Tres nuevas firmas espa?olas que hacen trajes de chaqueta irresistibles

?No solo las mujeres nos sentimos c¨®modas y empoderadas en un traje sastre, sino que adem¨¢s valoramos el hecho de poder usarlo en m¨¢s de una ocasi¨®n variando su estilo?, analiza Blanca Rodr¨ªguez. Ella es la creadora de Bleis Madrid, una de las nuevas firmas espa?olas que est¨¢n rejuveneciendo el traje de chaqueta para hacerlo m¨¢s atractivo a ojos de la nueva consumidora. Hay demanda y futuro: la agencia ...

?No solo las mujeres nos sentimos c¨®modas y empoderadas en un traje sastre, sino que adem¨¢s valoramos el hecho de poder usarlo en m¨¢s de una ocasi¨®n variando su estilo?, analiza Blanca Rodr¨ªguez. Ella es la creadora de Bleis Madrid, una de las nuevas firmas espa?olas que est¨¢n rejuveneciendo el traje de chaqueta para hacerlo m¨¢s atractivo a ojos de la nueva consumidora. Hay demanda y futuro: la agencia de estudios de mercado Euromonitor estima que el mercado global de los trajes femeninos (entendidos como la suma de una chaqueta y un pantal¨®n o falda a juego) rozar¨¢ los 23.600 millones de euros en 2022.

Bleis Madrid

Exactamente dos a?os despu¨¦s de graduarse en dise?o en Parsons, la prestigiosa escuela de Nueva York en la que estudiaron Tom Ford, Marc Jacobs o Alexander Wang, Blanca Rodr¨ªguez presentaba su primera colecci¨®n para Bleis Madrid en la Gran Manzana. ?Fue una oportunidad que llam¨® a mi puerta sin haberlo planeado. Se fijaron en m¨ª y me propusieron participar?, recuerda la creativa que empez¨® en el estudio de Proenza Schouler. ?De ellos aprend¨ª much¨ªsimo, pero me quedar¨ªa con el esp¨ªritu de equipo que ten¨ªan entre todos los departamentos. Para Jack y Lazaro (fundadores de la casa) era vital transmitir su inspiraci¨®n a cada una de las personas que trabaj¨¢bamos ah¨ª, haci¨¦ndonos part¨ªcipes de su ilusi¨®n?.

A la hora de montar su marca decidi¨® volver a Espa?a y aprovechar la tradici¨®n local. ?Soy fiel defensora del arte y del cuidado de los productos que tenemos aqu¨ª. No confiaba en otro lugar para conseguir las calidades que buscaba?. Sus propuestas expresan clasicismo y contemporaneidad, trabajando y depurando las formas b¨¢sicas del traje de chaqueta. Piezas en las que la producci¨®n se remata con acabados a mano y aseguran un resultado favorecedor prestando especial atenci¨®n a tres elementos en la composici¨®n: unas buenas hombreras, un cuello en su sitio y un tejido con ca¨ªda. ?Hemos creado distintos modelos en varios patrones que se repiten cada colecci¨®n. De manera que una vez que has dado con el tuyo puedes confiar en encontrar ese corte la siguiente temporada?.

Betolaza

El proyecto de Mar¨ªa Acevedo parte de un planteamiento revolucionario hoy: producir bajo pedido. ?Hace que no tengamos ni stock, ni residuos. Pensamos que para avanzar hay que mirar hacia atr¨¢s y reinventarse, funcionamos como lo hac¨ªan anta?o las grandes casas de moda?, explica la dise?adora de Betolaza, comprometida firmemente con la naturaleza. Su objetivo pasa por desmarcarse del sistema imperante: ?Creo que el sector est¨¢ preparado para un cambio?, dice. Bautiz¨® a su firma con su apellido materno y se traslad¨® a Vitoria, desde donde crea b¨¢sicos de lujo que sirven como uniforme sin fecha de caducidad. ?Queremos transmitir que otra moda es posible, una donde no somos esclavas de las tendencias?. Sus colecciones nacen en un tabl¨®n de inspiraci¨®n, indagan en la historia y evolucionan en bocetos y patrones: ?Este es el proceso m¨¢s laborioso porque son necesarias varias toiles hasta dar con el modelo final. Busco un acabado perfecto. Piezas sencillas pero con una fuerza y una filosof¨ªa detr¨¢s?. Trajes sastre, americanas, camisas¡­ como hac¨ªa Chanel, muchas de sus creaciones nacen de moldes masculinos que trabaja para adaptar al cuerpo de la mujer. ?Cualquiera envuelta en un buen traje ser¨¢ femineidad, sofisticaci¨®n y delicadeza. Un dos piezas, discreto y formal, nunca pasar¨¢ de moda?.

Consciente del impacto de su trabajo en el medioambiente, sostenibilidad es un concepto que abraza cualquier desarrollo en Betolaza. ?Muchos de nuestros tejidos son deadstock, restos de metraje que les quedan a nuestros proveedores y que ya no se producen m¨¢s. As¨ª conseguimos tanto darles salida como crear piezas ¨²nicas?. Acevedo apuesta tambi¨¦n por una producci¨®n local que contribuya a reconstruir el sector, tan afectado por la deslocalizaci¨®n de la manufactura. ?Espa?a a¨²n no es un made in France o un made in Italy. Nos queda todav¨ªa un camino por recorrer, pero tenemos todos los ingredientes para una gran etiqueta. Contamos con buenos dise?adores, muy buenos artesanos y excelentes talleres. A¨²n falta apostar por ellos y llevar la insignia m¨¢s alto. Ya somos conocidos por el fast fashion, en nuestra mano est¨¢ demostrar que somos mucho m¨¢s?.

La Veste

Las chaquetas de La Veste defienden la diversi¨®n sin complejos con mezclas atrevidas de color y una est¨¦tica que se inspira en los a?os setenta. De acabado artesanal, se entregan en una talla ¨²nica que ayuda a la venta online, pilar fundamental de la compa?¨ªa: ?Decidimos hacer un solo tama?o, un poco oversize, para que quede bien a todo el mundo?, cuentan Blanca Mir¨® y Mar¨ªa de la Orden. De la Orden vive en Par¨ªs, desde donde gestiona su propia firma, Mau Loa. Mir¨®, tambi¨¦n dise?adora, es una de las espa?olas m¨¢s influyentes del sector moda con m¨¢s de 340.000 seguidores en Instagram. ?Nos conocimos hace seis a?os en Barcelona y desde entonces nos hemos hecho muy amigas. Siempre hemos querido hacer algo juntas y el a?o pasado, durante la Semana de la Moda de Par¨ªs, se nos ocurri¨® crear una marca de americanas?. La prenda es un b¨¢sico en el armario de ambas.

La producci¨®n reducida hace de las colecciones algo codiciado; aunque ya cuelgan de las perchas de las parisinas Galeries Lafayette. En Espa?a el panorama es distinto. Ellas reclaman m¨¢s puntos de venta: ?Hay que apoyar a las etiquetas peque?as. Tambi¨¦n ser¨ªa importante tener m¨¢s tiendas multimarca, como en el resto de Europa, para que cuando busques un producto de calidad sepas d¨®nde ir. Pero aqu¨ª ese formato est¨¢ poco valorado y por eso los m¨¢s peque?os buscan salida en la exportaci¨®n?.