?A McQueen le habr¨ªa gustado que Kate Middleton lleve sus dise?os?
Sebasti¨¢n Pons, mano derecha del dise?ador, vuelve a la moda con Muchache, una colecci¨®n sin g¨¦nero ni talla. Charlamos con ¨¦l sobre la nueva propuesta, sus a?os en la revolucionaria firma y por qu¨¦ el liderazgo espa?ol en ¡®fast fashion¡¯ perjudica a la moda de autor.
Hace tiempo que Sebasti¨¢n Pons (Mallorca, 1972) no presenta una colecci¨®n, pero nunca ha llegado a abandonar del todo la moda. ?Es mi escudo protector ante la vida?, esgrime. Una existencia ¨Cprofesional y personal¨Cmarcada por su paso por Alexander McQueen, la firma que revolucion¨® y cambi¨® para siempre la moda del siglo XXI. Fue mano derecha y amigo del malogrado dise?ador ¨Cda buena cuenta de ello en el reci¨¦n estrenado documental McQueen¨C, aunque su nombre pueda haber pasado desapercibido para el gran p¨²blico. Tras cerrar su marca hom¨®mima en mitad d...
Hace tiempo que Sebasti¨¢n Pons (Mallorca, 1972) no presenta una colecci¨®n, pero nunca ha llegado a abandonar del todo la moda. ?Es mi escudo protector ante la vida?, esgrime. Una existencia ¨Cprofesional y personal¨Cmarcada por su paso por Alexander McQueen, la firma que revolucion¨® y cambi¨® para siempre la moda del siglo XXI. Fue mano derecha y amigo del malogrado dise?ador ¨Cda buena cuenta de ello en el reci¨¦n estrenado documental McQueen¨C, aunque su nombre pueda haber pasado desapercibido para el gran p¨²blico. Tras cerrar su marca hom¨®mima en mitad de la crisis ?con un pufo que no pod¨ªa pagar?, Pons vuelve con Muchache, una l¨ªnea de t¨²nicas que no entienden de g¨¦neros ni de tallas. Durante este tiempo fuera del circuito, en el que fallecieron su padre y su hermano, cambi¨® los patrones por la granja familiar para estar m¨¢s cerca de los suyos. Ahora, ?los planetas se han alineado? para lanzar esta peque?a firma que a¨²n no tiene tienda online y en la que todo lo hace ¨¦l. Hasta las fotos de la campa?a.
Aprovechamos su vuelta para reivindicar la figura de este espa?ol que un d¨ªa lleg¨® a Par¨ªs para perseguir, siempre al lado de su a?orado colega, el sue?o de dirigir una gran casa de alta costura como es Givenchy. Muchache, McQueen (Lee y Alexander), Zara, Vetements y Kate Middleton se suceden y entremezclan en nuestra conversaci¨®n. Un spoiler: aunque en el pasado se ha mostrado cr¨ªtico con la segunda etapa que atraviesa la firma Alexander McQueen, capitaneada ahora por Sarah Burton, el mallorqu¨ªn reconoce ahora el buen hacer de la brit¨¢nica y hasta la figura de la duquesa de Cambridge como embajadora real (figurada y literal) de la casa.
Las prendas de Muchache no tienen g¨¦nero. ?Desaparecer¨¢n del todo las etiquetas ¡®femenino¡¯ y ¡®masculino¡¯?
Es dif¨ªcil de predecir, pero lo que s¨ª s¨¦ es que hay que darle una vuelta de tuerca a todo. La moda tiene que ser m¨¢s democr¨¢tica, que no sea solamente para la gente con dinero y con un g¨¦nero o talla determinados.
Muchache termina en ¨Ce. ?Es una reivindicaci¨®n del g¨¦nero neutro en castellano como propone el colectivo LGTB+?
He cogido la idea de ah¨ª, pero yo no reivindico nada. Me encantaba la palabra ¡®muchacho/a¡¯ y para hacerla gen¨¦rica le puse la ¨Ce porque le iba al pelo al concepto de la l¨ªnea y porque es un debate candente en la sociedad.
Fuiste la mano derecha de Alexander McQueen. ?Se ha reconocido tu papel en la firma lo suficiente?
Quien me lo ten¨ªa que reconocer [dice en referencia al propio McQueen] me lo reconoci¨® y lo hizo en vida. No me interesa m¨¢s reconocimiento aparte del que me dio ¨¦l. Fue una magn¨ªfica persona conmigo, siempre alababa mi trabajo. Tuvimos nuestros m¨¢s y nuestros menos, como todos, pero haciendo balance fue una relaci¨®n muy positiva. Cuando debut¨¦ con mi propia marca, estuvo a mi lado y me apoy¨® financieramente y tambi¨¦n a nivel psicol¨®gico.
?Te cost¨® mucho decidirte a hablar de ¨¦l en el reci¨¦n estrenado documental McQueen?
Much¨ªsimo. No quer¨ªa caer en las garras de gente que quisiera hacer algo que no fuera en consonancia con lo que era ¨¦l. Tuve largas conversaciones con los directores y no me abr¨ª a ellos hasta que no los conoc¨ª bien. Al principio me ve¨ªa m¨¢s capacitado y una vez ya estaba metido en el ajo me emocion¨¦ much¨ªsimo. Vuelve la pena y tambi¨¦n la nostalgia al recordar los buenos momentos.
?El resultado refleja bien c¨®mo fue el dise?ador?
Cuando lo vi por primera vez me emocion¨® mucho. El resultado es bueno y creo que refleja bien las dos figuras: la persona (Lee) y Alexander McQueen (el personaje). Est¨¢ toda esa parte dram¨¢tica que narra la muerte de Isabella Blow y de la madre de McQueen, que ojal¨¢ no hubieran tenido que estar, porque todo lo dem¨¢s es tan bonito y tan inspirador¡ Pero es un reflejo de la vida misma y de lo que ocurri¨®.
?Te quedas con la persona o con el personaje?
Me quedo con los dos. Lo conoc¨ª como creador, pero mi favorito era Lee: una persona normal con mucho talento y una risa contagiosa y muy potente. Siempre estaba haciendo bromas. El personaje era otra historia.
Fuiste su mano derecha. ?Fue injusto no quedarte al frente de la firma tras su desaparici¨®n?
Para nada. La que estuvo dando el callo y trabajando de asistenta era Sarah (Burton, actual directora creativa) y era ella la que ten¨ªa que coger el mando. Si me lo hubiesen propuesto no s¨¦ si hubiera aceptado. Para m¨ª era muy importante su figura y no s¨¦ si me hubiese visto capacitado. Sarah est¨¢ demostrando colecci¨®n a colecci¨®n que era la persona adecuada. No tengo mucha relaci¨®n con ella, pero nos llamamos puntualmente. La ¨²ltima vez que nos reunimos el equipo de aquella ¨¦poca fue en 2015, en el quinto aniversario de la muerte de McQueen. Tuvimos una velada muy agradable en la que tambi¨¦n estuvo Anabelle Neilson (la musa de McQueen que falleci¨® hace unos d¨ªas). Recuerdo que jugamos a poner m¨²sica y adivinar de qu¨¦ desfile era la canci¨®n que sonaba.
En el documental, McQueen dice que le gustar¨ªa que la marca acabara con ¨¦l. ?Compartes su opini¨®n?
No. Creo que en el fondo ¨¦l s¨ª quer¨ªa que la firma continuara y dej¨® los cabos atados para que as¨ª fuera. Quer¨ªa crear un imperio a la altura del de Yves Saint Laurent y lo consigui¨®. Nunca hablamos de esto pero pondr¨ªa la mano en el fuego por que ¨¦l estar¨ªa contento de saber que la marca sigue, que est¨¢n haciendo cosas bonitas y que los n¨²meros les acompa?an.
La marca atraviesa una etapa muy distinta a la que vivi¨® con ¨¦l, menos espectacular.
S¨ª, pero la esencia sigue estando, aunque ahora veo una gran influencia de Sarah, como es l¨®gico. Los desfiles de McQueen eran espectaculares porque le sal¨ªan del alma. Alexander McQueen solo hab¨ªa uno y ser¨ªa una tonter¨ªa intentar hacer lo que ¨¦l hac¨ªa. Imag¨ªnate la presi¨®n de la pobre Sarah, lo que debe estar pasando esa chica. ?Sabes la responsabilidad que supone reemplazar a Alexander McQueen y que te comparen con ¨¦l?
La duquesa de Cambridge se ha convertido en la gran embajadora de la casa. ?Encaja con el ADN de la firma?
A m¨ª me encanta que lleve modelos de McQueen. No son los de la colecci¨®n sino piezas adaptadas o creadas para ella. Debe ser un orgullo para el equipo que una marca que empez¨® desde cero est¨¦ vistiendo a la realeza.
?Tambi¨¦n le hubiera gustado a McQueen?
S¨ª. Era gran amante de su pa¨ªs, de su cultura y te dir¨ªa que hasta de la realeza. Si te fijas en la colecci¨®n La chica que vive en el ¨¢rbol, sac¨® un vestido palabra de honor con un estampado de Isabel II. No s¨¦ si era mon¨¢rquico, pero desde luego no le hac¨ªa ascos a la monarqu¨ªa y acept¨® el nombramiento de Comendador de la Orden del Imperio Brit¨¢nico. Estaba muy orgulloso de que su pa¨ªs lo reconociera. Ojal¨¢ tuvi¨¦ramos eso en Espa?a.
?Cu¨¢l es la mayor carencia de la moda espa?ola?
La moda espa?ola se conoce mundialmente por el fast fashion. Ser l¨ªderes en ese terreno creo que no permite que lo seamos en la moda de autor y eso que aqu¨ª hay much¨ªsimo talento. Lo que pasa es que si los dise?adores venden sus chaquetas a 300 euros, los espa?oles piensan que por qu¨¦ van a pagar tanto si pueden ir a Zara y hacerse con una por 80. Eso s¨ª, tengo que decir que soy gran amante de la f¨®rmula de Inditex en s¨ª y a veces compro en Zara, pero hay cosas que no respeto. Ahora estoy intentando conseguir el n¨²mero de Amancio Ortega para hacerle una propuesta.
Yo no lo tengo, pero si quieres adelant¨¢rnosla¡
Es una propuesta revolucionaria. No te puedo contar lo que es pero pienso que el fast fashion espa?ol deber¨ªa apoyar m¨¢s el dise?o nacional.
Lorenzo Caprile confesaba a S Moda que admira a Amancio Ortega. ?T¨² tambi¨¦n?
En plan empresarial, s¨ª. En plan ¨¦tico te dir¨ªa que no lo puedo admirar. Pero en el sentido empresarial me arrodillo delante de ¨¦l porque su f¨®rmula es revolucionaria y engancha. Eso s¨ª, Zara lo han hecho los espa?oles que son los que compraron en un principio. Ojal¨¢ ahora fueran creando cosas genuinas con la gente s¨²per creativa que tenemos en este pa¨ªs. O concedieran becas y ayudas para los j¨®venes dise?adores que est¨¢n luchando para no tener que cerrar.
Acostumbrado a la teatralidad y dramatismo de los dise?os de McQueen y de tu propia marca, ?qu¨¦ opinas del ¨¦xito de firmas como Vetements y la locura por el street wear de lujo?
Sinceramente no entiendo ese rollo de vender sudaderas a mil euros y zapatillas a 300. Ll¨¢mame antiguo pero yo valoro mucho el dise?o, el corte, la tela¡ Estas marcas solo trabajan el logo y lo pagas a coj¨®n de obispo. Es una f¨®rmula que funciona con los millennials y todos mis alumnos [es director de proyectos creativos del IED en Barcelona] son superfans, pero yo no s¨¦ qu¨¦ le ven. Y lo que est¨¢n haciendo con Balenciaga ya es de apaga y v¨¢monos. Crist¨®bal Balenciaga cerr¨® porque no quer¨ªa caer en todo esto y ahora lo est¨¢n haciendo. La marca se ha convertido en unas plataformas Buffalo.
?Aceptar¨ªas dirigir Balenciaga?
Supongo que s¨ª. Pero es muy dif¨ªcil crear con otro nombre, no s¨¦ si estoy preparado.