Un mundo de cu?ados, por Javier Calvo
?Los perfiles de Facebook que nos hunden en la miseria no son reflejos, sino selecciones ¨¦picas?
Si usan ustedes Internet, lo m¨¢s seguro es que hayan visto mencionadas algunas de esas investigaciones recientes que alertan del riesgo de infelicidad que entra?a Facebook. El fen¨®meno, como todo, ya tiene nombre, y se conoce como Envidia de Facebook (Facebook Envy), un t¨¦rmino que tiene interesantes ecos de la Envidia de pene de la que hablaba Freud.
En el a?o 2012, un estudio realizado por la Universidad de Gotemburgo que tomaba como muestra a 1.011 usuarios de la red hac¨ªa saltar las alarmas indicando que el uso de Facebook pod¨ªa provocar un descenso de la autoestima de...
Si usan ustedes Internet, lo m¨¢s seguro es que hayan visto mencionadas algunas de esas investigaciones recientes que alertan del riesgo de infelicidad que entra?a Facebook. El fen¨®meno, como todo, ya tiene nombre, y se conoce como Envidia de Facebook (Facebook Envy), un t¨¦rmino que tiene interesantes ecos de la Envidia de pene de la que hablaba Freud.
En el a?o 2012, un estudio realizado por la Universidad de Gotemburgo que tomaba como muestra a 1.011 usuarios de la red hac¨ªa saltar las alarmas indicando que el uso de Facebook pod¨ªa provocar un descenso de la autoestima del usuario.
Meses m¨¢s tarde, un estudio conjunto realizado sobre una muestra de 600 usuarios por soci¨®logos de las universidades de Humboldt y Darmstadt, ambas en Alemania, se?alaba por primera vez la envidia como origen de la infelicidad de muchos usuarios de Facebook.
Poco despu¨¦s, las universidades de Michigan y Lovaina (B¨¦lgica) profundizaron la investigaci¨®n siguiendo a 82 usuarios de Facebook durante un periodo prologado de tiempo. Los resultados confirmaron las investigaciones previas y arrojaron m¨¢s datos. Todos los estudios coinciden en las causas del fen¨®meno. La principal es que el usuario se compara a s¨ª mismo socialmente con sus amistades y se siente frustrado al verse menos exitoso social, profesional o familiarmente. La segunda causa de infelicidad es la ?falta de atenci¨®n? que percibes cuando poca gente te comenta o te pone un ?me gusta?. O cuando recibes menos atenci¨®n que otros.
Ante las muestras de ¨¦xito o felicidad ajenas, el usuario experimenta soledad, rabia y depresi¨®n. ?Pero con qu¨¦ frecuencia sucede esto? No es ninguna broma: seg¨²n la Universidad de Humboldt, le pasa a uno de cada tres usuarios. Facebook tiene 1.280 millones de usuarios. Hagan las cuentas.
?C¨®mo se puede paliar esta Envidia de Facebook? No se puede, por supuesto. No se puede restringir con leyes ni cambiando la configuraci¨®n de las redes. Seg¨²n los estudios, no hay ning¨²n grupo particular de riesgo, ni tampoco conductas nocivas que lo faciliten.
Una foto de tus hijos puede estar hundiendo en la miseria a una antigua compa?era de la escuela de primaria. ?De qui¨¦n es la culpa? De nadie. Las redes sociales son nuevas, pero el sentimiento es tan viejo como la humanidad. Es el ?monstruo de ojos verdes? del que hablaba Shakespeare. Todas las culturas nos hablan de ¨¦l.
??Padre!?, dice un famoso verso del Mahabharata, ??La prosperidad de mis primos me est¨¢ quemando por dentro! ?Ya no puedo comer, dormir ni vivir sabiendo que a ellos les va mejor que a m¨ª!?. Antes de Internet, ya exist¨ªa la t¨ªpica vecina repelente o el cu?ado irritante con el que coincid¨ªamos en una boda y nos ense?aba su deportivo nuevo para darnos envidia. Pero si Facebook se limita a amplificar una respuesta humana inevitable en toda reuni¨®n social ¨Cla envidia ante la prosperidad ajena¨C, ?c¨®mo haremos para sobrevivir emocionalmente en una ¨¦poca en que la red ha llevado al paroxismo la actividad social?
Un par de ideas ¨²tiles: la primera es que los perfiles de Facebook que nos hunden en la miseria no son reflejos, sino representaciones que hacen los usuarios de s¨ª mismos, o sea, selecciones a menudo ¨¦picas de lo mejor de la vida de cada cual (de la misma manera en que el cu?ado ha llevado a la boda una representaci¨®n de todos sus ¨¦xitos, gemelos de oro, deportivo y novia florero¡).
La segunda idea: seg¨²n los estudios, son m¨¢s proclives a deprimirse en las redes sociales quienes observan pasivamente lo que escriben y cuelgan los dem¨¢s. Cuanto m¨¢s activo sea uno, menos envidia y depresi¨®n sentir¨¢.