Nuria N¨²?ez
44 a?os / T¨¦cnica de Producci¨®n de El Corte Ingl¨¦s
Las chaquetas y los pantalones que sal¨ªan de las manos de 40 confeccionistas se han transformado en mascarillas. Un taller madrile?o en el que se dise?aban y probaban los prototipos de nuevas prendas de las marcas de moda de El Corte Ingl¨¦s ha mutado en una expendedur¨ªa de material de seguridad: 3.000 unidades al d¨ªa. Lo gestiona la t¨¦cnica en producci¨®n Nuria N¨²?ez, que dirige a un equipo de 40 trabajadores en la confecci¨®n de mascarillas con destino, por ejemplo, al Ayuntamiento de Soria. ¡°Ten¨ªamos los medios; hab¨ªa que aprovecharlos¡±, afirma N¨²?ez, que cuenta con dos d¨¦cadas de experiencia en el sector. ¡°Qui¨¦n nos lo iba a decir. Pero bueno, es para un bien social, una necesidad¡±, a?ade.
El experimento sirve para combatir la carest¨ªa de mascarillas y para probar el funcionamiento de un lugar de trabajo concurrido bajo la llamada nueva normalidad. Todos los empleados realizan el mismo turno pero entran de manera escalonada, se les toma la temperatura al llegar y las m¨¢quinas se han desplazado para respetar las medidas de seguridad. La brigada Guadarrama XII del Ej¨¦rcito de Tierra ha desinfectado las instalaciones. A las 14.30 termina la jornada para que los trabajadores coman en casa y se reduzcan los contactos. ¡°No te puedes dar un abrazo¡±, recuerda y se lamenta N¨²?ez.
El experimento sirve para combatir la carest¨ªa de mascarillas y para probar el funcionamiento de un lugar de trabajo concurrido bajo la llamada ¡®nueva normalidad¡¯
Los empleados han tenido que adaptarse al nuevo trabajo, m¨¢s mec¨¢nico. Estaban acostumbrados a confeccionar una sola prenda a partir de un patr¨®n desde el principio hasta el final. Este taller de modelos, como se conoce, recib¨ªa el dise?o y el material y elaboraba una chaqueta, un pantal¨®n o una camisa para probarlo antes de enviarlo a un taller externo para su corte y confecci¨®n.
¡°No tiene nada que ver con lo que se hac¨ªa. Es m¨¢s sencillo, las costuras son rectas y las mascarillas tienen pocos componentes¡±, explica N¨²?ez, de 44 a?os y nacida en Madrid de padres leoneses. ¡°Pero trabajamos con guantes. Pierdes el tacto¡±, advierte esta hija de un sastre que trabaj¨® con Roberto Torretta y de una modista. Los empleados del taller Tom¨¢s Bret¨®n, ubicado en Delicias (sur de Madrid), visten un buzo que garantiza la protecci¨®n del material que all¨ª se produce.
Las mascarillas que fabrican est¨¢n hechas en lo que en el argot se llama tejido no tejido. Material que no va entrelazado como el algod¨®n o el lino. En este caso es polipropileno de diferente gramaje y poli¨¦ster y viscosa para la parte anterior. La iniciativa surge de Moda Espa?a, una asociaci¨®n que agrupa a empresas del sector nacionales y con la que trabaja El Corte Ingl¨¦s.
Las mascarillas se fabrican con polipropileno de diferente gramaje y poli¨¦ster y viscosa para la parte interior
Los padres de N¨²?ez realizan una labor similar pero a menor escala. La asociaci¨®n de comerciantes de Ponferrada, donde residen, ha animado a algunos vecinos a coser mascarillas. Les llevan el tejido y el patr¨®n para que las confeccionen y les a?adan la goma. Su hija les ayuda desde la distancia con cualquier duda que tengan. ¡°Mis padres son poblaci¨®n de riesgo pero les encanta la confecci¨®n. Y as¨ª entretenidos¡±, afirma esta madre de dos hijos que vive en una zona residencial.
¡°Conocemos a los vecinos, tenemos zonas comunes. Estamos muy pendientes de todos. Les hacemos la compra a los que no pueden¡±, cuenta en una muestra m¨¢s de la solidaridad imperante estos d¨ªas. Como muchos de los trabajadores de El Corte Ingl¨¦s, ayud¨® unos d¨ªas en un supermercado. ¡°Todos los compa?eros se volcaban en ayudarnos. Llega un momento en que te da apuro. He venido a ayudar, no a daros m¨¢s trabajo¡±, asegura que les dec¨ªa. ¡°Yo sola no me he encargado del cambio en el taller de mascarillas¡±, recalca. ¡°Hemos sido todo el equipo¡±. Las individualidades tienen menos sentido que nunca.