Descubierta una nueva especie de mam¨ªfero en los Andes

El olinguito (Bassaricyon neblina) es el primer mam¨ªfero carn¨ªvoro que se descubre en el Hemisferio Occidental en 35 a?os. O, mejor dicho, el primero que se identifica. Porque el animal ya se conoc¨ªa, pero no se hab¨ªa reconocido como una especie aparte. Los ejemplares se confund¨ªan con otros olingos. De hecho, la identificaci¨®n de la especie se hizo al estudiar esa familia, emparentada con los coat¨ªes y los mapaches. No fue fruto de un encuentro casual entre un naturalista y un animal en una selva remota. El trabajo se hizo en zoos y museos de ciencias naturales, y ha llevado 30 a?os separar a estos animales de sus cong¨¦neres. Lo han realizado investigadores del Instituto Smithsonian y lo han publicado en ZooKeys.

Hasta hace unos a?os al olinguito solo se le hab¨ªa visto en los museos de historia natural de Nueva York y Chicago. All¨ª hab¨ªa ejemplares disecados de esta especie de mam¨ªfero de hace m¨¢s de 60 a?os. Por ello el proceso ha sido el inverso al habitual: tras identificar la especie, Kristofer Helgen, encargado de mam¨ªferos del Smithsonian, se plante¨® si el descubrimiento llegaba tarde y si se tratar¨ªa de un animal que solo podr¨ªa verse disecado. Para comprobarlo, Helgen se traslad¨® a los Andes ecuatorianos y reclut¨® a un equipo de investigadores con los que visit¨® las reservas de bosque nublado que todav¨ªa existen en las estribaciones occidentales de la cordillera andina. El reto era verificar si todav¨ªa quedaban ejemplares vivos de este nuevo animal, pues los sitios de donde proven¨ªan los espec¨ªmenes disecados hab¨ªan sido deforestados.

Miguel Pinto, que se ha especializado en la evoluci¨®n de los mam¨ªferos en la Pontificia Universidad Cat¨®lica del Ecuador, fue uno de los investigadores reclutados. Este cient¨ªfico ecuatoriano cuenta que el trabajo comenz¨® en 2004 y que el hallazgo se produjo en 2006 cuando el equipo recorri¨® la Reserva Otonga, un bosque de aproximadamente 1.000 hect¨¢reas que est¨¢ situado en la provincia de Cotopaxi, y de cuya conservaci¨®n se ocupa una fundaci¨®n privada.

El equipo, integrado por investigadores de M¨¦xico, Estados Unidos y Australia, permaneci¨® en la reserva durante dos semanas y vieron al olinguito en su h¨¢bitat natural. Pinto cuenta que divisaron tres espec¨ªmenes en total, pero no se sabe a ciencia cierta cu¨¢ntos ejemplares hay en la zona. ¡°Se necesitar¨ªa un gran equipo de bi¨®logos para documentar esto¡±, explica Pinto y a?ade que esperan que el Ministerio del Ambiente de Ecuador inicie un programa de conservaci¨®n. ¡°De momento el futuro de la especie est¨¢ asegurado porque vive en una reserva privada que no ser¨¢ deforestada¡±.

En los a?os siguientes, el equipo traz¨® la distribuci¨®n geogr¨¢fica del animal, reorganiz¨® el ¨¢rbol de familiar de estos animales mediante la secuenciaci¨®n de ADN, y examin¨® a fondo sus huesos, seg¨²n informa The Washington Post. Finalmente, este jueves se anunci¨® el descubrimiento.

La nueva especie es m¨¢s peque?a que los olingos (pesa cerca de un kilo), tiene un cr¨¢neo y una dentadura diferente, su pelaje es m¨¢s espeso y vive en una reducida zona de los Andes, en Colombia y Ecuador, a mayor altura que sus cong¨¦neres, entre los 2.000 y los 3.000 metros. Se trata de un animal de actividad nocturna, arbor¨ªcola, omn¨ªvoro (aunque puede cazar, su principal alimento son las frutas) y tiene camadas de una sola cr¨ªa.