Toque de queda en las tres mayores ciudades italianas

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no quer¨ªa ni o¨ªr la palabra, y sigue negando que pueda llegar en la misma forma que en el mes de marzo. Pero la realidad se impone y el Gobierno, dividido en tres partidos y varias sensibilidades al respecto, ya no excluye la posibilidad de un confinamiento, aunque pudiese permitirse la movilidad para quien va a trabajar o a la escuela. Los casos en Italia se disparan (el mi¨¦rcoles hubo 15.199 nuevos contagios y 127 fallecimientos) y los hospitales comienzan a notar la presi¨®n. ...

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no quer¨ªa ni o¨ªr la palabra, y sigue negando que pueda llegar en la misma forma que en el mes de marzo. Pero la realidad se impone y el Gobierno, dividido en tres partidos y varias sensibilidades al respecto, ya no excluye la posibilidad de un confinamiento, aunque pudiese permitirse la movilidad para quien va a trabajar o a la escuela. Los casos en Italia se disparan (el mi¨¦rcoles hubo 15.199 nuevos contagios y 127 fallecimientos) y los hospitales comienzan a notar la presi¨®n. Las principales regiones ya han decretado un toque de queda antes de la medianoche y algunas, como Lombard¨ªa o Lacio, incluso han reducido sustancialmente la presencia en las aulas de los institutos. Las tres ciudades donde vive m¨¢s gente de Italia, Mil¨¢n, Roma y N¨¢poles, vuelven a situarse frente al abismo y el Gobierno estudia ya un nuevo decreto para las pr¨®ximas horas.

La ¨²ltima regi¨®n en tomar medidas ha sido Lacio (Roma). Los n¨²meros de la capital de Italia comienzan a ser demasiado altos y el gobernador, Nicola Zingaretti, ha firmado una ordenanza que impondr¨¢ desde el viernes un toque de queda a partir de medianoche hasta las cinco de la ma?ana. Estar¨¢ prohibida completamente la circulaci¨®n nocturna (salvo justificaci¨®n que deber¨¢ se?alarse de nuevo en autocertificaciones). Adem¨¢s, entre un 50% y un 75% de las clases de los institutos (desde los 14 a?os) se realizar¨¢n a distancia. Los alumnos de esa edad, considera el Gobierno, son quienes m¨¢s han expandido el virus en esta segunda oleada.

En N¨¢poles y toda la regi¨®n de Campania la situaci¨®n tambi¨¦n es preocupante. Su gobernador, Vincenzo de Luca, fue el primero en tomar medidas y lleg¨® a cerrar las escuelas (luego dio marcha atr¨¢s y volver¨¢n a abrirse). En el sur han cambiado las tornas. La primera ola tuvo un menor impacto en N¨¢poles, cuyo sistema sanitario es mucho m¨¢s fr¨¢gil que en las ciudades del norte. Esta vez, sin embargo, los datos son muy distintos y se teme que el coronavirus pueda causar un da?o muy superior. Por eso, De Luca tambi¨¦n ha prohibido los desplazamientos entre provincias, algo que estudian el resto de regiones que han comenzado a aplicar este tipo de medidas como Liguria (G¨¦nova) o Piamonte (Tur¨ªn). Los cient¨ªficos quer¨ªan que los restaurantes cerrasen a las diez de la noche, pero Conte se opuso porque no se pod¨ªa dar ni un turno completo.

Los datos de Italia siguen siendo mejores que los de sus vecinos europeos. Pero el n¨²mero de casos se ha triplicado en una semana y nadie oculta ya la gravedad de una situaci¨®n por la que se ir¨¢n incrementando paulatinamente las medidas de contenci¨®n (los gimnasios y las piscinas est¨¢n ahora en el punto de mira del Gobierno). Seg¨²n el asesor del Ministerio de Sanidad Walter Ricciardi, la pandemia de coronavirus est¨¢ ya ¡°fuera de control¡± en algunas zonas metropolitanas como Mil¨¢n (norte), N¨¢poles (sur) y Roma, y por ello se requieren medidas m¨¢s contundentes. "Tienen n¨²meros demasiado altos para contenerlos con el m¨¦todo tradicional de pruebas y rastreo¡±, se?al¨® este mi¨¦rcoles.

En el seno de la coalici¨®n de Gobierno crecen distintas visiones sobre lo que deber¨ªa hacerse. Conte traslada ahora la presi¨®n a las regiones. Pero el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, y el de Cultura, Dario Franceschini, son partidarios de medidas m¨¢s duras. En ning¨²n caso se plantean restricciones tan severas como las que se impusieron en el mes de marzo confinando de forma total a la poblaci¨®n y paralizando la actividad productiva. Se buscan soluciones para acercarse a esa soluci¨®n, pero sin bloquear la actividad econ¨®mica y poder llegar a Navidad con un sector comercial vivo. Ese es ahora el mantra imperante.

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