?Por qu¨¦ el punk sigue fascinando?
Muestras de moda y arte, reediciones de discos m¨ªticos y los movimientos protesta: la corriente revive el no future de los 70.
Un 26% de paro en Espa?a, una ca¨ªda del 25% de la producci¨®n en Italia, casi un tercio de la poblaci¨®n bajo el umbral de la pobreza en Grecia. El mundo nunca estuvo m¨¢s preparado para un renacer punk; ideol¨®gico, musical y est¨¦tico. Ah¨ª est¨¢n la reedici¨®n del m¨ªtico Broken English de Marianne Faithfull y el pr¨®ximo disco de Iggy Pop, que sonar¨¢ muy setentas. ?Como todos los movimientos, tiene tres patas: m¨²sica, imagen y filosof¨ªa. El g¨¦nero musical sigue vivo. Con las ideas es m¨¢s dif¨ªcil; son difusas. Y el p¨²blico siempre lo ha relacionado con la est¨¦tica, no con los valores?, rec...
Un 26% de paro en Espa?a, una ca¨ªda del 25% de la producci¨®n en Italia, casi un tercio de la poblaci¨®n bajo el umbral de la pobreza en Grecia. El mundo nunca estuvo m¨¢s preparado para un renacer punk; ideol¨®gico, musical y est¨¦tico. Ah¨ª est¨¢n la reedici¨®n del m¨ªtico Broken English de Marianne Faithfull y el pr¨®ximo disco de Iggy Pop, que sonar¨¢ muy setentas. ?Como todos los movimientos, tiene tres patas: m¨²sica, imagen y filosof¨ªa. El g¨¦nero musical sigue vivo. Con las ideas es m¨¢s dif¨ªcil; son difusas. Y el p¨²blico siempre lo ha relacionado con la est¨¦tica, no con los valores?, recuerda Javier Garc¨¦s, presidente de la Asociaci¨®n de Estudios Psicol¨®gicos y Sociales.
Los museos lo saben; por eso este 2013 han orquestado un regreso visual a golpe de muestra: Chaos To Couture en el Met; Linder Sterling en el Museo de Arte Moderno de Par¨ªs o Perder la forma humana. Una imagen s¨ªsmica de los a?os ochenta en Am¨¦rica Latina, en el Reina Sof¨ªa de Madrid. Los aleda?os de esta corriente tambi¨¦n renacen: ?El Glam fue su antesala y plante¨® cuestiones actuales como la transexualidad?, asegura Darren Pih, comisario de Glam! (Tate de Liverpool).
Este movimiento, nacido entre 1974 y 1976, vende, aunque esa rentabilidad suponga una contradicci¨®n. Su tir¨®n comercial podr¨ªa estar detr¨¢s de la exhibici¨®n del Met. Schiaparelli y Prada: conversaciones imposibles cerr¨® con una cifra de visitantes nimia: 339,838 frente a los 661.509 de Alexander McQueen el a?o anterior. ?La democracia de este estilo es incompatible con la autocracia de la moda. Pero los modistos capturan la rebeli¨®n con su est¨¦tica?, cuenta Andrew Boton, comisario. A muchos les gustar¨ªa que esta muestra, llena de imperdibles y tachuelas, supusiera un revulsivo para la moda neoyorquina. ?Sorprende la falta de imaginaci¨®n. En Europa sobra talento, pero la mediocridad [de nuestra semana de la moda] es inquietante?, escrib¨ªa hace poco Cathy Horyn, jefa de Moda de The New York Times.
Sid Vicious en 1977
Courtesy of The Metropolitan Museum of Art.
No solo regresan sus formas, tambi¨¦n su activismo de base. ?Los trabajos y la filosof¨ªa de Linder est¨¢n hoy m¨¢s vigentes que nunca. En plena crisis, es necesario volver a trabajar como ella, sin medios ni asistentes?, nos explica Emmanuelle de L¡¯ ?cotais, comisaria de la retrospectiva con los?collages?de la artista inglesa sobre la pornograf¨ªa.
Una imagen s¨ªsmica... es punk hasta en su concepci¨®n. ?Analizamos los v¨ªnculos entre el arte y la pol¨ªtica en Am¨¦rica Latina en los 80 durante la represi¨®n?, cuenta a?S?Moda?Ana Longoni, una de las comisarias. Y a?ade: ?Las obras para denunciar las desapariciones o el terrorismo de Estado emplean el lenguaje punk. Hoy renacen a la luz de la situaci¨®n actual de Espa?a. Sus ecos permiten idear nuevos modos de imaginaci¨®n pol¨ªtica?.
Ah¨ª est¨¢ el 15 M, las revueltas de Grecia, el movimiento Tomemos Wall Street y las?performances?de las Pussy Riot, condenadas a dos a?os de c¨¢rcel por su oposici¨®n a la autocracia de la Rusia de Putin. O el documental?The punk Syndrome,?sobre una banda de m¨²sicos con problemas de aprendizaje, que critica la exclusi¨®n social a la que los han llevado las pol¨ªticas conservadoras de Finlandia.
?Naci¨® en los 70, se populariz¨® en los 80 e hibern¨® en los 90 y 2000. Solo sobrevivieron sus formas. Con la crisis, resucita porque refleja la condici¨®n precaria de los j¨®venes. Ya no se trata de un punk simplista, sino de un punk global y virtual?, afirma Carles Feixa, catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa Social en la Universidad de Lleida. ?La cultura y el?software?libres entroncan con las ideas antisistema de los 70?, razona Garc¨¦s. Y es que los blogs son los nuevos fanzines. ?Los adolescentes han redescubierto este movimiento. El futuro que no exist¨ªa lleg¨®?, sentencia Feixa.