Los virus que conseguimos eliminar y los que se quedaron con nosotros

Cuando en 2009 estall¨® la epidemia de gripe A, Jody Lanard, por entonces asesora de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), escrib¨ªa: ¡°Quiero recordar al mundo que las epidemias de gripe no se pueden parar. Los esfuerzos para frenarla son ¨²tiles. Ganamos tiempo para la educaci¨®n de la comunidad en asuntos como la higiene, para la preparaci¨®n del sistema sanitario, para desarrollar una vacuna¡­ Pero, al final, el virus se extender¨¢ igualmente¡±.

El SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, no es el virus de la gripe. Pero tiene se...

Cuando en 2009 estall¨® la epidemia de gripe A, Jody Lanard, por entonces asesora de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), escrib¨ªa: ¡°Quiero recordar al mundo que las epidemias de gripe no se pueden parar. Los esfuerzos para frenarla son ¨²tiles. Ganamos tiempo para la educaci¨®n de la comunidad en asuntos como la higiene, para la preparaci¨®n del sistema sanitario, para desarrollar una vacuna¡­ Pero, al final, el virus se extender¨¢ igualmente¡±.

El SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, no es el virus de la gripe. Pero tiene semejanzas. Los esfuerzos iniciales buscaban hacerlo desaparecer entre humanos, como se consigui¨® con su primo hermano, el SARS-CoV, del que no se sabe nada desde hace m¨¢s de 15 a?os, tras infectar a m¨¢s 8.000 personas y matar a unas 900 entre 2002 y 2003. Pero ese escenario est¨¢ cada vez m¨¢s lejos con el nuevo coronavirus. ¡°No me atrever¨ªa a decir que se va a erradicar, porque eso querr¨ªa decir que no hubiera absolutamente ning¨²n caso. Pero s¨ª estamos a tiempo de contenerlo¡±, dec¨ªa Mar¨ªa Neira, directora del Departamento de Salud P¨²blica y Medio Ambiente de la OMS, en una entrevista con la agencia Sinc.

Aunque es un pat¨®geno de muy reciente descubrimiento, del que todav¨ªa queda mucho por saber y del que casi nadie se atreve a hacer predicciones muy taxativas, su extinci¨®n se antoja muy complicada para los expertos, que especulan sobre si se convertir¨¢ en uno estacional y c¨®mo se adaptar¨¢ a vivir entre humanos si se expande entre buena parte de la poblaci¨®n, si se generar¨¢ inmunidad. Fernando Sim¨®n, director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias, barajaba el mi¨¦rcoles un escenario en el que la ¨²ltima infecci¨®n se producir¨¢ en un plazo de dos a cuatro meses y dio por hecho que entre primavera y verano desaparecer¨¢. ¡°Otra cosa es qu¨¦ pase la pr¨®xima temporada¡±, matiz¨®.

¡°Estamos trabajando con la hip¨®tesis de que la enfermedad seguir¨¢ con la intensidad actual entre cinco y siete meses m¨¢s y que luego probablemente quede amortiguada durante un tiempo hasta que el virus regrese el pr¨®ximo invierno¡±, explicaba a este peri¨®dico Benito Almirante, jefe de enfermedades infecciosas del hospital Vall d¡¯Hebron (Barcelona).

Una de las grandes especulaciones es qu¨¦ pasar¨¢ con el virus cuando llegue el calor. Seg¨²n explica Isabel Sola, investigadora del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa (CNB-CSIC), este tipo de pat¨®genos respiratorios suelen tener m¨¢s dificultad para transmitirse cuando hace calor y la radiaci¨®n ultravioleta los degrada m¨¢s r¨¢pidamente, con lo que duran menos y se reduce la probabilidad de contagio. Por eso la gripe desaparece en verano.

Pero, de nuevo, el SARS-CoV-2 no es una gripe. No se sabe a ciencia cierta c¨®mo le afectar¨¢ el cambio de estaci¨®n, pero hay varios estudios que han hecho una aproximaci¨®n. Uno reciente, todav¨ªa no sometido a revisi¨®n por pares (el proceso que trata de garantizar la calidad de los art¨ªculos cient¨ªficos que se publican) explicaba que una subida de temperatura de 20 grados retrasar¨ªa la reproducci¨®n del virus. Pero a?ad¨ªa que esto solo frenar¨¢ su propagaci¨®n en un 18%, mientras que las pol¨ªticas de contenci¨®n y las medidas sanitarias tendr¨ªan que ser responsables del 82% restante. En la misma l¨ªnea, un art¨ªculo de The Lancet aseguraba: ¡°Los meses c¨¢lidos del verano en el hemisferio norte pueden no reducir la transmisi¨®n por debajo del valor de transmisi¨®n como lo hace para la gripe A¡±. Esto quiere decir que aunque se reduzca su capacidad de contagio, no lo hace tanto como para acabar con el virus.

?C¨®mo se frenaron el SARS (S¨ªndrome Respiratorio Agudo Grave), el MERS (S¨ªndrome Respiratorio de Oriente Medio) o el ¨¦bola? ¡°Los cuadros que presentaban los pacientes de SARS-CoV eran mucho m¨¢s graves, era m¨¢s f¨¢cil detectarlos y apartarlos de la circulaci¨®n para que no infectasen a otras personas¡±, explica Jos¨¦ Mu?oz, especialista en enfermedades infecciosas del instituto de salud ISGlobal. La enfermedad lleg¨® a 27 pa¨ªses, pero en ning¨²n caso alcanz¨® las dimensiones de esta nueva versi¨®n que causa la Covid-19. Aunque hubo numerosos contagios, sobre todo en China y Hong Kong, con los aislamientos fue suficiente en la mayor¨ªa de los pa¨ªses y en unos meses, desapareci¨®. ¡°Estar¨¢ dando vueltas por alg¨²n bicho por Asia¡±, dec¨ªa en una entrevista a EL PA?S el epidemi¨®logo Antoni Trilla.

Porque todos estos virus que llegan a las personas estaban en animales. Con alguna mutaci¨®n pasan al humano, ya sea directamente o con un hospedador intermedio, como sucede con MERS-CoV, que lo hace a trav¨¦s de camellos. De este hay un goteo de infecciones que no ha cesado desde el primer caso en Arabia Saud¨ª en 2012, pero nunca se lleg¨® a propagar porque la transmisi¨®n entre humanos es pr¨¢cticamente inexistente.

En el caso del ¨¦bola, han surgido varios brotes a lo largo de la historia. El pasado 4 de marzo se acab¨® con el ¨²ltimo, aunque todav¨ªa tiene que pasar un tiempo para poder dar por completamente finalizada la epidemia. Con el ¨¦bola se puede decir con bastante seguridad que si no hay focos identificados, ninguna persona lo porta. Permanece en primates, y salta a humanos provocando estas epidemias. ¡°La ventaja del ¨¦bola es que se suele dar en poblaciones peque?as, por lo que su propagaci¨®n se autolimita. Cuando se extiende, se da en ?frica, que no est¨¢ tan integrada en la globalizaci¨®n, as¨ª que es m¨¢s dif¨ªcil que llegue fuera¡±, explica Mu?oz.

Pero el hecho de no detectar las enfermedades no siempre quiere decir que hayan desaparecido. ¡°Existe el concepto de silencio epidemiol¨®gico: no lo tenemos localizado, pero puede ser que est¨¦ circulando, aunque en una cantidad baja, as¨ª que no se hacen test espec¨ªficos y no se detectan¡±, a?ade Mu?oz.

Jody Lanard, la asesora de la OMS, dio en el clavo con la gripe A. Aunque aquel episodio se recuerda como un fiasco porque no tuvo las enormes consecuencias que algunos vaticinaban, lo cierto es que fue un fallo de diagn¨®stico en su letalidad, que acab¨® siendo mucho menor de lo esperada. Pero el H1N1 se extendi¨® por el mundo y termin¨® conviviendo y sustituyendo a otras variedades de la gripe estacional. ¡°Cuando eso suceda [su expansi¨®n], las cosas que los pa¨ªses est¨¢n haciendo correctamente para frenar su expansi¨®n dejar¨¢n de merecer la pena. Estoy hablando de cosas como medir la temperatura a viajeros, trazar y poner en cuarentena a los contactos de las personas que enfermaron¡±, escrib¨ªa.

Medir la temperatura a viajeros se ha demostrado como una t¨¦cnica muy poco ¨²til para contener estas epidemias, por lo que con Covid-19, ni siquiera se ha usado en la mayor¨ªa de pa¨ªses. Las cuarentenas preventivas ya se han superado claramente, al menos en Espa?a. El trabajo ahora es contener la enfermedad para no colapsar el sistema sanitario. Y, si se convierte en estacional, prepararse para la pr¨®xima temporada, con todas las herramientas que d¨¦ tiempo a desarrollar, ya sea el propio sistema inmunitario de muchas personas que ya conocer¨¢ al virus, medicamentos que se desarrollen o vacunas, aunque los expertos no esperan estas antes de un a?o, en el mejor de los casos.

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