Am¨¦rica Latina y el coronavirus: cuando las barbas de tu vecino veas pelar
No solo los Gobiernos tienen la responsabilidad de frenar el contagio del virus, nuestro comportamiento individual es clave para lograr disminuir la propagaci¨®n
El mundo se enfrenta a una pandemia causada por un coronavirus respiratorio de origen animal. Todas las personas son susceptibles de infecci¨®n ya que no tenemos ninguna inmunidad contra este nuevo virus. En ausencia de una vacuna, el virus seguir¨¢ propag¨¢ndose hasta que haya infectado a la mayor parte de la poblaci¨®n, creando un porcentaje alto de personas resistentes a volver a ser infectadas por adquisici¨®n de inmunidad natural, y que por tanto dejen de contagiar a otras personas. Aunque este virus causa una enfermedad respira...
El mundo se enfrenta a una pandemia causada por un coronavirus respiratorio de origen animal. Todas las personas son susceptibles de infecci¨®n ya que no tenemos ninguna inmunidad contra este nuevo virus. En ausencia de una vacuna, el virus seguir¨¢ propag¨¢ndose hasta que haya infectado a la mayor parte de la poblaci¨®n, creando un porcentaje alto de personas resistentes a volver a ser infectadas por adquisici¨®n de inmunidad natural, y que por tanto dejen de contagiar a otras personas. Aunque este virus causa una enfermedad respiratoria leve en la mayor¨ªa de los casos, tambi¨¦n puede dar lugar a enfermedad severa en la forma de una neumon¨ªa grave e incluso letal. La proporci¨®n de casos severos es mayor en ciertos grupos de riesgo, como son la gente mayor y las personas inmunosuprimidas o con otras enfermedades cr¨®nicas.
Se sabe que una persona infectada transmite de media el virus a otras tres personas, y que el contagio puede ocurrir incluso antes de que se desarrollen s¨ªntomas, lo cual hace dif¨ªcil distinguir personas infectadas de no infectadas. Por desgracia, aunque los ensayos cl¨ªnicos para probar vacunas contra el coronavirus han comenzado ya, se tarda al menos un a?o el poder saber con seguridad si una vacuna funciona sin causar efectos adversos. ?Qu¨¦ podemos entonces hacer antes de que tengamos una vacuna para mitigar el da?o que este coronavirus pueda causar? Las ¨²nicas medidas que tenemos en este momento para combatir el virus son el intentar evitar en lo posible su expansi¨®n r¨¢pida para que los casos de enfermedad severa no se acumulen todos de golpe, lo que dar¨ªa lugar al desbordamiento de las capacidades hospitalarias para dar la atenci¨®n adecuada.
Cada pa¨ªs se enfrenta por tanto al reto de intentar frenar en lo posible al coronavirus. Aunque es pr¨¢cticamente imposible evitar la entrada del virus en un pa¨ªs, hay pa¨ªses donde el virus ha entrado antes que en otros, de tal modo que los brotes de contagio est¨¢n m¨¢s avanzados en algunos pa¨ªses. Es el caso de China, donde se originaron los primeros casos, Corea, Italia, Espa?a y varios otros pa¨ªses europeos. Pero casos, todav¨ªa aislados, se est¨¢n registrando en la mayor parte del mundo, tambi¨¦n en Am¨¦rica Latina, lo que indica que en muchos pa¨ªses el virus est¨¢ en una fase inicial de expansi¨®n. Aunque el clima c¨¢lido de pa¨ªses tropicales pueda hacer que el contagio sea menos efectivo, eso no frena del todo el virus, como sabemos por los casos registrados en Singapur.
La mayor parte de los pa¨ªses m¨¢s afectados han iniciado medidas de contenci¨®n, tales como cierres de espect¨¢culos, comercios no esenciales, escuelas, distanciamiento social, etc., cuando el n¨²mero de casos diagnosticados comenz¨® a superar la centena. Eso no ha evitado que los n¨²meros de infectados sigan subiendo de un modo alarmante y empiecen a causar problemas de atenci¨®n hospitalaria. Esperamos que al menos en unas pocas semanas podamos ver el efecto de estas medidas y el n¨²mero de casos no siga aumentando de un modo exponencial. Por fortuna, algo as¨ª ya se est¨¢ viendo en China y Corea.
Por eso ser¨ªa prudente comenzar las medidas de contenci¨®n cuanto antes, y no esperar demasiado a que el virus se propague m¨¢s. No solo los Gobiernos y las autoridades administrativas tienen la responsabilidad de intentar frenar en lo posible el contagio mediante la imposici¨®n de medidas de contenci¨®n, sino que todos nosotros, individualmente, tenemos la responsabilidad de intentar evitar en lo posible el infectar a otras personas o el ser infectado. Nuestro comportamiento individual es clave para lograr disminuir la propagaci¨®n del coronavirus. Disminuyamos en lo posible todos los contactos de cerca, sobre todo con personas de grupos de riesgo, que son las m¨¢s vulnerables, evitemos aglomeraciones, distanci¨¦monos de otras personas, limpi¨¦monos las manos frecuentemente y procuremos no llevarnos las manos a la cara. Seamos solidarios y adoptemos estas medidas de comportamiento, porque as¨ª estaremos contribuyendo a salvar vidas.
Adolfo Garc¨ªa-Sastre es director del Instituto Global de Salud y Pat¨®genos Emergentes en la Escuela de Medicina de ICAHN en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.