Tom Dixon, el genio irreverente
Autodidacta, osado, independiente. Estos son tres de los adjetivos que definen al dise?ador brit¨¢nico. Un creador que celebra tres d¨¦cadas firmando impactantes muebles.
Un escenario rodeado de fans y una banda de pop rock fueron la escuela de Tom Dixon, uno de los referentes del dise?o contempor¨¢neo. A mediados de los a?os 70 era el bajista de Funkopolitan, grupo que estuvo de gira con The Clash y Simple Minds. Entonces comenz¨® a encargarse de realizar los carteles de los conciertos, el atrezo y los soportes para colocar los instrumentos. ?En aquellos a?os todos ten¨ªamos una banda. Es como ahora, que todo el mundo es dj. Aunque en mi caso es distinto, porque yo no era un aficionado, sino un m¨²sico profesional?.
Sus llamativas piezas de acero ¨Cque h...
Un escenario rodeado de fans y una banda de pop rock fueron la escuela de Tom Dixon, uno de los referentes del dise?o contempor¨¢neo. A mediados de los a?os 70 era el bajista de Funkopolitan, grupo que estuvo de gira con The Clash y Simple Minds. Entonces comenz¨® a encargarse de realizar los carteles de los conciertos, el atrezo y los soportes para colocar los instrumentos. ?En aquellos a?os todos ten¨ªamos una banda. Es como ahora, que todo el mundo es dj. Aunque en mi caso es distinto, porque yo no era un aficionado, sino un m¨²sico profesional?.
Sus llamativas piezas de acero ¨Cque hab¨ªa aprendido a soldar en el garaje de un amigo¨C llamaron la atenci¨®n de unos j¨®venes Mario Testino y Patrick Cox. Ellos fueron sus primeros compradores. ?Eran esculturas realizadas con metales reciclados que cog¨ªa en derribos?, afirma. Uno de sus primeros trabajos, la silla S-Chair (hecha con cuerdas y metal) atrajo a Giulio Cappellini, quien le ayud¨® a producirla. En 1992 el Victoria & Albert Museum de Londres la compr¨® para su colecci¨®n permanente y un poco m¨¢s tarde el MoMA de Nueva York hizo lo propio.
Dixon recuerda aquellos a?os desde su sede en un antiguo edificio victoriano de ladrillo visto y enormes ventanales orientados al muelle de Portobello, en Londres. El interior acoge Design Studio Research, su estudio de interiorismo; la tienda, una panader¨ªa ¨Cpropiedad de Florence, una de sus dos hijas¨C; y el restaurante indio The Dock Kitchen, del que es socio.
Sal¨®n dise?ado por Tom Dixon, en The Collection
Cordon Press
Con 54 a?os, Dixon mantiene la est¨¦tica con la que se dio a conocer sobre los escenarios: trajes de tweed o pr¨ªncipe de Gales, camisas, jers¨¦is de punto y el cabello alborotado. ?Me siento como si hubiera regresado a aquella ¨¦poca de libertad, sobre todo desde que fabrico mis propios dise?os (su colaboraci¨®n con otras casas como Moroso, Cappellini o Foscarini se mantiene activa). Ahora puedo hacer lo que quiero, construir piezas exclusivas o series econ¨®micas?, afirma en referencia a la independencia que obtuvo al finalizar su contrato con Habitat, marca de la que fue director creativo desde 1998 hasta 2008.
Toda su obra, por la que fue nombrado Oficial de la Orden del Imperio Brit¨¢nico en 2000, est¨¢ recogida en Dixionary (Ed. Violette), un libro con el que celebra tres d¨¦cadas dedicadas al dise?o. Aunque cuando habla de su trabajo lo define como?antifashion. ?Hay que distinguir entre la innovaci¨®n y las tendencias. Para que las cosas tengan longevidad necesitan un grado de sustancia. Por eso pretendo hacer un dise?o ajeno a los mandatos de las modas?.?
La ciencia ficci¨®n est¨¢ presente en toda su obra, pero vista por los ojos de un artesano.?Su pasi¨®n por la est¨¦tica futurista hizo que se enamorase del cobre. ?Es un metal que no ha sido muy utilizado en decoraci¨®n sin que se sepa muy bien por qu¨¦. Es extraordinario: tiene la mayor gama crom¨¢tica, es hipoalerg¨¦nico, muy d¨²ctil y puede adquirir todo tipo de formas escult¨®ricas. Se le ha tratado como el pariente pobre del dise?o, cuando deber¨ªa haber sido un h¨¦roe?, afirma.
Otro de los salones del londinense The Collection
Cordon Press
Este material protagoniza su l¨ªnea Eclectic, formada por candelabros, juegos de t¨¦, piezas de cocteler¨ªa, bandejas y, sobre todo, l¨¢mparas inspiradas en las formas naturales de los minerales. ?Aunque me fascine trabajar con l¨¢ser y metales, me gusta el dise?o imperfecto. Es m¨¢s humano?, comenta. Esta familia ha crecido con los nuevos objetos de menaje que mostr¨® el pasado 13 de enero en la ¨²ltima edici¨®n de la feria Maison & Objet. En su presentaci¨®n, el creador volvi¨® a mostrar su esp¨ªritu independiente al asegurar: ?Hoy todo est¨¢ legitimado. Un ejemplo fue la ¨²ltima gala Punk del Metropolitan de Nueva York, donde todo era pol¨ªticamente correcto. La rebeld¨ªa est¨¢ en defender nuevas ideas, lo que no significa que no sean comerciales?. Ejemplos son sus rentables creaciones para firmas de moda como Lacoste, para la que dise?¨® un polo, o Adidas, con la que ha creado una colecci¨®n que saldr¨¢ a la venta la pr¨®xima primavera.
Sumado a la producci¨®n de su cat¨¢logo, su Design Studio Research vive un ritmo fren¨¦tico, ya que cada vez son m¨¢s las cadenas hoteleras que demandan su trabajo. Los dos m¨¢s recientes son el Vincci Bit de Barcelona, en cuya iluminaci¨®n ha colaborado junto con el estudio Cirici & Bass¨®, o el mobiliario de La Veranda, el restaurante del hotel Sans Souci de Viena. Ahora ultima el primer hotel en el que se ha embarcado en solitario. Se trata del nuevo Mondrian de la capital brit¨¢nica. Su ubicaci¨®n es el edificio de la compa?¨ªa Sea Containers, que pronto descubrir¨¢ 359 habitaciones orientadas al T¨¢mesis, adem¨¢s de restaurantes y spa. Pero de su interior lo ¨²nico que el creador deja entrever es que no ser¨¢ un?showroomde sus dise?os. ?Como en mi casa, seguir¨¢ una l¨ªnea de estilo victoriano, en la que hay piezas heredadas de mi abuela junto a otras que hemos comprado en viajes y otras que yo he hecho a mano?.
Cerca de este hotel, Dixon ha comprado una torre de agua del siglo XIX con vistas al cauce. ?De momento est¨¢ alquilada porque mi familia no se quiere mudar. Dicen que es un capricho muy masculino, aunque para m¨ª ha sido la realizaci¨®n de un sue?o. Eso s¨ª deber¨ªa ser una moda permanente, comportarnos fuera de toda l¨®gica?.