Jorge Delk¨¢der Teig, la ense?anza de un editor tranquilo
Desarroll¨® su oficio en SM y en Santillana, que dirigi¨® en M¨¦xico
Jorge Delk¨¢der Teig, el segundo de los siete hermanos Delk¨¢der, entre los cuales est¨¢ nuestro compa?ero Augusto, deja atr¨¢s tantos amigos como para llenar la playa de C¨¢diz, el lugar que ¨¦l y su familia han identificado siempre con la geograf¨ªa de la felicidad. Muri¨® este mi¨¦rcoles en Madrid, a los 73 a?os, tras una prolongada enfermedad.
En su vida adulta, aquel gaditano tranquilo se decidi¨® por el sacerdocio, pero la capacidad ejecutiva que seguramente hered¨® de su padre (¡°un padre moro cien por cien¡±, como el propio Jorge dec¨ªa) lo llevaron a ser ...
Jorge Delk¨¢der Teig, el segundo de los siete hermanos Delk¨¢der, entre los cuales est¨¢ nuestro compa?ero Augusto, deja atr¨¢s tantos amigos como para llenar la playa de C¨¢diz, el lugar que ¨¦l y su familia han identificado siempre con la geograf¨ªa de la felicidad. Muri¨® este mi¨¦rcoles en Madrid, a los 73 a?os, tras una prolongada enfermedad.
En su vida adulta, aquel gaditano tranquilo se decidi¨® por el sacerdocio, pero la capacidad ejecutiva que seguramente hered¨® de su padre (¡°un padre moro cien por cien¡±, como el propio Jorge dec¨ªa) lo llevaron a ser el empresario que le dio a la editorial SM la fuerza de una compa?¨ªa de primer nivel en el ¨¢mbito de las ediciones educativas, en Espa?a y en Am¨¦rica Latina. En ese campo, dec¨ªa este jueves su amigo Antonio Mar¨ªa de ?vila, director ejecutivo de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a, ¡°el legendario Juan Isasa era el hombre que cuidaba las relaciones y Jorge era el que se ocupaba de la gerencia de un negocio que estuvo siempre bien cuidado por ese inolvidable t¨¢ndem¡±.
En 1999, Jorge abandon¨® el sacerdocio y tambi¨¦n la compa?¨ªa, para incorporarse, a instancias de Isabel Polanco, a la estructura de Santillana. ¡°Cuando casi nadie sab¨ªa nada de eso¡±, dice Mariola Garc¨ªa Arellano, que trabaj¨® a sus ¨®rdenes primero en Espa?a y despu¨¦s en M¨¦xico, ¡°se atrevi¨® con los contenidos digitales de Santillana Formaci¨®n. Imag¨ªnate: era la primera divisi¨®n del grupo educativo que no trataba ni de libros ni de colegios, cuando su experiencia en los Marianistas se hab¨ªa centrado precisamente en el desarrollo de ambos retos¡±, a?ade. Delk¨¢der se rode¨® para llevar a cabo con ¨¦xito esa absoluta novedad de ¡°aqu¨¦llos que ten¨ªan conocimiento, y lo hizo con humildad, compromiso y valent¨ªa¡±.
Cumplida esa misi¨®n (que sigue en pie, ahora con el nombre de Bejob, y con Mariola al cargo, precisamente), Delk¨¢der acept¨® dirigir Santillana en M¨¦xico, y lo hizo hasta 2008 con ¡°el atrevimiento y la constancia con la que se pon¨ªa a estudiar, como si estuviera aprendiendo de nuevo el oficio que ya llevaba en su experiencia¡±. Al regreso de M¨¦xico, fue consejero de SM y trabaj¨® para la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (OEI).
Con sus compa?eros era como con sus sobrinos. Dice Jaime Delk¨¢der, m¨¦dico, hijo de Augusto, que Jorge ¡°era el hombre tranquilo, capaz de mezclar la ense?anza con el cari?o. Era el t¨ªo que siempre estaba ah¨ª, defendiendo C¨¢diz como el coraz¨®n de su paisaje, y el cine o los libros como las otras pasiones de su vida. Esos tiempos en que coincid¨ªamos all¨ª con ¨¦l y con mis padres fueron de los m¨¢s felices de nuestras vidas¡±. Emiliano Mart¨ªnez, vicepresidente de la Fundaci¨®n Santillana, que lo conoci¨® hace muchos a?os y que luego coincidi¨® con sus tareas en el grupo, dijo este jueves de Jorge Delk¨¢der: ¡°Fue un impulsor, no solo un gestor en una misi¨®n en la que nos ense?¨® a todos la paciencia requerida para un trabajo tan complejo¡±.