En los Pirineos viven unos 1.000 quebrantahuesos, un 64% m¨¢s de los contabilizados hasta ahora
Un estudio del CSIC estima por primera vez la poblaci¨®n total de esta especie en peligro de extinci¨®n con un m¨¦todo que incluye a los ejemplares errantes
Los imponentes quebrantahuesos ¡ªbuitres que se alimentan de huesos y tendones¡ªcasi desaparecieron de Espa?a en el siglo pasado a manos de cazadores o por ingesti¨®n de veneno destinado a otros animales como osos y lobos. Los Pirineos se convirtieron en el ¨²ltimo reducto de la especie, catalogada en peligro de extinci¨®n. Los cient¨ªficos sab¨ªan cu¨¢ntas parejas reproductoras viv¨ªan en la cordillera, pero faltaban los ejemplares flotantes, de los que es muy dif¨ªcil conocer su n¨²mero real porque van y vienen, llegando a recorrer 10.000 kil¨®metros cuadrados, toda la cordillera pirenaica. Ahora, una i...
Los imponentes quebrantahuesos ¡ªbuitres que se alimentan de huesos y tendones¡ªcasi desaparecieron de Espa?a en el siglo pasado a manos de cazadores o por ingesti¨®n de veneno destinado a otros animales como osos y lobos. Los Pirineos se convirtieron en el ¨²ltimo reducto de la especie, catalogada en peligro de extinci¨®n. Los cient¨ªficos sab¨ªan cu¨¢ntas parejas reproductoras viv¨ªan en la cordillera, pero faltaban los ejemplares flotantes, de los que es muy dif¨ªcil conocer su n¨²mero real porque van y vienen, llegando a recorrer 10.000 kil¨®metros cuadrados, toda la cordillera pirenaica. Ahora, una investigaci¨®n del Instituto de Investigaci¨®n en Recursos Cineg¨¦ticos (IREC)-CSIC ha estimado, por primera vez, que la poblaci¨®n del buitre en los Pirineos se encuentra entre 937 y 1.119 ejemplares, de los que el 36% son parejas reproductoras, que est¨¢n asentadas en territorios. Los individuos no reproductores, de los que se desconoc¨ªa el n¨²mero hasta ahora y no se contabilizaban, conforman el 64% restante. El estudio ha determinado tambi¨¦n que, aunque la poblaci¨®n del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) ha crecido, cada vez tiene menos ¨¦xito reproductor.
¡°Se nos escapaban esos quebrantahuesos que se mueven err¨¢ticamente por los Pirineos, un d¨ªa est¨¢n en Navarra, a la semana en Andorra y luego se pasan por Catalu?a¡±, explica Antonio Margalida, investigador del IREC y coordinador de la investigaci¨®n que aparece en la revista cient¨ªfica Ecological Monographs. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han utilizado la informaci¨®n sobre la tasa de reproducci¨®n y productividad del quebrantahuesos en los Pirineos, recopilada por Espa?a (Navarra, Arag¨®n y Catalu?a), Andorra y Francia de 1987 a 2016, combinada con el seguimiento de 150 individuos a los que se captur¨® y marc¨® durante el mismo periodo. ¡°El Modelo de Poblaci¨®n Integrado (MPI) que hemos aplicado ha permitido una estima muy precisa de la natalidad, mortalidad, fecha y edad media de reproducci¨®n, informaci¨®n que permite comprobar que tendencia sigue la especie¡±, explica Jos¨¦ Jim¨¦nez, investigador del CSIC y coautor del an¨¢lisis. ¡°Hemos utilizado los datos de la poblaci¨®n que se ve [los reproductores] para acercarnos a esa otra fracci¨®n de la que no se puede obtener informaci¨®n tan f¨¢cilmente", describe. El an¨¢lisis les ha llevado dos a?os.
El estudio ha permitido comprobar que poblaci¨®n adulta de la carro?era se ha ido incrementando en el periodo examinado, pasando del 61% al 73%. Una buena noticia que se difumina debido a que los quebrantahuesos cada vez cr¨ªan peor y hay m¨¢s fracaso reproductor. ¡±Esta tendencia sugiere una hipot¨¦tica saturaci¨®n de los territorios de calidad para la especie y puede conducir a la paradoja de que la poblaci¨®n disminuya con m¨¢s ejemplares¡°, plantea Margalida. Adem¨¢s, el elevado n¨²mero de adultos ha conducido probablemente a que la edad media de primera reproducci¨®n sea m¨¢s alta de la que se estimaba y a que en el 35% de los territorios ocupados por la especie, que suele ser mon¨®gama, haya tr¨ªos poli¨¢ndricos ¡ªunidades reproductivas de dos o m¨¢s machos y una hembra¡ª.
La soluci¨®n para la especie ser¨ªa ampliar territorio, salir de los Pirineos y colonizar la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Pero de momento no dan el paso. ¡°Puede ser porque es una especie a la que le cuesta cambiar de lugar o porque lo que se encuentran m¨¢s all¨¢ no tiene la suficiente calidad al ser terrenos muy alterados por el hombre¡±, reflexiona. Una de las propuestas que ahora est¨¢ discutiendo el grupo de trabajo formado por comunidades aut¨®nomas, expertos y el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica es la posibilidad de disminuir el alimento suplementario que se proporciona a la especie en diferentes comederos. De esta forma se les forzar¨ªa a buscar nuevos territorios. Una medida pol¨¦mica, con pros y contras, porque podr¨ªa aumentar su mortalidad y eso significar¨ªa una marcha atr¨¢s en la recuperaci¨®n de la especie en la que se est¨¢ invirtiendo mucho esfuerzo y recursos.
¡°Los hallazgos muestran la relevancia de poder contar con estudios a largo plazo, algo muy complicado de conseguir¡±, sostienen los expertos. El mismo sistema se puede utilizar con otras especies, pero para ello ser¨ªa necesario disponer de la misma calidad de informaci¨®n con par¨¢metros homog¨¦neos e integrables. ¡°Se precisan series muy largas de datos y eso es muy complicado de conseguir¡±, apunta Jim¨¦nez. En el caso del quebrantahuesos, su localizaci¨®n en los Pirineos, que act¨²an como una isla, simplifica el trabajo. ¡°No hay entradas ni salidas, ni individuos que llegan de fuera, es una poblaci¨®n cerrada¡±, aclara Jim¨¦nez. La poblaci¨®n de quebrantahuesos del Pirineo es la ¨²nica que queda salvaje en Espa?a, con 126 territorios de reproducci¨®n. En Andaluc¨ªa se han formado tres parejas por programas de reintroducci¨®n y en Picos de Europa anida otra, tambi¨¦n introducida, que tuvo su primer pollo en marzo. Hay otro proyecto en sus inicios para llevar la especie a la comarca de El Maestrazgo (Castell¨®n y Teruel). En el resto de Europa, viven alrededor de 50 parejas reintroducidas en los Alpes, una en Andorra y 46 en Francia, adem¨¢s de cinco salvajes en Creta.