Un trozo de pan
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Pan, del lat¨ªn panis, derivado del indoeuropeo pa, que significa comer o proteger. Pain, p?nnu, pfanne, buk?, brot, bread. Todos los nombres que se utilizan para denominar este alimento son pr¨¢cticamente monos¨ªlabos. As¨ª pasa con muchos de los productos que representan bienes fundamentales de una cultura: sus nombres son sencillos y es de las primeras palabras que aprende a repetir un ni?o. El pan es la forma m¨¢s b¨¢sica de alimentaci¨®n procesada por el hombre. Harina y agua. Como tal, lo ha acompa?ado a lo largo de la historia, sin importar el continente, la climatolog¨ªa, la cultura o la clase social: el pan ha estado presente en todos aquellos lugares habitados por el ser humano, y en todos ellos ha sido un s¨ªmbolo identitario, una huella cultural. Ofrenda a los dioses (en la tumba de Rams¨¦s III hab¨ªa dibujadas escenas de elaboraci¨®n de pan), moneda de cambio, motor de desarrollo de las diferentes sociedades, protagonista de par¨¢bolas religiosas, sujeto de expresi¨®n art¨ªstica. Napole¨®n contaba en sus tropas con una divisi¨®n de panaderos, los sapeurs blancs, responsables de asegurar la provisi¨®n de pan de sus ej¨¦rcitos.
A pesar de ser un elemento com¨²n a todos los estratos sociales, hasta de harina y agua se sirve el hombre para crear jerarqu¨ªas. Harina blanca para los ricos, harinas oscuras como el centeno, para los pobres. En Egipto, se dice que las clases bajas se alimentaban pr¨¢cticamente a base de pan, y que incluso se pod¨ªa encontrar arena del desierto en la propia masa, lo que llevar¨ªa a un desgaste generalizado del esmalte de los dientes de los m¨¢s pobres. Por supuesto, los faraones desarrollaron sistemas de refinado de la harina.
El pan siempre ha tenido connotaciones de uni¨®n: en la mesa se comparte el pan, y con pan se atienden las necesidades de los m¨¢s desfavorecidos. Dar pan a quien lo necesita equivale a tener benevolencia con el pr¨®jimo y a hacerse cargo de sus miserias. Otro atributo del pan es su universalidad. No todo el mundo ha comido marisco, pero todo el mundo se ha deleitado con un trozo de pan. He o¨ªdo a gente decir que no le gusta el agua (?el agua!), pero no conozco a nadie a quien no le guste el pan. En su libro Celebration Breads: Recipes, Tales and Traditions (Panes para celebrar: recetas, historias y tradiciones), Betsy Oppenneer reflexiona de la siguiente manera: ¡°Desde el matz¨¢ sin levadura de Pesaj hasta el stollen alem¨¢n de Navidad, desde los panecillos brit¨¢nicos horneados el Viernes Santo hasta el kolach ruso horneado para cualquier ocasi¨®n especial, el pan en sus m¨²ltiples formas une a las personas, vinculando tradiciones y generaciones¡±.
El korovai es uno de los panes m¨¢s conocidos de Ucrania, reservado para ocasiones especiales. Se trata de un pan horneado para celebrar un matrimonio. Elaborado con trigo, este pan trenzado se adorna con numerosos elementos elaborados con la misma masa, que lo convierten en una obra de arte comestible. Dos p¨¢jaros representan a la pareja, y el resto de elementos que lo ornamentan (soles o lunas, ¨¢rboles, objetos preciosos) tienen un significado m¨ªstico. El pan es elaborado por mujeres cercanas a la novia en la casa de esta el d¨ªa de la misma boda. Curiosamente, en Rusia tambi¨¦n disfrutan en comunidad del korovai para exaltar y celebrar el poder de la uni¨®n. Ojal¨¢ el mundo fuese tan sencillo como una mezcla de harina y agua.