The Fancy, el genio que invita a comprar por impulso
Internet cambia las normas del comercio electr¨®nico: las nuevas p¨¢ginas son m¨¢s visuales, intuitivas e interactivas.
Yo fancy-o, t¨² fancy-as, ¨¦l fancy-a, nosotros fancy-amos, vosotros fancy-¨¢is y ellos tambi¨¦n fancy-an. Porque no solo los aficionados a la tecnolog¨ªa hacen clic en The Fancy, tambi¨¦n firmas de lujo como Alexander McQueen o Gucci tienen perfil en esta nueva plataforma de comercio electr¨®nico, convertida en el ¨²ltimo templo de culto en la red. Sus miembros no son meros consumidores. Son aut¨¦nticos generadores de tendencias, que convierten sus posts en objetos de deseo. Una interminable lista de datos que, casi al instante, se tradu...
Yo fancy-o, t¨² fancy-as, ¨¦l fancy-a, nosotros fancy-amos, vosotros fancy-¨¢is y ellos tambi¨¦n fancy-an. Porque no solo los aficionados a la tecnolog¨ªa hacen clic en The Fancy, tambi¨¦n firmas de lujo como Alexander McQueen o Gucci tienen perfil en esta nueva plataforma de comercio electr¨®nico, convertida en el ¨²ltimo templo de culto en la red. Sus miembros no son meros consumidores. Son aut¨¦nticos generadores de tendencias, que convierten sus posts en objetos de deseo. Una interminable lista de datos que, casi al instante, se traduce en valios¨ªsima informaci¨®n para las casas de moda que, gracias a esta nueva web, pueden descubrir en directo, d¨ªa tras d¨ªa, qu¨¦ productos son los m¨¢s demandados entre sus nuevos clientes.
?Nuestro objetivo es convertirnos en el nuevo Amazon. Una plataforma r¨¢pida y c¨®moda para comprar no solo en Internet, sino tambi¨¦n a trav¨¦s de la aplicaci¨®n para tel¨¦fonos inteligentes?, explica a esta revista su fundador, Joseph Einhorn, [la herramienta para iPhone, iPad y Android empez¨® a funcionar a finales de mayo]. ?Solo que en lugar de buscar papel higi¨¦nico en Amazon, en The Fancy el consumidor puede encontrar los productos m¨¢s cool del mercado?. Pero ?qu¨¦ es lo m¨¢s para un genio del software? ?Para m¨ª, que soy padre de dos ni?os, cualquier cosa que les haga sonre¨ªr?, confiesa Einhorn, de 31 a?os, desde su oficina en el Meatpacking District, en Nueva York. ?Pero tambi¨¦n los zapatos de Lanvin, tanto de mujer como de hombre?. ?El ¨²ltimo fetiche que marc¨® con la etiqueta fancy? ?La toalla I Am Busy [en espa?ol, ¡°Estoy ocupado¡±]?.
Quiz¨¢ solo tenga un mill¨®n de miembros, mientras su rival Pinterest ya ha registrado m¨¢s de 100 millones de visitas desde enero de 2012; pero el potencial comercial de esta nueva red social ¨Cque crece a un ritmo de 10.000 usuarios al d¨ªa¨C promete revolucionar la venta de moda online. De hecho, ya lo est¨¢ haciendo. Porque mientras su competidor Pinterest redirecciona a los usuarios a las p¨¢ginas oficiales de las marcas, The Fancy permite comprar directamente los dise?os de m¨¢s de 2.000 etiquetas internacionales (una cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que en febrero el n¨²mero de firmas que vend¨ªan a trav¨¦s de esta web era solo de 400).
A diferencia de otro tipo de redes sociales, ?esta nueva plataforma permite comprar productos de lujo en una p¨¢gina web tan ecl¨¦ctica como Pinterest, tan asombrosa como Tumblr y con una visi¨®n tan comercial como Amazon?, aseguraba Hannah Elliott en Forbes a finales de mayo. A medio camino entre revista visual, ¨¢lbum personal de recortes, lista de favoritos, amplio cat¨¢logo digital y concept store electr¨®nica, The Fancy promueve una nueva manera de comprar en la red: mucho m¨¢s visual, interactiva, intuitiva, casual y, sobre todo, mucho m¨¢s impulsiva. ?No s¨¦ qui¨¦n ha inventado el concepto ¡°descubrimiento casual¡± o ¡°accidental¡±; de hecho, nosotros, en The Fancy, no utilizamos este tipo de t¨¦rminos. Para explicar este nuevo modelo de venta en la red, preferimos pensar en el enfoque de la pel¨ªcula Minority Report (2002). En otras palabras, queremos mostrarte el producto que desear¨¢s antes incluso de que t¨² mismo sepas que escribir¨¢s esa palabra clave en el buscador?, describe Einhorn. ?El comercio inspirado en Minority Report es el futuro de la venta de moda online?, asegura. Un lucrativo juego de doble cara: porque mientras por un lado adelantan las tendencias, por el otro tambi¨¦n predisponen a los usuarios para que codicien aquello que ellos quieren.
El funcionamiento es sencillo: una persona ve la foto de una modelo que posa con unos vaqueros de Dsquared2 en un blog, guarda la imagen, a?ade un t¨ªtulo, sube la foto a su perfil y agrega un enlace a la p¨¢gina de Dsquared2. Cuando la foto entra en la red, la informaci¨®n queda registrada en una base de datos. Un representante de la marca revisa las entradas, ve el post (o si tiene un perfil, como Alexander McQueen, recibe una notificaci¨®n) y comprueba que el enlace es correcto. M¨¢s tarde, otro usuario ve la foto, la fancy-a, y a?ade los vaqueros a su carrito de la compra. La transacci¨®n ha sido aceptada. Y The Fancy recibe una comisi¨®n del 10%.
Hasta ah¨ª todo perfecto. Pero ?conseguir¨¢ The Fancy ganar la batalla a las p¨¢ginas convencionales? ?La pregunta es m¨¢s bien al rev¨¦s?, apunta Joseph en un correo electr¨®nico que env¨ªa a S?Moda. ??Conseguir¨¢n las p¨¢ginas convencionales competir con las nuevas versiones, m¨¢s visuales e intuitivas??. ?Y qu¨¦ opina un genio inform¨¢tico del anuncio de Amazon de entrar en el suculento mercado del lujo? ?Que un supermercado quiera intentar vender m¨¢s productos que la gente demanda tiene sentido. Lo que para m¨ª no tiene tanto sentido es que las firmas de lujo acepten vender sus dise?os en un espacio que es un mercadillo?, escribe con sarcasmo.
Casualidad (o no), en la lista de inversores de este nuevo proyecto comercial leemos un nombre muy conocido dentro del circuito de la moda: Fran?ois-Henri Pinault, empresario franc¨¦s, actual presidente del conglomerado de lujo PPR y usuario bastante activo de esta p¨¢gina (a principios de junio fancy-¨® unas zapatillas deportivas de bota alta de ante y cuero negro de Yves Saint Laurent). ?Antes la palabra Internet pon¨ªa los pelos de punta a las casas de moda¡ Porque, de alguna manera, la red degradaba la imagen de estas marcas. En The Fancy queremos traducir la experiencia de entrar en un boutique de lujo al lenguaje digital?, cuenta Joseph Einhorn; ?para que los usuarios sientan lo mismo que cuando entran en una tienda de Yves Saint Laurent?, describe. ?Aunque casi todo lo compro a trav¨¦s de la red, reconozco que todav¨ªa me gusta entrar a una bonita tienda. M¨¢s que elegir entre una opci¨®n u otra, la estrategia comercial del futuro deber¨ªa consistir en combinar todas las plataformas para crear un modelo totalmente interactivo, que conecte la tienda a pie de calle con la aplicaci¨®n para m¨®vil y la p¨¢gina web?.