Los 30 a?os que pusieron fin al embalse de Biscarru¨¦s
Vecinos, pol¨ªticos locales y ecologistas se unieron con el fin de salvar las aguas bravas del r¨ªo G¨¢llego en Arag¨®n
¡°Tu vida se convierte en una reivindicaci¨®n constante¡±, describe Lola Gim¨¦nez, de la coordinadora de afectados que se cre¨® en 1987, cuando ella ten¨ªa 12 a?os, para impedir la construcci¨®n del embalse de Biscarru¨¦s (Huesca). En ese momento, el proyecto era de un inmenso pantano de 900 hect¨®metros c¨²bicos, que anegaba Er¨¦s, Santa Eulalia de G¨¢llego y, de forma parcial, Murillo de G¨¢llego y Concilio (unas 300 personas afectadas). La intenci¨®n era dar agua a los cultivos del sistema de riego del Alto Arag¨®n que abastece la zona de M...
¡°Tu vida se convierte en una reivindicaci¨®n constante¡±, describe Lola Gim¨¦nez, de la coordinadora de afectados que se cre¨® en 1987, cuando ella ten¨ªa 12 a?os, para impedir la construcci¨®n del embalse de Biscarru¨¦s (Huesca). En ese momento, el proyecto era de un inmenso pantano de 900 hect¨®metros c¨²bicos, que anegaba Er¨¦s, Santa Eulalia de G¨¢llego y, de forma parcial, Murillo de G¨¢llego y Concilio (unas 300 personas afectadas). La intenci¨®n era dar agua a los cultivos del sistema de riego del Alto Arag¨®n que abastece la zona de Monegros.
Con el paso de los a?os, la lucha contra la infraestructura evolucion¨® al convertirse el r¨ªo en el motor econ¨®mico de la comarca con actividades acu¨¢ticas: rafting, kayak, canoas... En 1996 surge otro proyecto, este de 192 hect¨®metros c¨²bicos, que continuaba inundando Er¨¦s y afectaba al desarrollo de las empresas de aguas bravas, explica Jos¨¦ Antonio Cuch¨ª, presidente de la Asociaci¨®n de Amigos de La Galliguera, nombre por el que se conoce al lugar. En 2006, el Gobierno central, con Cristina Narbona de ministra de Medio Ambiente, rechaza ese plan y surge el siguiente, ya de 35 hect¨®metros c¨²bicos, ¡°pero que pod¨ªa crecer¡±, advierte Cuch¨ª. En 2009 sale a informaci¨®n p¨²blica y en 2011 se emite la declaraci¨®n de impacto ambiental favorable con condiciones. Pero los vecinos consideraron que el impacto continuaba siendo notable. ¡°No quer¨ªamos ning¨²n pantano, porque si inutilizas entre el 50% y el 60% de las aguas bravas las empresas no ser¨ªan viables, adem¨¢s del da?o ambiental que provocar¨ªa¡±, puntualiza Cuch¨ª.
El objetivo de la Coordinadora Biscarru¨¦s-Mallos de Riglos era salvar al r¨ªo y garantizar as¨ª su futuro con el turismo activo, que les permite recibir 80.000 visitantes al a?o. La escalada en los impresionantes Mallos de Riglos, el senderismo y la oferta cultural completan el atractivo de la zona.
Nadie pod¨ªa pensar hace m¨¢s de tres d¨¦cadas que estos diminutos municipios (con una poblaci¨®n de 100, 200 o algo m¨¢s de 300 habitantes, que se multiplica en vacaciones) conseguir¨ªan parar un embalse que contaba con el benepl¨¢cito del Gobierno central, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro, el Ejecutivo regional y de la poderosa comunidad de Regantes del Alto Arag¨®n. La primera victoria legal lleg¨® en julio de 2017 cuando la Audiencia Nacional les dio la raz¨®n y anul¨® el anteproyecto para construir la presa y la declaraci¨®n de impacto ambiental. Riegos del Alto Arag¨®n interpuso un recurso de casaci¨®n en el Tribunal Supremo, que este martes enterr¨® el anteproyecto del embalse confirmando que no se puede ¡°invocar en abstracto el inter¨¦s p¨²blico superior¡±, sino que es necesario ¡°un an¨¢lisis cient¨ªfico detallado y espec¨ªfico del proyecto¡± para ejecutar la obra.
El Ministerio lo da por anulado
La alegr¨ªa estall¨® en la zona, aunque Riegos del Alto Arag¨®n advierte en un comunicado de que en la sentencia ¡°no se pone fin al proyecto¡±. Se refieren a un nuevo proyecto que redact¨® la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro ¡ªdependiente del Ministerio de Medio Ambiente¡ª en mayo de 2017. El documento sali¨® a informaci¨®n p¨²blica, pero la sentencia de la Audiencia Nacional par¨® el proceso. Fuentes del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica rechazan esa posibilidad: ¡°no hay ninguna previsi¨®n de reconsiderarlo [el embalse], sino de acatar la sentencia, d¨¢ndolo definitivamente por anulado¡±.
Los regantes tienen enfrente a un movimiento compacto de abuelos, hijos, nietos y Ayuntamientos de distinto signo pol¨ªtico, junto con cinco potentes ONG ¡ªEcologistas en Acci¨®n, SEO/BirdLife, Greenpeace, Amigos de la Tierra y WWF¡ª sin intenci¨®n de bajar la guardia. ¡°Mi abuela se meti¨® un poco, mi padre se involucr¨® y ahora estoy yo y mis sobrinos¡±, pone como ejemplo de las redes familiares que se han tejido Lola Gim¨¦nez. ¡°Cuando estudiaba y volv¨ªa en vacaciones dec¨ªan ¡®hay que cortar la carretera en Ayerbe¡¯, y all¨ª me iba¡±, cuenta.
Tambi¨¦n se encadenaron; viajaron a Bruselas, donde hay un procedimiento de infracci¨®n abierto; recogieron de firmas en Change.org y se manifestaron. Leonor Corral, vecina de Er¨¦s, de 84 a?os, tambi¨¦n se ech¨® a la calle. Recuerda en la cocina de su casa c¨®mo acud¨ªa a las concentraciones con su marido. ¡°Nunca me habr¨ªa imaginado que iba a hacer algo as¨ª. Pero si lo construyen ?ad¨®nde te vas?¡±, se pregunta.
Chema Sope?a, due?o de la empresa River Guru, especializada en rafting, kayak y multiaventura lleg¨® a la zona hace 10 a?os para trabajar de camarero. Deportista, comenz¨® a colaborar con las empresas de rafting, hasta que se independiz¨®. ¡°Compramos barcos, de todo, luego lleg¨® la casa, me ech¨¦ novia y ahora tengo dos hijos¡±, explica. Vive en el pueblo de Ag¨¹ero y este a?o llegaron tres parejas nuevas que trabajan con ¨¦l. El coronavirus ha cambiado la situaci¨®n, pero siguen all¨ª, esperando a abrir las instalaciones y poder recuperar el negocio. ¡°Este r¨ªo es de aguas bravas de verdad, con el embalse no pod¨ªamos asegurar nuestra continuidad. Imagina que vas a la playa, llegas y resulta que no hay¡±, argumenta. La amenaza del pantano, como a tantas otros vecinos, no min¨® nunca sus ganas de seguir adelante, porque ¡°es una actividad incre¨ªble¡±.
Los cuatro ¡®jipis¡¯ que se lanzaron a hacer ¡®rafting¡¯
¡°El desv¨ªo por Monrep¨®s de la carretera que iba al Pirineo [en los a?os ochenta] mat¨® a esta zona, que estaba salpicada de hostales que utilizaba la gente que pasaba¡±, explica Marta Alcacera, due?a del hotel Spa Aguas de los Mallos en el municipio de Murillo de G¨¢llego. Su familia regentaba un hostal y estuvieron en ¡°un tris de cerrar¡±. Pero empezaron a llegar vascos y navarros que advirtieron las posibilidades del r¨ªo y las actividades relacionadas con el rafting iniciaron su despegue. Fue poco a poco y con mucho trabajo. ¡°Al principio la gente dec¨ªa que eran cuatro "jipis", pero muy trabajadores, se pon¨ªan en la carretera con un cartel ofreciendo el rafting al que pasaba, los clientes se cambiaban en los ba?os del hostal, en el aparcamiento¡¡±, relata. Los negocios prosperaron y ellos se animaron a construir el hotel hace ocho a?os, a pesar de la amenaza del pantano. ¡°Mi padre y mi abuelo han sido agricultores, as¨ª que no eres ajeno a la otra parte¡±, comenta Marta Cast¨¢n, de 35 a?os, que regenta el hotel con su madre. ¡°Pero lo que es una injusticia es que para que unos vivan, los otros tengan que sacrificar su forma de vida¡±.
El fallo del Tribunal Supremo, que no ha dado la raz¨®n a los regantes, establece doctrina que se aplicar¨¢ en casos similares. Indica que el inter¨¦s p¨²blico superior al que se refiere la Directiva Marco del Agua europea no es equiparable con el de inter¨¦s general. Para declarar ese inter¨¦s superior, el caso se debe referir a la salud, la seguridad de las personas, el medio ambiente o ser una pol¨ªtica fundamental del Estado. ¡°Afectar a una masa de agua o un r¨ªo para regad¨ªos, que es una actividad econ¨®mica respetable, no entra dentro de estas categor¨ªas¡±, interpreta Jos¨¦ Luis Beaumont, abogado de la coordinadora vecinal y los Ayuntamientos demandantes.