Rachel Bloom o el ¡®problema¡¯ de no ser una talla 34 en la alfombra roja
No es la primera vez que la creadora y protagonista de ¡®Crazy Ex Girlfriend¡¯, que se compr¨® su vestido de Gucci para la gala, expone las diatribas de vestirse en temporada de premios.
Rachel Bloom es la creadora, guionista y protagonista de Crazy Ex Girlfriend, la serie musical disponible en Netflix que supuso toda una revoluci¨®n en la parrilla televisiva por humanizar y empatizar con el arquetipo m¨¢s maltratado de la cultura pop: el de la ex pirada. Nominada a los Emmy de 2016 y a los pasados Globos de Oro por su papel en la serie, la showrunner y c¨®mica ¨Cque se hizo popular por sus parodias musicales en YouTube (...
Rachel Bloom es la creadora, guionista y protagonista de Crazy Ex Girlfriend, la serie musical disponible en Netflix que supuso toda una revoluci¨®n en la parrilla televisiva por humanizar y empatizar con el arquetipo m¨¢s maltratado de la cultura pop: el de la ex pirada. Nominada a los Emmy de 2016 y a los pasados Globos de Oro por su papel en la serie, la showrunner y c¨®mica ¨Cque se hizo popular por sus parodias musicales en YouTube (Fuck me Ray Bradbury o Pictures of your dick, entre otras)¨C explic¨® a su paso por la alfombra roja de la gala de los Emmy del pasado domingo que ella misma se hab¨ªa comprado su vestido.
Que ella desembolsara los 3.500 euros que cuesta su Gucci con cuerpo en encaje negro y transparencias es algo muy poco habitual en las galas de premios. ?Me lo puedo pagar?, dijo a los presentadores de la alfombra roja sobre su vestido. Para los reci¨¦n llegados que desconozcan el negocio del lujo en las galas de premios, las firmas de moda suelen prestar sus vestidos y joyas a las estrellas para que promocionen su marca. Bloom, seg¨²n explic¨® a los conductores de los diferentes programas, ya tuvo problemas en el pasado para que alguna firma le cediese alg¨²n un vestido, as¨ª que este a?o se lo ha comprado. ?Es dif¨ªcil encontrar sitios que me dejen vestidos porque no soy una talla 34, pero me lo puedo pagar, as¨ª que est¨¢ bien?, aclar¨®, tal y como ha recogido Racked.
Bloom coment¨® a los conductores que despu¨¦s vender¨¢ su vestido en TheRealReal, una web de venta de segunda mano de lujo estadounidense. La int¨¦rprete, que visti¨® de Cristian Siriano en la gala de los Globos de Oro de 2016 (el dise?ador que viste a las que nadie quiere vestir), ya explic¨® el a?o pasado durante la temporada de premios que ella misma hab¨ªa encargado alguno de los vestidos que luc¨ªa ?bajo dos capas de fajas spanx?.
Seg¨²n cont¨® a Elle, ?la moda siempre me ha generado estr¨¦s, porque no s¨¦ c¨®mo vestirme?, dijo. ?Soy bajita, tengo muchas tetas y no entiendo la funci¨®n de un cintur¨®n?. De hecho, ella misma explic¨® en un gag c¨®mo funciona todo esto de la magia de la alfombra roja de Hollywood en un sketch c¨®mico para la serie Adam Ruins Everything. ?A veces, el dise?ador puede negarse a ceder un vestido si esa persona no encaja en su filosof¨ªa de marca o tiene el cuerpo equivocado?.
No es la primera vez que una actriz se compra su vestido para la alfombra roja. Bryce Dallas Howard, protagonista de Jurassic World, acudi¨® a la pasada edici¨®n de los Globos de Oro con un Jenny Packham que ella misma desembols¨® en los grandes almacenes Neiman Marcus. No especific¨® que ninguna marca hubiera rechazado vestirla pero s¨ª apunt¨®: ?Me gusta tener muchas opciones para una talla 6 (es decir, una 38 en Europa) en vez de una sola propuesta. Por eso siempre voy a los grandes almacenes?. Todav¨ªa queda mucha temporada de premios para saber qui¨¦n ser¨¢ la siguiente.