporamos elementos de la Gestalt, de la terapia breve estrat¨¦gica, de Sexocorporel o de la hipnosis Ericksoniana¡±.