Maestro de televisi¨®n
El lugar donde nacieron los informativos de Telecinco era un barrizal con casetas prefabricadas junto a los antiguos Estudios Roma de Televisi¨®n Espa?ola. Lo llamaban "las caracolas", estaba enfrente de un poblado chabolista, y no era f¨¢cil llegar hasta all¨ª. Tras darme unas cuantas explicaciones por tel¨¦fono, Luis Mari?as debi¨® perder la paciencia. "Si no sabes llegar hasta aqu¨ª, es que no eres la periodista que estoy buscando". Glups. Naturalmente que llegu¨¦: era mi primera entrevista para trabajar en televisi¨®n, y no estaba dispuesta a perder la oportunidad.
El Luis Mari?as que yo conoc¨ª ten¨ªa esos ataques de brusquedad que no le imped¨ªan la ternura, como jefe y como amigo. Cuando le conoc¨ª, acababa de asumir una tarea a priori imposible: crear de la nada unos informativos frente al trasatl¨¢ntico que era Televisi¨®n Espa?ola; ante una Antena 3 que nac¨ªa con aires de grandeza, y con unas televisiones auton¨®micas que daban sus primeros pasos con frescura y ambici¨®n.
Valerio Lazarov convenci¨® a Mari?as para que dejara la que hab¨ªa sido su casa desde los 19 a?os, TVE. All¨ª naci¨® y creci¨® como profesional: fue director territorial de TVE en su Galicia natal y, ya en Madrid, fue responsable de la secci¨®n de pol¨ªtica, antes de presentar y dirigir la primera y segunda edici¨®n de unos telediarios que no ten¨ªan competencia, y amasaban audiencias de hasta 16 millones de espa?oles. Su voz profunda, la barba oscura y la mirada clara le valieron el apodo de Sandok¨¢n, aunque este gallego tuvo que bregar en otras aguas, las turbulentas de la pol¨ªtica durante los a?os de la transici¨®n y los primeros pasos de la democracia.
Cuando lleg¨® a Telecinco, en 1990, supo que no pod¨ªa luchar contra sus competidores con las mismas armas y apost¨® por un formato in¨¦dito en la televisi¨®n espa?ola: Entre Hoy y Ma?ana, un informativo casi de madrugada en el que primaba la opini¨®n -J.J. Santos, Juancho Armas Marcelo, Andr¨¦s Aberasturi, Carmen Tom¨¢s, Fernando J¨¢uregui o Antonio Remiro-, y una selecci¨®n de temas que dejaba hundidos en la perplejidad a sus rivales. Frente a la pol¨ªtica y el deporte predominante, mucha informaci¨®n social y mucho humor en el tratamiento de los temas que lo permit¨ªan, aunque no eran informativos light: los accionistas de aquella Telecinco -los kuwait¨ªes de KIO- se llevaban las manos a la cabeza cuando, noche s¨ª y noche no, Remiro repart¨ªa mandobles contra Kuwait, EEUU y la opini¨®n preponderante de que los bombardeos de la Primera Guerra del Golfo se los hab¨ªa ganado a pulso el propio Sadam Hussein.
Luis Mari?as jam¨¢s oblig¨® a cambiar a sus analistas ni una sola l¨ªnea de sus comentarios, ni a sus redactores el sentido de las informaciones. Con unos medios escasos, no compiti¨® nunca por ofrecer grandes exclusivas, pero cuando ol¨ªa la oportunidad, daba el campanazo. Lo hizo con la ¨²nica entrevista que el citado Sadam Hussein concedi¨® a una televisi¨®n occidental en pleno conflicto (Mari?as siempre contar¨ªa con detalle y mucha iron¨ªa los indecorosos cacheos a los que tuvo que someterse en Bagdad), o cuando obtuvo y emiti¨® las cintas de Super8 que habr¨ªa grabado Franco y en las que se escuchaba al propio dictador comentando escenas buc¨®licas y familiares en el Pazo de Meir¨¢s, pescando truchas, o de cacer¨ªa.
Por los estudios de Telecinco, a medida que los informativos fueron creciendo de los 15 minutos iniciales para ir ocupando m¨¢s horas de emisi¨®n, pasaron profesionales de cualquier adscripci¨®n ideol¨®gica, convencido como estaba Mari?as de que la informaci¨®n deb¨ªa completarse en televisi¨®n con an¨¢lisis plurales. Felipe Mellizo, Ferm¨ªn Bocos, Fernando ?nega, Miguel ?ngel Aguilar, Consuelo S¨¢nchez Vicente, Federico Jim¨¦nez Losantos, Carlos Carnicero, Mart¨ªn Prieto o I?aki Gabilondo y sus entrevistas, fueron algunos de los primeros espadas que lidiaron en esa jovenc¨ªsima Telecinco. En la redacci¨®n se curt¨ªan, entretanto, periodistas como Vicente Vall¨¦s, Jos¨¦ Ribagorda, Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢ez o Maril¨® Montero. Como periodista, Luis Mari?as fue siempre generoso. Siempre le gust¨® rodearse de los mejores, de los consagrados, y dar alas a los que empezaban y en quienes cre¨ªa.
Su momento m¨¢s intenso en los casi diez a?os que pas¨® en Fuencarral fue, sin duda, el segundo y definitivo debate entre el presidente Gonz¨¢lez y el aspirante Aznar, que hab¨ªa noqueado al socialista en el primer cara a cara en Antena 3. Con la realizaci¨®n de su inseparable Benito Valle, el cara a cara de la noche del 31 de mayo de 1993 bati¨® todos los r¨¦cords de audiencia, y sent¨® las bases para unos debates que tardar¨ªan a?os en volver a la televisi¨®n.
Fueron, quiz¨¢s, sus mejores a?os . El azar quiso que fu¨¦ramos competidores a primera hora de la ma?ana, cuando yo dirig¨ªa La Mirada Cr¨ªtica en Telecinco y Mari?as Los desayunos de TVE. Me gustaba c¨®mo preguntaba: a¨²n le recuerdo en el plat¨® frente a Ana Botella, que acababa de presentar un libro de cuentos cl¨¢sicos que ella comentaba. "En Moncloa, ?qui¨¦n cuenta mejor los cuentos, usted o su marido cuando habla de Irak?" Dicho con retranca y la suavidad gallega que nunca le abandon¨®, ni siquiera Botella torci¨® el gesto. Bien es verdad que Ana Botella le deb¨ªa a Mari?as haber sido comentarista en Telecinco en la ¨¦poca en la que un Aznar en la oposici¨®n necesitaba cualquier apoyo medi¨¢tico posible.
Casi todo lo que s¨¦ de televisi¨®n, y mucho de lo que s¨¦ sobre periodismo, lo aprend¨ª al lado de Luis Mari?as. Era imposible no quererle. Su vida personal no fue f¨¢cil, y la profesional se le complic¨® en los ¨²ltimos a?os mientras segu¨ªa dando la cara en Telemadrid, Canal Sur o colaborando con distintas radios y peri¨®dicos. El coraz¨®n ya le hab¨ªa dado alg¨²n susto, pero ha sido un infarto el que le ha pillado solo y desprevenido en plenas Navidades. Deja tres hijos a los que adoraba, y muchos periodistas que le debemos mucho. En la playa de Riazor, en su Coru?a natal, esparcir¨¢n sus cenizas, tal y y como era su deseo. Buen viaje, Luis.
Montserrat Dom¨ªnguez es directora del programa 'A vivir que son dos d¨ªas' en la cadena SER
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