¡°Miran a Islandia como les gustar¨ªa que fuera Espa?a¡±
El escritor dej¨® la ciencia ficci¨®n por la ecolog¨ªa

El sol de mediod¨ªa que luce Barcelona sugiere a Andri Snaer Magnason una v¨ªa de escape: ¡°Podr¨ªan aprovechar toda la mano de obra y la maquinaria que no van a usar de la construcci¨®n y dedicarla a la energ¨ªa solar¡±, tercia. Enseguida aclara que es solo ¡°una idea¡±. Pero precisamente eso, ideas, es lo que falt¨® durante mucho tiempo en Espa?a o en su pa¨ªs. En Islandia, cuenta, durante a?os los mejores universitarios sal¨ªan de la facultad e iban directamente al sector financiero. ¡°Muchos ten¨ªan ideas, pero no segu¨ªan adelante con ellas porque encontraban un trabajo de inmediato¡±. Y la banca, lamenta, no dejaba ning¨²n hueco a la creatividad.
Eso ocurr¨ªa en pleno boom financiero. ¡°Y del aluminio¡±. Porque este escritor y activista a punto de cumplir los 40 a?os, despierto y vivaz, fue una de las voces que a mitades de la d¨¦cada pasada denunciaron los planes del Gobierno island¨¦s y la multinacional Alcoa para construir tres grandes presas en la isla que garantizaran el suministro energ¨¦tico de sus plantas de aluminio. Esa agresi¨®n medioambiental puso en pie de guerra a cientos de ciudadanos, que no consiguieron paralizar todo el proyecto. De ah¨ª surgi¨® su libro El pa¨ªs de los sue?os (Editorial Aire), que en el subt¨ªtulo se define como un ¡°manual de autoayuda para una naci¨®n atemorizada¡±.
Magnason desprende la misma indignaci¨®n que el libro y que solo interrumpe de vez en cuando, con la llegada de una tapa a la mesa. ¡°Nos contestaban que iban a crear 1.000 empleos a corto plazo, tal vez 100 m¨¢s a largo plazo, y que iban a llegar 100.000 millones de d¨®lares [76.000 millones de euros]¡±, recuerda. Pero Magnason no es pol¨ªtico ni economista. No tiene lo que denomina ¡ªcon la misma indignaci¨®n¡ª un ¡°lenguaje nacional¡±. ¡°Ellos hubieran calculado que el proyecto habr¨ªa supuesto un 2% de crecimiento econ¨®mico. Nosotros, los artistas, no ten¨ªamos lenguaje contra esa destrucci¨®n. Por eso par¨¦ de escribir libros para ni?os y de ciencia ficci¨®n¡±, relata.
El escritor afirma que los j¨®venes dejaron sus ideas al entrar en la banca
Magnason no vio venir la crisis financiera en concreto. Pero s¨ª una crisis. Y lo advirti¨® en 2006. Le vio las orejas al lobo cuando se percat¨® de que Islandia estaba hinchando a pleno pulm¨®n una burbuja con los recursos naturales. ¡°Supe que iba a haber una recesi¨®n porque viv¨ªamos un boom enorme, como el de Espa?a con la construcci¨®n. Dejamos de tener una econom¨ªa con industrias sostenibles a largo plazo¡±. Y ese mismo patr¨®n segu¨ªa el mundo de las finanzas. Esos chavales que iban a la banca, y que Magnason consideraba ¡°arrogantes¡±, eran ¡°como la selecci¨®n nacional de f¨²tbol, la gente estaba orgullosa de ellos¡±.
Hoy ya no es as¨ª. El lenguaje ha cambiado, tambi¨¦n el nacional. E Islandia quiso purgar esos errores y encarcel¨® a banqueros, juzg¨® a su ex primer ministro y decidi¨® que los ciudadanos no costear¨ªan los desmanes de la banca. ¡°En muchos casos no pudimos. Hay quien se llev¨® el dinero a Suiza y ah¨ª sigue¡±, dice tratando de desmitificar el ¡°modelo island¨¦s¡±. ¡°En Alemania creen que estamos caminando por ah¨ª hablando con elfos y acariciando a los caballos. En Espa?a, muchos grupos quieren creer que hay un lugar que encarcela a los banqueros, juzga a los pol¨ªticos y donde no se pagaban impuestos. Pero as¨ª es como a Espa?a le gustar¨ªa ser¡±.
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