As¨ª planea Netflix ¡®robarle¡¯ las estrellas al cine
Brad Pitt, Will Smith o Angelina Jolie estrenar¨¢n sus pr¨®ximos proyectos en la plataforma de ¡®streaming¡¯. ?Estamos ante el fin de la industria tal y como la conocemos?
A finales de la d¨¦cada de los setenta, cuando los reproductores de v¨ªdeo comenzaban a multiplicarse en las casas brit¨¢nicas, The Buggles lanzaron su primer single. El tema pretend¨ªa aventurar el cambio que acechaba a la industria de la m¨²sica. Y vaya si lo hizo. Video Killed The Radio Star fue lo m¨¢s escuchado en las listas de todo el mundo (tambi¨¦n en Espa?a) y la cadena MTV la eligi¨® para inaugurar el canal all¨¢ por 1981. Ahora, 36 a?os despu¨¦s, la simbolog¨ªa de la canci¨®n altera los factores pero no el producto. ...
A finales de la d¨¦cada de los setenta, cuando los reproductores de v¨ªdeo comenzaban a multiplicarse en las casas brit¨¢nicas, The Buggles lanzaron su primer single. El tema pretend¨ªa aventurar el cambio que acechaba a la industria de la m¨²sica. Y vaya si lo hizo. Video Killed The Radio Star fue lo m¨¢s escuchado en las listas de todo el mundo (tambi¨¦n en Espa?a) y la cadena MTV la eligi¨® para inaugurar el canal all¨¢ por 1981. Ahora, 36 a?os despu¨¦s, la simbolog¨ªa de la canci¨®n altera los factores pero no el producto. Una transformaci¨®n radical acecha al sector del entretenimiento, que jubilar¨¢ para siempre el t¨¦rmino ¡°estrella de cine¡± para definir a los actores m¨¢s exitosos del momento. Porque estos ya no son patrimonio exclusivo de las salas de exhibici¨®n, ahora las plataformas de streaming quieren su custodia. 2017 se vislumbra como el a?o del principio del fin de la industria, con proyectos de int¨¦rpretes tan importantes como Brad Pitt, Angelina Jolie y Jake Gyllenhaal estrenados directamente en internet. Desembolsando para ello cantidades millonarias y anticipadas, una oferta imposible de rechazar para sus creadores. Netflix Killed The Movie Star.
El actor que est¨¢ cambiando nuestra forma de entender la exhibici¨®n de pel¨ªculas no es otro que el c¨®mico Adam Sandler. ?l fue el primero en firmar un contrato de exclusividad con Netflix en 2014 mediante el cual sus siguientes pel¨ªculas se distribuir¨ªan solo en la plataforma. Esta figura odiada y querida (?a partes iguales?) ha estrenado dos de ellas hasta ahora, The Ridiculous 6 y The Do-Over. Masacradas por la cr¨ªtica, tremendos ¨¦xitos de p¨²blico. Ahora la plataforma ha anunciado un nuevo acuerdo con Sandler por otras cuatro pel¨ªculas, que producir¨¢ y emitir¨¢ de forma exclusiva. El actor, que estrenar¨¢ en unos d¨ªas su ¨²ltima comedia, Sandy Wexler, se asegura as¨ª que su trabajo pueda ser disfrutado por m¨¢s de 93 millones de suscriptores en 190 pa¨ªses. Por otro lado, reniega del sistema tradicional de salas que lo convirti¨® en la estrella que es hoy en d¨ªa, recaudando sus pel¨ªculas cerca de tres mil millones de euros en conjunto. Netflix se garantiza un contenido premium, apostando tambi¨¦n por los estrenos simult¨¢neos en todo el mundo. El montante econ¨®mico del nuevo acuerdo no se ha hecho p¨²blico.
El caso de Sandler es un hecho sintom¨¢tico pero las razones para anticipar el cambio se sustentan en los otros pesos pesados que seguir¨¢n su camino. El 26 de mayo se estrena War Machine, una s¨¢tira sobre el papel de Estados Unidos en la guerra de Afganist¨¢n protagonizado por Brad Pitt y por la que Netflix desembols¨® 60 millones de d¨®lares. Hasta entonces, los usuarios podr¨¢n disfrutar de lanzamientos protagonizados por estrellas como Robert Redford (The Discovery) y Jake Gyllenhaal (Okja), o la esperada adaptaci¨®n en imagen real del popular manga Death Note. Para ver lo nuevo de Angelina Jolie como directora, First they killed my father, basado en el genocidio perpetrado por Pol Pot en Camboya, tendremos que ser usuarios de Netflix. Y hasta uno de los actores m¨¢s taquilleros de la historia del cine, Will Smith, ignorar¨¢ el sistema tradicional en Bright, un thriller futurista de ciencia-ficci¨®n dirigido por David Ayer (Escuadr¨®n Suicida). La compra de los derechos de este filme por valor de 90 millones de d¨®lares supuso todo un r¨¦cord en la industria.
¡°Cualquier otra forma de entretenimiento est¨¢ disponible a sus consumidores d¨®nde y cu¨¢ndo desean. Perpetuar el viejo sistema de las ventanas de explotaci¨®n no es interesante para nosotros¡±, afirm¨® el jefe de contenidos de Netflix y responsable del plan, Ted Sarandos. La plataforma tambi¨¦n adquiri¨® los derechos de la gran triunfadora del festival de Sundance de este a?o, Mudbound. Un drama de ¨¦poca protagonizado por Carey Mulligan y Garrett Hedlund que la cr¨ªtica ya sit¨²a como favorita en la carrera por la estatuilla. La pr¨®xima edici¨®n de los Oscar podr¨ªa ser trascendental si los acad¨¦micos premian por primera vez un filme estrenado en streaming. Todo un hito.
La entrada de un actor tan agresivo en el negocio cinematogr¨¢fico supone una indiscutible perturbaci¨®n en el sector. No solo por su poder econ¨®mico, sino porque las reglas del juego tienen que cambiar. Mientras que las productoras tradicionales pujan por las pel¨ªculas sin dilucidar su rentabilidad posterior, Netflix puede permitirse grandes dispendios porque el riesgo es cero. Sus espectadores ya est¨¢n en la sala (sof¨¢) y han pagado su entrada (suscripci¨®n mensual). Los productores y el equipo art¨ªstico en cuesti¨®n reciben la remuneraci¨®n econ¨®mica de forma anticipada, antes de rodar el primer plano, sin tener que rezar por un ¨®ptimo estreno en taquilla. Por otra parte, al eliminarse el factor riesgo se acaba tambi¨¦n con el factor sorpresa. Si el filme en cuesti¨®n se convierte en un taquillazo inesperado como El discurso del rey o Intocable, sus creadores no obtendr¨¢n ninguna rentabilidad extra. ¡°Los cineastas nunca sabr¨¢n lo que podr¨ªan haber ganado. Si 5 personas o 5 millones de personas ven la pel¨ªcula la remuneraci¨®n ser¨¢ la misma para ellos¡±, escribe la periodista Dorothy Pomerantz en Forbes.
Otro de los aspectos problem¨¢ticos de esta estrategia tiene lugar en aquellos pa¨ªses, como Espa?a, en los que su masa de abonados es muy minoritaria. El fichaje de estrellas globales como Brad Pitt y Will Smith busca paliar esta circunstancia, llamando la atenci¨®n del cin¨¦filo que sigue considerando el streaming una opci¨®n ex¨®tica y/o inalcanzable para su sapiencia tecnol¨®gica. Hasta ahora, el estreno en salas comerciales de pel¨ªculas originales de Netflix, como Beasts of No Nation y la secuela de Tigre y Drag¨®n, era un requisito anecd¨®tico y casi obligado para poder optar a premios. ?Cambiar¨¢ eso con estrenos tan potentes como War Machine y Bright?, ?seguir¨¢ Netflix el ejemplo de Amazon (primero en cines, despu¨¦s VOD) y combinar¨¢ en nuestro pa¨ªs internet y salas con mayor fuerza que en otros pa¨ªses? De momento, y por lo visto hasta ahora, la respuesta m¨¢s obvia ser¨ªa negativa. 7 a?os, la ¨²ltima pel¨ªcula de lo que podr¨ªamos considerar una estrella patria, Paco Le¨®n, se estren¨® exclusivamente en Netflix y su repercusi¨®n entre los espectadores nacionales ha sido m¨¢s que ef¨ªmera.
Al mismo tiempo que Netflix se erige como dinamitador, otros grandes directores est¨¢n levantando las voces para luchar contra su poder. A la resistencia liderada por cineastas como Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson se les han unido esta semana otros dos colegas que estrenar¨¢n nuevo trabajo en los pr¨®ximos meses: Christopher Nolan y Sofia Coppola. En el marco de la feria CinemaCon, Nolan fue noticia por su petici¨®n a los potenciales espectadores de su ¨²ltimo filme b¨¦lico, Dunkerque, para que lo disfrutaran en el cine: ¡°Es una historia que necesita la suspensi¨®n de la realidad, transportarte a una situaci¨®n llena de suspense y hacerte sentir como si estuvieras all¨ª. Y la ¨²nica manera de conseguirlo es la distribuci¨®n cinematogr¨¢fica¡±. Coppola, que pronto estrenar¨¢ La Seducci¨®n con Colin Farrell y Nicole Kidman, afirm¨® que su pel¨ªcula se hizo pensando en la proyecci¨®n en salas, por lo que deb¨ªa verse all¨ª. En declaraciones a Deadline, Sarandos tambi¨¦n tiene contestaci¨®n para la bancada de la oposici¨®n: ¡°Es divertido. Muchos directores hablar¨¢n sobre las pel¨ªculas que les gustan, que les influenciaron de verdad y les hicieron convertirse en cineastas, y en casi todos los casos vieron esa pel¨ªcula en su hogar en una cinta VHS¡±. La guerra fr¨ªa en la industria ya ha afectado al lanzamiento en nuestro pa¨ªs de filmes tan medi¨¢ticos como 20th Century Women, nominada a mejor pel¨ªcula en los pasados Globos de Oro, y cuyo estreno parece que saltar¨¢ directamente a Internet.
El cambio de paradigma ya se ha tomado sus primeras v¨ªctimas. De los seis grandes estudios internacionales, hasta tres de ellos (Paramount, Fox y Sony) han despedido recientemente a sus m¨¢ximos responsables. En Estados Unidos se venden ahora menos entradas de cine que hace una d¨¦cada y los beneficios de los estudios han ca¨ªdo, seg¨²n Los Angeles Times, hasta un 15% en un a?o. El comportamiento de la audiencia ha cambiado y las pel¨ªculas de presupuesto medio son su mayor v¨ªctima. Solo las producciones multimillonarias, franquicias-evento como Star Wars, Marvel y DC, Pixar, Fast & Furious o cl¨¢sicos Disney como La Bella y La Bestia, consiguen el respaldo mayoritario de la audiencia. El resto de pel¨ªculas son consideradas carne de streaming y el p¨²blico decide esperar a que est¨¦n disponibles en la plataforma. Un mantra que Sarandos parece conocer muy bien: ¡°Hay gente que piensa que una pel¨ªcula no es una pel¨ªcula hasta que no est¨¢ en el cine, y hay una generaci¨®n justo detr¨¢s de nosotros que piensa que una pel¨ªcula no es una pel¨ªcula hasta que no puede verla en streaming¡±. Con las de Adam Sandler no tendr¨¢n ning¨²n problema.