Sex: as¨ª naci¨® el punk y el esc¨¢ndalo
La m¨ªtica tienda que Malcolm McLaren y Vivienne Westwood regentaron en King¡¯s Road cumple 40 a?os.

Hace cuarenta a?os la pareja Malcolm McLaren y Vivienne Westwood pon¨ªan en marcha una tienda de moda en medio de la calle King¡¯s Road de Londres. La boutique, entre otros ingredientes, ten¨ªa como reclamo un nombre provocador: Sex. Cuatro d¨¦cadas despues, la denominaci¨®n ha perdido una buena parte, por no decir casi toda, de su evocaci¨®n transgresora mientras la tienda ha ido adquiriendo una aureola m¨ªtica. El semillero o laboratorio donde nacer¨ªa uno de los estilos m¨¢s impactantes del siglo XX. La cultura urbana que acabar¨ªa transformando la moda y la m¨²sica: El Punk-rock.
Desde los primeros a?os setenta Malcolm McLaren, un ex estudiante de arte de ideolog¨ªa radical y Vivienne Westwood, una joven que se inicia en el mundo del dise?o de la moda, regentan un negocio que ha ido cambiando de nombre, primero fue Let It Rock, despues Too Fast Too Young To Die, y donde se vend¨ªan toda clase de objetos de gusto revival como discos de rock de los a?os cincuenta y otras bagatelas.
La aparici¨®n de Sex en la escena londinense de mitad de los a?os setenta supone un revulsivo est¨¦tico para la moda. La peregrinaci¨®n hasta el n¨²mero 430 de King¡¯s Road se convierte en una romer¨ªa donde se cruzan chicos de est¨¦tica teddy boy, jovencitas maquilladas como pin-ups de los a?os cincuenta y todo aquel que quiere estar a la ¨²ltima.?
Ellos eran la contrapartida a la boutique Biba, creada por la dise?adora Barbara Hulanicki y rompeolas de todas las modas que cruzabann Londres, desde los efervescentes colores pop del Swinging London de los a?os sesenta al revival Art-D¨¦co que se?ala el inicio de la d¨¦cada de los a?os setenta. Frente al buen gusto de Biba, la nueva tienda, Sex, se erigi¨® como la boutique anti-fashion. Uniformes de gusto sadomasoquista, cazadoras de cuero, pantalones de lurex, cadenas y camisetas con im¨¢genes pornogr¨¢ficas; ense?as que la ponen en el ojo del hurac¨¢n acompa?adas de la peri¨®dica visita de la polic¨ªa. McLaren y Westwood en m¨¢s de una ocasi¨®n deber¨¢n pasar por la comisar¨ªa por culpa de su imagen, demasiado provocadora a juicio de los servidores del orden para exhibirse por la calle.

Grupo de punks en los 70 por Londres y Jordan (Pamela Rooke) en el Marquee Club de Londres en 1977.,
Getty
Frente a ese hippismo descafeinado que todav¨ªa perviv¨ªa en la moda, McLaren y Westwood abogaron por un estilismo de corte radical que reivindicaba la que se eigir¨ªa cultura del punk como bandera transgresora. Por esas mismas fechas una comedia musical, The Rocky Horror Show, combinaba muchos de los ingredientes est¨¦ticos que se exportaban desde la boutique Sex: Fetichismo, revival por la cultura pop de los a?os cincuenta, humor, sexo transgresor, etc. La aparici¨®n del llamado Glam-Rock con David Bowie y T. Rex, entre otros, provoc¨® una invasi¨®n de maquillajes estridentes y uniformes de corte gal¨¢ctico apto para los dos g¨¦neros. La palabra bisexual hasta no parec¨ªa tan malsonante para algunos oidos.
La genialidad de McLaren
Hombre con un buen olfato para captar lo que se cuece en el ambiente, Malcolm McLaren viaj¨® al otro lado del Atl¨¢ntico donde algunos sectores de la comunidad gay cultivaban la est¨¦tica leather adornada por sus siluetas sadomasoquistas. Grupos como los ya desaparecidos Velvet Underground fueron pioneros en el cultivo de esa atm¨®sfera de 'chicos malos' que Lou Reed acabar¨ªa convirtiendo en himno con su Walk on the wild side. El mismo McLaren producir¨¢ a una de las bandas emblemas del glam-punk, The New York Dolls. El encuentro con el grupo neoyorquino constituye un impacto est¨¦tico y fuente de inspiraci¨®n para su futura tienda Sex.
La tienda era una mezcla de vanguardia y atm¨®sfera de gusto camp. De nostalgia y transgresi¨®n. McLaren empapela las paredes de la tienda con exaltados esl¨®ganes extra¨ªdos de manifiestos feministas como el de la activista Valerie Solanas, la misma que en 1967 intent¨® acabar con la vida del pintor Andy Warhol. Su olfato para la provocaci¨®n no ten¨ªa l¨ªmites: confeccion¨® camisetas en honor de una famosa asesina infantil de los a?os sesenta o unos a?os despu¨¦s, cuando a ra¨ªz de la detenci¨®n de Sid Vicious, el bajista de los Sex Pistols acusado de la muerte de su novia Nancy Spungen, sac¨® a la venta una camisetas con la foto de Vicious y la leyenda: Yo estoy vivo. Ella est¨¢ muerta. Soy vuestro para recaudar fondos para la defensa del m¨²sico.
Entre 1974 y 1977 y antes de volver a mudar de nombre ¨Cpasar¨¢ a llamarse Seditionaries¨C, Sex fue un laboratorio en el que el t¨¢ndem McLaren-Westwood iluminaron a una moda joven, valiente, a contracorriente y suficientemente novedosa para saltar a los escaparates y m¨¢s tarde a las pasarelas. Un gran escenario para toda clase de provocaciones. Hasta all¨ª se acercar¨ªa una tarde de 1975 un adolescente, para la historia de la m¨²sica, Johnny Rotten, exhibiendo una camiseta con el logotipo de Pink Floyd sobre el que garabate¨® la frase: Odio. Su pelo de color verde le hac¨ªa parecer un alien¨ªgena en medio de turistas y curiosos. Rotten capitanear¨ªa la futura banda The Sex Pistols que represent¨® McLaren (el nombre fue cosa suya) y que pondr¨ªa en marcha el movimiento punk. Como se?ala Greil Marcus en el libro Rastros de carm¨ªn (Anagrama), McLaren sabr¨¢ adoctrinarlos ¡°acerca de la vacuidad de la m¨²sica pop y de las posibilidades de la fealdad y de la confrontaci¨®n¡±. ¡°Les hab¨ªa dicho -escribe Marcus-que ten¨ªan una buena oportunidad para hacer ruido y el derecho a hacerlo¡±.
El ruido finalmente se transformar¨¢ en una gran explosi¨®n. Sex Pistols se convertir¨ªan en el icono est¨¦tico-musical del movimiento. Sus armas, todas aquellas que sirvan para luchar y poner de manifiesto la hipocres¨ªa del establishment. McLaren y Westwood intuyeron el poder de subversi¨®n que puede tener la moda, en este caso, el punk, como lo hab¨ªan tenido los libros o las canciones. Las crestas multicolores desfilar¨ªan victoriosas por las orillas del T¨¢mesis mientras las revistas de moda se preparar¨ªan para darles sus portadas y acabar en las pasarelas de moda de Par¨ªs y Nueva York.

McLaren y Westwood y Sid Vicious con Nancy Spungen
Cordon Press/ Getty
El 'h¨¢ztelo t¨² mismo' de Westwood
El Do it yourself o 'h¨¢ztelo t¨² mismo' produjo un movimiento regenerador y estimulante sobre la moda y otras disciplinas art¨ªsticas. Mientras McLaren perfilaba sus t¨¦cnicas como gestor del nuevo marketing pop, Westwood recuperar¨ªa viejos modelos de los a?os 50 y 60, modific¨¢ndolos y a?adi¨¦ndoles frases y esl¨®ganes vanguardistas y revolucionarios. La dise?adora adaptar¨ªa y modelar¨ªa la energ¨ªa que llega desde la calle para sus dise?os. Buce¨® en la tradici¨®n brit¨¢nica para extraer l¨ªneas y formas heterodoxas. Descosidos, agujeros, rotos o agujereados a partir de ahora marcar¨ªan su libro de estilo. Una energ¨ªa juvenil que puso patas arriba el mundo de la moda y que regresar¨ªa peri¨®dicamente para reciclarse en las tendencias de la moda. Como se?ala el periodista Jon Savage en su libro y biblia sobre el movimiento punk, England¡¯s Dreaming (1991) ¡°la atracci¨®n del punk, m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica, se explica por haber sido ante todo un movimiento muy gr¨¢fico y visual, con una fuerte ra¨ªz en la moda y en todas su proyecciones¡±. Para Savage, McLaren y Westwood fueron ¨²nicos a la hora de saber vender y comercializar una moda ¡°inyect¨¢ndole una gran carga de provocaci¨®n y de ideas muy radicales¡±.
Quiz¨¢s como simbolo de esa necesidad de permanente ruptura y transformaci¨®n, la boutique Sex mudar¨ªa a Seditionaries y mas tarde World¡¯s End, el nombre definitivo que tambi¨¦n acabar¨¢ dando titulo a una emblem¨¢tica colecci¨®n de vestidos dise?ados por Westwood. En 1983, Vivienne Westwood se separa de McLaren para continuar su propio camino como dise?adora. Los a?os punk quedaban atr¨¢s. En 2013 con motivo de la exposici¨®n que el Metropolitan Museum de Nueva York organizaba sobre el punk y su proyecci¨®n en la moda, la dise?adora era recibida con honores en la gala de inauguraci¨®n. Algunas de sus hist¨®ricas camisetas punk han sido objeto de subasta de la mano de firmas como Sotheby¡¯s y Christie¡¯s y su influencia desde hace m¨¢s de treinta a?os se puede rastrear en dise?adores y estilos.
Hace cuarenta a?os la moda se preparaba para dar un giro hist¨®rico en una tienda de King¡¯s Road. Westwood y McLaren fueron profetas de un movimiento juvenil que se propuso que nada fuera como hasta entonces hab¨ªa sido. Y as¨ª fue.

Exposici¨®n de las prendas de la tienda Sex de Vivienne Westwood en el MET.
Corbis
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