Las clases de religi¨®n contin¨²an vaci¨¢ndose de alumnos
La mitad de los estudiantes de primaria y secundaria prefieren matricularse en la asignatura de actividades alternativas, cifra que refleja una secularizaci¨®n agigantada de la sociedad espa?ola
Poco a poco la asignatura de religi¨®n pierde terreno en las aulas y observa c¨®mo la clase de actividades alternativas le va ganando el pulso en n¨²mero de alumnos. Especialmente en la p¨²blica, donde el 55,1% de los estudiantes de ESO y el 42,1% de primaria han decidido abandonar el catecismo, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Fundaci¨®n Ferrer i Gu¨¤rdia publicado este viernes. Tendencia que en el caso de la ense?anza b¨¢sica, apunta el documento, ha tenido en los ¨²ltimos 20 a?os ¡°un incremento m¨¢s notorio y pr¨¢cticamente ininterrumpido¡±. Preferencia que parece no compartir el alumnado (o los padres d...
Poco a poco la asignatura de religi¨®n pierde terreno en las aulas y observa c¨®mo la clase de actividades alternativas le va ganando el pulso en n¨²mero de alumnos. Especialmente en la p¨²blica, donde el 55,1% de los estudiantes de ESO y el 42,1% de primaria han decidido abandonar el catecismo, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Fundaci¨®n Ferrer i Gu¨¤rdia publicado este viernes. Tendencia que en el caso de la ense?anza b¨¢sica, apunta el documento, ha tenido en los ¨²ltimos 20 a?os ¡°un incremento m¨¢s notorio y pr¨¢cticamente ininterrumpido¡±. Preferencia que parece no compartir el alumnado (o los padres de este) de los centros privados. En los no concertados las cifras son del 27,4% en primaria y del 36,9% en secundaria; y en los privados-concertados (donde las escuelas cat¨®licas representan m¨¢s de la mitad) el porcentaje es del 13,45 y del 16,2% respectivamente. La Fundaci¨®n Ferrer i Gu¨¤rdia no matiza los datos en bachillerato, ya que los ¨²nicos datos globales con los que cuenta (el 67% de estos estudiantes no estudian religi¨®n) son del curso 2014-2015.
El hijo de To?i Fern¨¢ndez, Bruno, ha comenzado este curso tercero de primaria y, despu¨¦s de pasar varios a?os cursando religi¨®n, se ha matriculado en la asignatura de educaci¨®n en valores. A pesar de no ser creyentes, To?i decidi¨® que su hijo, ahora de ocho a?os, asistiera a religi¨®n durante la educaci¨®n infantil en un colegio de C¨¢ceres para evitar que se sintiera desplazado. ¡°Ten¨ªamos miedo de que no entendiese por qu¨¦ a ¨¦l le sacaban de clase y le separasen de sus compa?eros¡±, comenta Fern¨¢ndez, maestra de profesi¨®n. Ahora, los padres sienten que Bruno est¨¢ contento y que el cambio no le ha afectado. No obstante, como docente, Fern¨¢ndez piensa que esta elecci¨®n escolar a¨²n no est¨¢ bien regulada. ¡°Hasta hace poco, los profesores no sab¨ªan muy bien qu¨¦ hacer en la hora alternativa. Tampoco hab¨ªa un libro de texto ni un desarrollo a seguir¡±, dice.
Los expertos que han escrito el informe subrayan que los resultados de la investigaci¨®n dejan ver un cambio profundo en la forma de pensar de los espa?oles. ¡°Estas cifras son un indicador m¨¢s de la secularizaci¨®n actual de la sociedad. Un an¨¢lisis que refleja la contradicci¨®n que supone que en Espa?a haya una menor creencia religiosa y que en la relaci¨®n entre el Estado y las instituciones religiosas, especialmente la cat¨®lica, se sigan manteniendo una situaci¨®n de privilegios¡±, afirma Silvia Luque, directora de la fundaci¨®n, que aboga claramente por una revisi¨®n de los Acuerdos de Espa?a con el Vaticano.
Esta noticia se enmarca en el debate sobre la nueva ley escolar que se est¨¢ tramitando en el Congreso (conocida popularmente como la ley Cela¨¢) y que pretende quitar peso a la asignatura de religi¨®n: ya no computar¨¢ para la nota media y no ser¨¢ ¡°materia espec¨ªfica¡± en bachillerato. Adem¨¢s, la norma no contempla incluir una materia alternativa para los alumnos que no quieran cursarla. Estos puntos causan cierto p¨¢nico entre las autoridades religiosas, que temen que, al no contar para nota ni estar obligados a ir a otra clase, los alumnos abandonen las aulas de religi¨®n.
La Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) ha trasladado a la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cel¨¢a, una ¡°propuesta de integraci¨®n novedosa de la clase de religi¨®n y de su espejo en valores c¨ªvicos¡±, seg¨²n anunci¨® la semana pasada el obispo y secretario general de la CEE, Luis Arg¨¹ello. El medio Alfa y Omega adelant¨® este jueves que los prelados espa?oles han propuesto al Gobierno integrar contenidos de su asignatura en una materia com¨²n de valores donde puedan ser explicados desde distintas perspectivas, entre ellas, la cat¨®lica.
Elegir no siempre es f¨¢cil. En muchos casos, como el de Mar¨ªa Tovar y sus hijos Mario (de ocho a?os) y Jara (de seis a?os), la posibilidad de asistir a una clase alternativa a la de religi¨®n es nula. El colegio donde est¨¢n matriculados, en C¨¢ceres, ofrece autom¨¢ticamente la materia de religi¨®n. Si los padres no quieren, tienen que solicitarlo expresamente. ¡°Al final los ni?os sienten presi¨®n. Por un lado todos sus compa?eros van a reli y, por otro, se aburren cuando les meten en la biblioteca a leer un libro. Se sienten solos y apartados¡±, comenta la madre.
Un problema que Paco Delgado, presidente de Europa Laica, tilda de ilegal. ¡°Hay jurisprudencia que afirma que son los padres los que tienen que pedir al centro la asignatura de religi¨®n y no al rev¨¦s. Y que ninguna direcci¨®n escolar est¨¢ en su derecho de entregar una hoja al inicio del curso para que los tutores decidan si quieren esa materia. Si este tipo de cuestiones se realizasen como es debido, las matriculaciones en religi¨®n bajar¨ªan un 30% en Espa?a¡±, dice Delgado.
El 67% de los creyentes no es practicante
En Espa?a, el 29% de la poblaci¨®n se considera no creyente (ateos, indiferentes y agn¨®sticos). La creencia religiosa, seg¨²n se deja ver en el informe, tambi¨¦n es una cuesti¨®n de la edad. M¨¢s de la mitad de los j¨®venes entre 18 y 24 a?os afirma no creer en nada (52,2%), estela que sigue el 48% de las personas entre 25 y 34, mientras que solo una minor¨ªa de la poblaci¨®n de m¨¢s de 65 (un 10%) se considera no creyente .
El estudio tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en la proporci¨®n de los creyentes que no la practican: dos de cada tres personas que profesan una fe no acuden a los ritos, no rezan o se muestran disidentes de alguna doctrina de su religi¨®n o de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica que la dirige. Circunstancia que tambi¨¦n se refleja en celebraciones lit¨²rgicas tan comunes como el matrimonio. En 28 a?os, por ejemplo, las bodas por la Iglesia han pasado de representar el 79,4% del total al 21,1%. Otro dato a tener en cuenta son los hijos nacidos fuera del matrimonio, que en 1990 supon¨ªan el 9,6% de los casos y en 2018 superaban el 47%. Unas cifras que invitan a pensar que la famosa frase ¡°cada vez que nace un espa?ol, nace un cat¨®lico¡± se est¨¢ diluyendo a pasos agigantados.