¡®The Bold Type¡¯ le da vuelta al estereotipo de la directora tirana
Desde su aterrizaje en Netflix a principios de este mes, la serie protagonizada por Katie Stevens se ha convertido en una de las ficciones m¨¢s vistas de la plataforma.
Lo ten¨ªa todo para ser, a priori, una m¨¢s en la inmensidad del cat¨¢logo de esta ¨¦poca dorada de las series de ficci¨®n. Un grupo de amigas veintea?eras, residentes en Nueva York, apasionadas por la moda y que comparten en cada episodio sus nuevas experiencias en el amor, el sexo o el trabajo. Ya lo vimos en Girls, Sexo en Nueva York o Gossip Girl, que adem¨¢s contaban con el respaldo de protagonistas que se convertir¨ªan en obsesi¨®n generacional, carne de editoriales de moda y epicentro de alfombras rojas. No es ese el caso de Katie Stevens, Aisha Dee y Meghann...
Lo ten¨ªa todo para ser, a priori, una m¨¢s en la inmensidad del cat¨¢logo de esta ¨¦poca dorada de las series de ficci¨®n. Un grupo de amigas veintea?eras, residentes en Nueva York, apasionadas por la moda y que comparten en cada episodio sus nuevas experiencias en el amor, el sexo o el trabajo. Ya lo vimos en Girls, Sexo en Nueva York o Gossip Girl, que adem¨¢s contaban con el respaldo de protagonistas que se convertir¨ªan en obsesi¨®n generacional, carne de editoriales de moda y epicentro de alfombras rojas. No es ese el caso de Katie Stevens, Aisha Dee y Meghann Fahy, muy lejos de Sarah Jessica Parker o Lena Dunham en lo que a repercusi¨®n e influencia se refiere, pero que, sin apenas llamar la atenci¨®n de los or¨¢culos seri¨¦filos, han logrado dejar su impronta en televisi¨®n contra todo pron¨®stico. Una huella que ya se deja notar en Espa?a.
Cuatro a?os despu¨¦s de su estreno, all¨¢ por junio de 2017, The Bold Type ha conseguido convertirse en una de las series del momento en Espa?a. Un fen¨®meno at¨ªpico, pero cada vez m¨¢s habitual, teniendo en cuenta la segunda oportunidad que las plataformas de streaming ofrecen actualmente a ficciones como La casa de papel o Toy boy ¡ªpor hablar de dos casos de la industria nacional¡ª de intentar cautivar al p¨²blico en su escaparate global. En el caso de esta serie sobre el d¨ªa a d¨ªa de tres miembros de la redacci¨®n de una revista estadounidense de moda y tendencias, que ya se dej¨® ver en Amazon Prime Video, ha sido su llegada a Netflix Espa?a el pasado 1 de marzo la responsable de que una serie con cuatro temporadas se haya colocado entre las 10 m¨¢s vistas de la plataforma.
Aunque comparte con ¨¦xitos recientes de Netflix como Emily in Paris su esp¨ªritu ligero, na¨ªf y escapista ¡ªel nivel de vida de sus protagonistas en Manhattan es de ciencia ficci¨®n¡ª, y hace gala de una propuesta dram¨¢tica poco original, The Bold Type ha basado su particular ¨¦xito en darle la vuelta al clich¨¦ y hablar a su espectador mil¨¦nico de t¨² a t¨². ¡°Aqu¨ª tienes unos vaqueros maravillosos, ahora ve a escalar una monta?a con ellos¡±, reza una de las l¨ªneas de su di¨¢logo para abordar el matrimonio inevitable entre el feminismo y las ambiciones comerciales de la prensa de moda. La adictiva ficci¨®n de Sarah Watson aborda temas de actualidad como el Me Too, el control de armas de fuego, la orientaci¨®n sexual, el privilegio de la poblaci¨®n blanca, la islamofobia o los trolls de internet, adem¨¢s de gui?ar el ojo con diversas referencias pop. Todo, con el aroma de la comedia rom¨¢ntica de Nora Ephron y bajo el prisma de la indeleble sororidad de la que hacen galas sus protagonistas, perfecta para erigirse en un refugio de calidez en ¨¦poca de zozobra pand¨¦mica.
Las tres coinciden en las oficinas de Scarlet, la ficticia revista femenina que sirve como escenario y detonante de las tramas. La publicaci¨®n est¨¢ inspirada en la edici¨®n estadounidense de la revista Cosmopolitan y una de sus editoras m¨¢s legendarias, Joanna Coles, sirve como productora ejecutiva de la serie. Quiz¨¢ a causa de esa influencia directa, otro de los hallazgos de The Bold Type es su desmitificaci¨®n de la jefa desalmada e implacable que tan bien le funcion¨® a la Meryl Streep de El diablo viste de Prada. La directora de Scarlet, Jacqueline Carlyle (interpretada por Melora Hardin), es un ejemplo de fuerza, inteligencia, reflexi¨®n y empoderamiento femenino; una mentora que respalda y alienta a sus j¨®venes subordinadas con un discurso asertivo y respetuoso. ¡°No soy una jefa zorra. Soy una jefa, zorra¡±, sostiene Carlyle, un oasis por la costumbre hist¨®rica de la ficci¨®n de apostar por los hombres para representar el arquetipo de profesor sabio y generoso. Un personaje de los llamados ¡°fuertes¡±, pero que no identifica dicho adjetivo con rasgos t¨ªpicamente masculinos, sino que abraza su feminidad, como tantas veces han reivindicado referentes de la televisi¨®n como Shonda Rhimes o Emilia Clarke. ?O acaso alguien ha utilizado alguna vez la expresi¨®n ?hombre fuerte? para definir a un personaje de una pel¨ªcula?
Seg¨²n declar¨® Coles, su mayor objetivo era cambiar la narrativa cl¨¢sica de las din¨¢micas entre mujeres en el mundo laboral. ¡°Estoy muy orgullosa de The Bold Type porque, por ejemplo, mostramos a tres protagonistas femeninas que realmente son las mejores amigas en la oficina, no est¨¢n intentando boicotearse las unas a las otras. Habitualmente en la televisi¨®n y en el cine ves a las mujeres rivalizando entre ellas, en un permanente estado de conflicto, y esa no ha sido mi experiencia¡±. Un gui?o nada sutil de su apuesta: la compa?¨ªa editorial due?a de la revista se llama Steinem. Para la escritora y periodista de The New Yorker Jia Tolentino, otra de las razones del ¨¦xito callado de la serie, que estrenar¨¢ en los pr¨®ximos meses su ¨²ltima temporada, es c¨®mo esa mezcla de fantas¨ªa con tramas de actualidad ha logrado representar ¡°las alteraciones de nuestros caminos e ideales como sociedad mientras andamos¡±. A pesar de que los acad¨¦micos han decidido dar de lado a The Bold Type en lo que a reconocimientos se refiere durante estos a?os, solo hay que echar un vistazo a su excelente aprobaci¨®n popular en webs como Rotten Tomatoes o IMDB para evidenciar su predicamento entre los espectadores. Los fans espa?oles reci¨¦n enganchados a ella pueden dar fe.