Vuelve C.J a ¡®El ala oeste de la Casa Blanca¡¯: as¨ª se convirti¨® Allison Janney en el icono televisivo de un tiempo
El pr¨®ximo 15 de octubre el reparto se re¨²ne por primera vez en 17 a?os para representar un episodio en un programa especial de HBO Max destinado a apoyar When We All Vote, una ONG coliderada por Michelle Obama que lucha contra la abstenci¨®n.
El 26 de abril de 2016, en la sala de prensa de la Casa Blanca, tuvo lugar un cruce entre realidad y ficci¨®n de esos que ni el mejor guionista podr¨ªa forzar. Mientras los periodistas esperaban la aparici¨®n de Josh Earnest, portavoz del entonces presidente Obama, apareci¨® Allison Janney, la actriz que interpretaba el papel de C.J Cregg, su hom¨®loga en El Ala Oeste de la Casa Blanca. Lo hizo con su uniforme de trabajo, un traje pantal¨®n, y la misma mezcla de autoridad y agudeza que la ha convertido en uno de los grandes personajes femeninos de la televisi¨®n norteamericana. Janney subi¨® ...
El 26 de abril de 2016, en la sala de prensa de la Casa Blanca, tuvo lugar un cruce entre realidad y ficci¨®n de esos que ni el mejor guionista podr¨ªa forzar. Mientras los periodistas esperaban la aparici¨®n de Josh Earnest, portavoz del entonces presidente Obama, apareci¨® Allison Janney, la actriz que interpretaba el papel de C.J Cregg, su hom¨®loga en El Ala Oeste de la Casa Blanca. Lo hizo con su uniforme de trabajo, un traje pantal¨®n, y la misma mezcla de autoridad y agudeza que la ha convertido en uno de los grandes personajes femeninos de la televisi¨®n norteamericana. Janney subi¨® al estrado para regocijo de los presentes y dio la rueda de prensa diaria, como lo hubiera hecho su alter ego. Cuando se retir¨® los periodistas aplaudieron.
De este momento (b¨²squenlo en Youtube y sonr¨ªan) se extraen varias conclusiones. La primera es que el Ala Oeste logr¨® colarnos en la trastienda de la pol¨ªtica americana hasta el punto de hacernos confundir ficci¨®n y realidad. Otra es que pocas actrices como Janney lucen tan bien el traje pantal¨®n, con permiso de Katherine Hepburn, con quien comparte f¨ªsico desgarbado y resuelto. Tambi¨¦n confirma que los presidentes pasan, pero el traje pantal¨®n permanece.
Allison Janney (que comenz¨® a actuar animada por Paul Newman) dota de gracia y talento al papel escrito por Sorkin de la secretaria de prensa y, m¨¢s tarde, Chief of Staff o jefe de gabinete, un puesto de extrema influencia sobre el presidente. Como ella, muchas mujeres del Washington del poder, visten traje pantal¨®n. Han pasado catorce a?os desde que termin¨® de emitirse El Ala Oeste pero CJ Cregg sigue vistiendo igual, porque C.J vuelve. El pr¨®ximo 15 de octubre el reparto de El Ala Oeste se re¨²ne por primera vez en 17 a?os para representar el episodio de la tercera temporada llamado ¡°Hartsfield¡¯s Landing¡±; es un programa especial de HBO Max destinado a apoyar When We All Vote, una ONG coliderada por Michelle Obama que lucha contra la abstenci¨®n. Las primeras im¨¢genes de este encuentro muestran a Allison Janney rubia, con gafas de pasta y con un traje pantal¨®n de Max Mara. Las l¨ªneas son m¨¢s suaves que en los 90, el gris es m¨¢s claro y la silueta menos estructurada: sigue siendo un traje de chaqueta que transmite poder. Ella, uno de los personajes m¨¢s queridos en una serie que lo gan¨® todo, visti¨® con este uniforme durante sus siete temporadas. Janney sobresale, y no solo por su 1. 83 de estatura, entre un reparto con m¨¢s qu¨ªmica que una botiqu¨ªn.
Tambi¨¦n vuelve El Ala Oeste. O eso es lo que nos dicen las redes sociales, siempre al quite del pulso social. La serie se recupera en la recta final de la campa?a electoral de Estados Unidos y en ¨¦poca de fake news, de un presidente enfermo y incendiario y de una pandemia que tiene a medio mundo desamparado por sus gobernantes, la creaci¨®n de Aaron Sorkin es un refugio. Lo hace por contraste. El Ala Oeste de la Casa Blanca tiene una tesis que suena hoy a disparate: los pol¨ªticos son personas que sirven a la sociedad con decencia. En esta utop¨ªa Aaron Sorkin quer¨ªa mostrar el d¨ªa a d¨ªa del equipo de confianza de un presidente ficticio, el dem¨®crata Josiah Bartlet (Martin Sheen), Premio Nobel de Econom¨ªa. En el universo que ¨¦l crea la artesan¨ªa pol¨ªtica es algo hermoso y sus protagonistas son personas brillantes y bastante decentes; son una fantas¨ªa. Bien es verdad que pocas de sus ideas logran triunfar.
Una de las grandes apuestas de la serie fue la verosimilitud formal: Sorkin contrat¨® como asesora a Margaret Jane ?Dee Dee? Myers, que fue durante dos a?os secretaria de prensa de Clinton. El personaje de C. J tiene mucho de esta mujer que a?adi¨® matices al gui¨®n, sobre todo, en lo que se refiere a las desigualdades de g¨¦nero entre los altos funcionarios de la Casa Blanca. ¡°Ten¨ªa una oficina m¨¢s peque?a, menor rango y un salario m¨¢s bajo que mis predecesores¡±, declar¨® Myers en el libro Considering Aaron Sorkin. C.J debe vestirse en un mundo de hombres en el que debe encontrar su sitio. Y aqu¨ª es donde entra en acci¨®n Lyn Paolo, dise?adora de vestuario de la serie.?
Janney ten¨ªa 40 a?os cuando comenz¨® a emitirse El Ala Oeste. Lyn Paolo la visti¨® de la ¨²nica manera que se pod¨ªa entonces: como una jefa. ?Ella defiende en el podcast Leave your Mark su decisi¨®n: ¡°Eleg¨ª trajes grises oscuros, eran los 90¡±. Entonces las mujeres que mandaban se apropiaban de c¨®digos masculinos y la americana no era negociable. El uniforme m¨¢s repetido consist¨ªa en un traje pantal¨®n oscuro con camisa debajo en colores neutros. Los trajes de C.J eran buenas piezas: muchos estaban firmados por de Armani y Calvin Klein. El personaje permit¨ªa peque?os detalles personales, como la camiseta negra o gris bajo la camisa, que revelaba que no todo en C.J era rigor y seriedad. En los momentos relajados en la Casa Blanca (los hay) se quitaba la americana, se abr¨ªa los botones de la camisa y ve¨ªamos esa camiseta que apenas asomaba el resto del d¨ªa. Solo en las cenas y fiestas oficiales hab¨ªa toques de color y algo de extravagancia contenida. Paolo, una licenciada en Arte y Literatura que quer¨ªa ser profesora y carec¨ªa de formaci¨®n en Dise?o de Vestuario, ten¨ªa una premisa: ¡°No quer¨ªa que la moda fuera una distracci¨®n¡±, como explica en ese mismo podcast. En un episodio, durante una gala, cuando Janney llevaba un vestido rojo de fiesta es preguntada por una periodista: ¡°?Qu¨¦ llevas puesto C.J? y ella responde: ¡°Un vestido¡±. No hay m¨¢s que hablar. Tanto C.J como sus compa?eros trabajan de madrugada a madrugada, comen poco y mal, tienen abandonadas sus vidas personales y se deben al servicio p¨²blico. Hablan como ametralladoras al puro estilo Sorkin y se re¨²nen caminando por los pasillos del Ala Oeste; de ah¨ª salieron los famosos walk and talks de los que apropiar¨ªan algunas empresas. Estos pol¨ªticos, asesores, estrategas no ten¨ªan tiempo de pensar en la ropa y en el gui¨®n de la serie hay escasas menciones a ella. Sin embargo, su presencia es clave para contar lo que la serie quiere contar. La silueta que dise?¨® Paolo para C.J atraves¨® las seis temporadas de la serie sin apenas cambios m¨¢s que ciertos ajustes a la moda. Lyn Paolo (tambi¨¦n autora de vestuarios de Scandal, Shameless y Little Fires Everywhere, entre otros triunfos televisivos) vuelve a ser la dise?adora del episodio especial que reunir¨¢ al reparto este mes de octubre.
No es f¨¢cil conocer c¨®mo se viste dentro de la aut¨¦ntica Ala Oeste donde hay un gran porcentaje de personajes an¨®nimos que nunca est¨¢n delante de los focos. Una bi¨®loga que trabaja que lleva una d¨¦cada trabajando con funcionarios del gobierno de Obama y ahora de Trump afirma de manera tajante: ¡°Visten de manera muy estructurada, son bastante estirados. Lo notas desde el aeropuerto¡±. Los pol¨ªticos, asesores y estrategas trabajan, como en la serie, de sol a sol y no improvisan planes. Las mujeres ¡°invierten en manicuras y pelo muy pulido¡±, contin¨²a esta funcionaria. Seg¨²n esta mujer, que frecuenta los c¨ªrculos del poder, los m¨¢s j¨®venes, staffers o aids, se permiten alg¨²n detalle de moda: grandes pendientes o collares, bailarinas bien elegidas. Son el equivalente a Donna Moss, otro personaje enorme de la serie o a ¡°tipo Monica Lewinski¡±, resume. Por cierto, a quienes visitan el Ala Oeste real se les exige dress code formal.
Los puestos m¨¢s veteranos o de m¨¢s alta jerarqu¨ªa son conservadores y ah¨ª es donde el traje pantal¨®n se ha repetido y repite, sobre todo en c¨ªrculos dem¨®cratas.? Hillary Clinton lo convirti¨® en uno de sus c¨®digos (afirmaba que era una t¨¦cnica anti-distracci¨®n), Alexandria Ocasio lo visti¨® en color blanco, en homenaje a las sufragistas, y fucsia. Kamala Harris se desmarca del simbolismo del blanco y apareci¨® con uno color burdeos de Altuzarra para aceptar su nominaci¨®n como candidata Dem¨®crata. El mensaje estaba claro: no soy Hillary.? Todas ellas son dem¨®cratas y podr¨ªa parecer que este traje tiene ese signo. En el gobierno de Trump no parece que se le preste tanta atenci¨®n. La actual Secretaria de Prensa, Kayleigh McEnany, tiene un estilo similar al de las presentadoras de Fox News: vestidos estrechos de colores chillones, hombros al aire y abuso de GHD. Existe una cuenta de Instagram? en la que se detallan sus looks. Es inevitable pensar que, si cuando se estren¨® El Ala Oeste en 1999 hubiera existido esa red social, habr¨ªa cuentas celebrando el estilo de C.J. Otros rostros visibles como Ivanka Trump, Hope Hicks y Kellyanne Conway? no tienen al traje pantal¨®n como prenda fetiche y prefieren vestidos y faldas. La excepci¨®n es Melania Trump, que s¨ª recurre a ¨¦l con frecuencia porque ella recurre a todo. En el ¨²ltimo debate eligi¨® ir a cara descubierta con un traje pantal¨®n de mil rayas de Dolce & Gabbana con cierto aire Al Capone.
La vuelta de C.J, aunque sea por un d¨ªa, nos recuerda que otra forma de comunicar politica es posible, aunque improbable. El ¨¦xito del personaje lo convirti¨® en un motivo de camisetas y lo elev¨® a la categor¨ªa de icono pop. Cuando el d¨ªa 15 de octubre se emita el especial de El Ala Oeste solo se echar¨¢ de menos que Janney no interprete, con tres botones de la camisa desabrochados, su famosa versi¨®n de The Jackal. Si no ha pillado este gui?o quiz¨¢s sea el momento de sentarse a ver la serie.