?Me pagaban much¨ªsimo por engordar?: el caso de Rebel Wilson o por qu¨¦ es hora de que Hollywood entierre el clich¨¦ de la gorda graciosa

Coincidiendo con su 40 cumplea?os, la actriz Rebel Wilson ha decidido cambiar su vida por completo. La int¨¦rprete australiana, conocida por su trabajo en comedias como Dando la nota, ha sorprendido al reaparecer p¨²blicamente con 25 kilos menos. Una transformaci¨®n f¨ªsica que viene acompa?ada de una impactante confesi¨®n: las presiones para que mantuviera ¨Co incluso incrementara¨C su sobrepeso (lleg¨® a alcanzar los 105 kilos) con tal de seguir protagonizando comedias. ¡°Ten¨ªa un trabajo en el que me pagaban much¨ªsimo dinero por estar m¨¢s gorda¡±, declar¨® en...

Coincidiendo con su 40 cumplea?os, la actriz Rebel Wilson ha decidido cambiar su vida por completo. La int¨¦rprete australiana, conocida por su trabajo en comedias como Dando la nota, ha sorprendido al reaparecer p¨²blicamente con 25 kilos menos. Una transformaci¨®n f¨ªsica que viene acompa?ada de una impactante confesi¨®n: las presiones para que mantuviera ¨Co incluso incrementara¨C su sobrepeso (lleg¨® a alcanzar los 105 kilos) con tal de seguir protagonizando comedias. ¡°Ten¨ªa un trabajo en el que me pagaban much¨ªsimo dinero por estar m¨¢s gorda¡±, declar¨® en The Sun, corroborando despu¨¦s que el episodio le hab¨ªa afectado mentalmente. Su denuncia ha copado los titulares por ser una prueba fehaciente de la perpetuaci¨®n del sobrepeso como una cualidad humor¨ªstica en s¨ª misma, un clich¨¦ que se remonta cien a?os en la industria cinematogr¨¢fica y que, en pleno 2020, la meca del cine deber¨ªa desterrar para siempre.

Si Hollywood se ha se?alado hist¨®ricamente por haber sometido a sus grandes estrellas a estrictos patrones para que lucieran siempre perfectas, la confesi¨®n de Wilson revela el doble rasero con el que la industria trata a sus comediantes, anim¨¢ndolas a mantener su sobrepeso con tal de estirar el clich¨¦ de ¡®gordo gracioso¡¯. ¡°El cuerpo de estas mujeres se utiliza para risas baratas, como si una mujer con sobrepeso fuera un ser vulgar por naturaleza en su apariencia y comportamiento¡±, asegur¨® la periodista Sadaf Ahsan en Refinery29.

Rebel Wilson ha hecho carrera dando vida en repetidas ocasiones al mismo arquetipo, el de la amiga rellenita, torpe, simp¨¢tica y desenfrenada de la atractiva protagonista. En Mejor¡­ solteras con Dakota Johnson, en Timadoras compulsivas con Anne Hathaway o en la saga Dando la nota con Anna Kendrick, en la que interpret¨® hasta en tres ocasiones al personaje apodado sutilmente como Amy ¡°la Gorda¡±. Como explica en un podcast el presentador televisivo James Corden, otra caracter¨ªstica de estos personajes es que jam¨¢s conquistan o son conquistados sentimentalmente. ¡°En la ficci¨®n nunca le pareces a nadie atractivo. Si llegara un alien¨ªgena y tuviera que hacerse una idea del planeta viendo solo pel¨ªculas o series, pensar¨ªa que si est¨¢s gordo o eres demasiado grande ni puedes enamorarte ni puedes tener sexo¡±.

Amy Schumer o Melissa McCarthy (Cuerpos especiales, La boda de mi mejor amiga, Esp¨ªas) tambi¨¦n han recogido el testigo de un arquetipo que se remonta cien a?os hasta los tiempos de Oliver Hardy en El gordo y el Flaco. Despu¨¦s llegar¨ªan los Benny Hill, John Belushi o John Candy y, m¨¢s recientemente, los Zach Galifianakis, Jonah Hill o Seth Rogen. Este ¨²ltimo, cuya reciente p¨¦rdida de peso viene acompa?ada de su transformaci¨®n en gal¨¢n rom¨¢ntico (Casi imposible), se sincer¨® con su sarcasmo habitual a este respecto: ¡°Os habr¨¦is dado cuenta de que soy 5 kilos menos gracioso¡±. Un clich¨¦ tan rancio que incluso es homenajeado en series como La maravillosa se?ora Maisel, en la que la sofisticada int¨¦rprete Sophie Lennon (Jane Lynch) recurre a un disfraz de gorda para triunfar como monologuista sobre las tablas.

En una entrevista con el tabloide The Telegraph, la propia Wilson recuerda c¨®mo entendi¨® desde el comienzo de su carrera que su peso pod¨ªa ser una ventaja a la hora de hacerse un hueco en la industria. En su primera obra de teatro como autora se dio cuenta de que su compa?era de elenco ¨Cque pesaba m¨¢s que ella¨C se llevaba todo el benepl¨¢cito del p¨²blico: ¡°No s¨¦ si fue de forma consciente, pero recuerdo pensar: ¡®?C¨®mo puedo conseguir m¨¢s risas? Quiz¨¢ si estuviera m¨¢s gorda¡­¡¯ Y de repente estaba m¨¢s gorda y haciendo comedias¡±. Wilson defiende que su condici¨®n f¨ªsica fue un hecho diferenciador para destacar entre la normatividad de f¨ªsicos en el cine y hacer carrera. ¡°Cuando entr¨¦ en la oficina de mi agente por primera vez me mir¨® y dijo, ¡®Wow, no tenemos a nadie como t¨²¡¯. Y me firmaron al d¨ªa siguiente¡±. La predilecci¨®n de Wilson por este tipo de chistes, de los que ha hecho gala en diferentes entregas de premios, tambi¨¦n le ha valido las cr¨ªticas de la prensa por perpetuar arquetipos da?inos. ¡°Este tipo de bromas caducan muy pronto y son muy inc¨®modas¡±, public¨® la revista Forbes. ¡°Si la intenci¨®n es crecer como actor y hacer que tu p¨²blico madure contigo, es hora de que aparquen la ¡®humorista gorda¡¯ y sean ¨²nicamente humoristas que resulta que est¨¢n gordas¡±, a?ade Ahsan.

La propia Amy Schumer declar¨® en un programa de la televisi¨®n brit¨¢nica que, cuando fue elegida para protagonizar su primera gran pel¨ªcula de estudio, la comedia rom¨¢ntica Y de repente t¨², la obligaron a perder peso porque ¡°si eres mujer en Hollywood y pesas m¨¢s de 63 kilos, a los espectadores les doler¨¢n los ojos cuando aparezcas en pantalla¡±. Una vez estrenado el filme, un cr¨ªtico cinematogr¨¢fico se refiri¨® a ella como la reci¨¦n llegada a ¡°la comunidad de rellenitos graciosos¡± del director Judd Apatow.

La denuncia revela las dos varas de medir con la que Hollywood ¡®eval¨²a¡¯ a sus actrices, seg¨²n el g¨¦nero cinematogr¨¢fico en el que se encuadren y sin importar las consecuencias que tales preceptos puedan tener para su salud. Decenas de int¨¦rpretes han denunciado durante a?os el fen¨®meno conocido como fat shaming, que alude a la ridiculizaci¨®n y discriminaci¨®n de los int¨¦rpretes por su peso. Una situaci¨®n que han denunciado incluso estrellas como Jennifer Lawrence, a la que le sugirieron que perdiera unos kilos para dar vida a la hero¨ªna Katniss Everdeen en Los juegos del hambre. O Amanda Seyfried, que confes¨® que si no se hubiera sometido a dieta y una rutina de ejercicio no hubiera conseguido su protagonista en ?Mamma Mia! Kate Winslet, Chloe Grace Moretz o Mary Elizabeth Winstead son otras de las estrellas han declarado haber sido discriminadas por su f¨ªsico. Una situaci¨®n que se potencia de forma inversa si sus roles consisten en hacer re¨ªr a la sala.