Rankin: ?Me esforc¨¦ mucho en hacer re¨ªr a Isabel II en aquella famosa sesi¨®n?

?Esto no es una revista?, rezaba el titular de portada del primer n¨²mero de Dazed and Confused. De aquello han pasado 28 a?os, pero Rankin, cofundador de la m¨ªtica cabecera junto a Jefferson Hack, sigue teniendo la misma opini¨®n sobre las publicaciones de estilo de vida. ?No creo que el papel vaya a morir, pero si la gente se gasta el dinero en una revista tiene que sentirse representado. Creo en el riesgo y en transmitir puntos de vista ¨²nicos, no en la ambici¨®n de alcanzar grandes audiencias, porque eso, con Internet, no existe ya en este negocio?, ...

?Esto no es una revista?, rezaba el titular de portada del primer n¨²mero de Dazed and Confused. De aquello han pasado 28 a?os, pero Rankin, cofundador de la m¨ªtica cabecera junto a Jefferson Hack, sigue teniendo la misma opini¨®n sobre las publicaciones de estilo de vida. ?No creo que el papel vaya a morir, pero si la gente se gasta el dinero en una revista tiene que sentirse representado. Creo en el riesgo y en transmitir puntos de vista ¨²nicos, no en la ambici¨®n de alcanzar grandes audiencias, porque eso, con Internet, no existe ya en este negocio?, comenta. El ¨¦xito de Dazed permiti¨® a Rankin fundar otras dos revistas alternativas (Another Magazine en 2001 y Hunger en 2011), pero sobre todo le convirti¨® en uno de los fot¨®grafos m¨¢s importantes del mundo.

Ha retratado a cualquier celebridad imaginable, de Kate Moss a Madonna pasando por la reina Isabel II, a quien logr¨® fotografiar con una pose distendida y la Union Jack de fondo, una actitud m¨¢s cercana a la de una estrella del Brit Pop que a la de una monarca asociada al rigor y la disciplina. ?Me esforc¨¦ mucho en hacerle re¨ªr durante la sesi¨®n. Al final, aunque la Casa Real quer¨ªa la opci¨®n del trono, ella eligi¨® la de la bandera?, cuenta el fot¨®grafo. Esa idea, la de quitarle gravedad a la imagen e insinuar la humanidad del personaje, es su se?a de identidad. ?Creo que despu¨¦s de todos estos a?os si ves mi trabajo, sobre todo mis retratos, sabes de alg¨²n modo que son m¨ªos. Hablo con los protagonistas e intento que se relajen, es un trabajo conjunto. Cuando ves un buen retrato no miras la foto, miras a la persona. O, al menos, as¨ª me gustar¨ªa que vieran mi obra?, explica. Por eso, Rankin no est¨¢ c¨®modo con el clich¨¦ asociado a la fotograf¨ªa de moda. ?Siempre he intentado mostrar que puede hacerse sin tirar de los prejuicios facilones que rodean a este sector?, opina. De hecho, su ¨²ltimo libro se titula muy a prop¨®sito Unfashionable (Rizzoli, 2018).

Hasta el 24 de febrero, Rankin expone en la galer¨ªa 29 Arts in Progress de Mil¨¢n lo mejor de su muy prol¨ªfico trabajo. ?Fue dif¨ªcil hacer la selecci¨®n. He querido contar la forma de mi trabajo de la manera m¨¢s clara posible, da igual si es fotograf¨ªa de moda, art¨ªstica o retratos?, cuenta. La muestra, llamada From portraiture to fashion, cambiar¨¢ tres veces de contenido a lo largo de estos meses. ?Es el ¨²nico modo de mantener fresco un evento de estas caracter¨ªsticas?, apunta. ?l mismo se encargar¨¢ adem¨¢s de retratar a los visitantes en distintas fechas. ?Con una Polaroid peque?a. La idea es establecer una conexi¨®n real con las im¨¢genes, la audiencia y los personajes?.

Por supuesto, este no es el ¨²nico proyecto que Rankin ha puesto en marcha en los ¨²ltimos meses. Hace una d¨¦cada entr¨® en el mundo del v¨ªdeo y firm¨® clips para Robin, Rita Ora o Miley Cyrus. Suyos son tambi¨¦n los spots sobre ¡®belleza real¡¯ que dieron fama mundial a la marca cosm¨¦tica Dove. ?Ahora estamos inmersos en trabajos para Rolls Royce y Unilever?, apunta. Si habla en plural es porque hace dos a?os Rankin mont¨® su propia productora, en la que trabajan m¨¢s de una decena de creativos. ?Cuando empezaba, sobre todo en la ¨¦poca de Dazed, todos nos cre¨ªamos artistas y ten¨ªamos luchas de egos. Ahora esto me parece impensable?, dice. Es m¨¢s, recientemente ha creado tambi¨¦n Tonic, una agencia que apoya a fot¨®grafos emergentes y se ha visto envuelto en distintos proyectos ben¨¦ficos, como el que realiz¨® el pasado octubre: un v¨ªdeo con Meghan, Harry, Kate y William enfocado a visibilizar los problemas de salud mental. Parece que, pese a ser escoc¨¦s, la familia real le tira mucho.