¡°Mi experiencia es nefasta, mi padre muri¨® sin las ayudas¡±

La Consejer¨ªa valenciana de Bienestar Social ha reconocido a los dependientes agrupados en las plataformas en defensa de la ley que tiene 14.000 expedientes de cuidadores familiares paralizados por falta de fondos. Son una parte de las 218.345 personas que hay en toda Espa?a pendientes de recibir su prestaci¨®n a pesar de tener derecho a ello por su grado de dependencia. Miles de ellos fallecen todos los a?os sin llegar a disfrutar las ayudas.

Alfredo S¨¢nchez, de Sedav¨ª (Valencia) es uno de ellos. Muri¨® el 24 de noviembre de 2012 sin haber obtenido la ayuda que hab¨ªa solicitado en mayo de 2009 para acudir a un centro de d¨ªa. Ten¨ªa alzh¨¦imer, una mujer de 82 a?os con una salud delicada y dos hijas que le cuidaban cuando su familia y el trabajo se lo permit¨ªan.

Una de ellas es Amparo, de 43 a?os. ¡°Mi padre comenz¨® a tener demencia y problemas de psicomotricidad¡±, relata. Por ello, su familia decidi¨® que acudiera a un centro de d¨ªa y recurri¨® a la Ley de Dependencia. ¡°Quer¨ªamos que no siguiera perdiendo facultades a un ritmo tan r¨¢pido¡±, comenta.

En octubre de 2010 le reconocieron como gran dependiente. Sin embargo, la resoluci¨®n por parte de la Administraci¨®n valenciana se atasc¨® al mismo tiempo que la salud de Alfredo se resent¨ªa cada vez m¨¢s.

¡°El centro de d¨ªa nos facturaba entre 400 y 600 euros al mes, a veces hasta 900 si ten¨ªa que quedarse m¨¢s horas, y todo eso hab¨ªa que pagarlo con una pensi¨®n de 587 euros¡±, explica su hija. El resto lo abonaban tanto ella como su hermana.

Los meses pasaban, pero las ayudas no llegaban. ¡°El sentimiento de impotencia era total, cada vez que ped¨ªa explicaciones me daba la sensaci¨®n de que me tomaban el pelo, la ¨²nica respuesta que me daban era que la prestaci¨®n se estaba tramitando¡±.

Lleg¨® un punto que la situaci¨®n de Alfredo empeor¨® hasta el extremo de no poder continuar en casa. En ese momento, Amparo consigui¨® que el Ayuntamiento alojara a su padre en una residencia municipal. ¡°Era al margen de la dependencia, costaba 449 euros de los 587 de su pensi¨®n¡±, apunta su hija.

Alfredo permaneci¨® en el centro entre mayo y noviembre del a?o pasado, cuando falleci¨®. ¡°Mi experiencia con la dependencia ha sido nefasta, mi padre muri¨® sin llegar a acceder a los beneficios de la ley, a pesar de tener derecho a ellos¡±.

Ahora, con la ayuda de una abogada, Amparo ha reclamado a la Generalitat Valenciana el dinero correspondiente a la prestaci¨®n que nunca lleg¨® a pagar a su padre. Para ello, ha solicitado la informaci¨®n recabada por el S¨ªndic de Greuges ¡ªla figura auton¨®mica equivalente al Defensor del Pueblo¡ª, al que recurri¨® ante la falta de respuesta de la Administraci¨®n valenciana. La semana pasada, Amparo recibi¨® copias de los escritos que la Generalitat remiti¨® al S¨ªndic cuando este se interes¨® por el caso de Alfredo. Para sorpresa de toda la familia, en una notificaci¨®n de noviembre de 2011, Bienestar Social admit¨ªa que se hab¨ªa aprobado la prestaci¨®n que le correspond¨ªa a su padre. La Consejer¨ªa de Bienestar Social no ha respondido a las llamadas de este diario para conocer su versi¨®n.

¡°En la Comunidad Valenciana, la Administraci¨®n aprueba a nivel interno las ayudas, pero no se llega a trasladar al interesado, de forma que no se hacen efectivas¡±, relata Sandra Casas, la abogada de la plataforma en defensa de la Ley de la Dependencia en Valencia. ¡°As¨ª, pese a encajar como beneficiarios, no se genera el derecho, y no lo perciben¡±.