La nueva normalidad de las finanzas personales

Uno de los pocos aspectos buenos que habr¨¢ de dejarnos la pandemia es un aprendizaje globalizado de c¨®mo suceden las cosas en la vida: siempre existir¨¢n imprevistos y hay que estar preparados. Hasta el ser m¨¢s optimista del mundo y el m¨¢s incr¨¦dulo sobre la importancia de las finanzas personales han comprendido que el sentirse bien, en plenitud, no es ninguna garant¨ªa de que no llegar¨¢ un evento que nos cambie la vida de golpe.

Es momento de recomenzar. La covid-19 puede representar la oportunidad de corregir lo que hac¨ªamos mal o de reinventar nuestra relaci¨®n con el dinero para alcanzar un futuro econ¨®mico estable. Para lograrlo, es necesario conocer las prioridades financieras que esta adversidad ha venido a recalcar en nuestras vidas:

Haz de las finanzas personales parte (real) de tu vida. La verdad es que muchos sol¨ªamos revisar nuestra estabilidad econ¨®mica de soslayo, cuando ten¨ªamos que pagar las tarjetas de cr¨¦dito. En la nueva realidad, esa desidia ya no tiene cabida. No se trata de que tomemos un curso de finanzas personales (?puedes? ?Te interesa? ?Hazlo!), pero s¨ª es importante comprender que esto forma parte de nuestra vida, que todos tenemos una configuraci¨®n financiera aunque no lo deseemos. Con poner un poco m¨¢s de atenci¨®n en nuestros ingresos y egresos (ahora vamos con eso) bastar¨¢ en un principio; despu¨¦s, incrementar nuestro control sobre nuestro entorno econ¨®mico ser¨¢ m¨¢s sencillo.

S¨¦ realista con tus ingresos. Si tus ingresos han disminuido por la crisis econ¨®mica, es tiempo de realizar ajustes encaminados a apuntalar tu fortaleza financiera. Una de las claves en este punto es asegurarte de que tus gastos personales (entretenimiento, ropa, regalos) no comprometan tu capacidad de cubrir gastos fijos, como alimentaci¨®n, renta, agua y luz. Saber con cu¨¢nto dinero dispondr¨¢s a ciencia cierta en el futuro cercano, te permitir¨¢ hacer un an¨¢lisis objetivo de las metas que puedes alcanzar hacia final de a?o.

Examina tus gastos. Todos hemos incrementado nuestros egresos debido a esta situaci¨®n tan extraordinaria: gel antibacterial, cubrebocas, careta, tapete desinfectante¡­ art¨ªculos que se han vuelto tan importantes de la noche a la ma?ana como el ir a comprar leche o sopas. Adem¨¢s el home office ha incrementado el gasto en energ¨ªa el¨¦ctrica, internet (algunos tuvieron que contratar mejores paquetes, y por lo tanto m¨¢s caros) y hasta de la despensa. ?El ahorro en transporte, gasolina y comidas cuando ibas a tu trabajo compensa lo anterior? La vida despu¨¦s de la cuarentena trajo este nuevo rengl¨®n a analizar en nuestro presupuesto mensual.

Analiza tus deudas. No se trata de evitarlas a toda costa porque las necesidades de tu familia, de tu trabajo o negocio las pueden requerir. Lo que s¨ª debes hacer desde ahora es tener muy clara tu capacidad de endeudamiento y de pago. Revisar muy bien los puntos anteriores ser¨¢ de gran ayuda para reconocer qu¨¦ compromisos eres capaz de solventar.

Piensa dos veces tus pr¨®ximas decisiones financieras. Si en otro momento pudiste darte el lujo de hacer una compra o una inversi¨®n impulsiva que implicaba cierta incertidumbre, ahora no es tiempo de aceptar grandes cantidades de riesgo. La inestabilidad econ¨®mica nos obliga a sopesar con doble filtro nuestras decisiones econ¨®micas, al menos en los pr¨®ximos meses.

Ahora s¨ª, ahorra. El camino que has recorrido una vez que pones en orden tu vida econ¨®mica, te har¨¢ valorar a¨²n m¨¢s cada peso que destines al ahorro. Si las cosas vienen bien, podr¨¢s utilizar este recurso para cumplir metas que te permitir¨¢n mantener o incrementar tu calidad de vida: salir de viaje, comprar una casa, un auto¡­ Si no, te ayudar¨¢ a prevenir y sortear todas esas vicisitudes que tiene la vida. Ya ves que nunca faltan.