Los obispos dibujan un panorama catastr¨®fico de la pol¨ªtica espa?ola
Un informe de la Conferencia Episcopal asegura que existe un intento deliberado de desmontar la herencia cristiana en el pa¨ªs
La Iglesia cat¨®lica se siente sitiada de manera doble: percibe enemistades o indiferencia extramuros y tiene enemigos en el s¨®tano. Las denuncias por abusos sexuales a menores, adem¨¢s del esc¨¢ndalo de las inmatriculaciones de bienes ajenos y la idea de que la organizaci¨®n disfruta de privilegios abusivos contribuyen al desprestigio eclesi¨¢stico...
La Iglesia cat¨®lica se siente sitiada de manera doble: percibe enemistades o indiferencia extramuros y tiene enemigos en el s¨®tano. Las denuncias por abusos sexuales a menores, adem¨¢s del esc¨¢ndalo de las inmatriculaciones de bienes ajenos y la idea de que la organizaci¨®n disfruta de privilegios abusivos contribuyen al desprestigio eclesi¨¢stico y lastran la eficacia evangelizadora de una confesi¨®n que se considera mayoritaria. Los obispos creen, incluso, que existe un intento deliberado de derribar la herencia cristiana en Espa?a. Lo dicen en un documento de 95 p¨¢ginas que la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) ha hecho p¨²blico con ¡°las l¨ªneas de acci¨®n para los cursos pastorales entre 2021 a 2025¡±. La jerarqu¨ªa cat¨®lica tambi¨¦n tiene un concepto catastr¨®fico de la pol¨ªtica. ¡°Los enfrentamientos crecen y pareciera que asistimos a un resurgir artificial de las dos Espa?as, de tan dram¨¢tico recuerdo¡±, afirman.
El documento se titula ¡®Fieles al env¨ªo misionero¡¯ y ha sido elaborado no solo por los ¨®rganos colegiados de la CEE, sino tambi¨¦n por colaboradores externos. Contiene una decena de claves y otras tantas propuestas de soluci¨®n para un pa¨ªs en el que, dicen, ¡°se ha dado un gran cambio social que ha generado una sociedad desvinculada, desordenada e insegura¡±. A?aden: ¡°Asistimos a una profunda crisis institucional, en la que algunos grupos pol¨ªticos quisieran abrir una segunda fase constituyente. No se trata de sacralizar el r¨¦gimen del 78, pero s¨ª de afirmar que este marco pol¨ªtico constitucional ha devuelto a Espa?a una estabilidad grande, no lograda durante siglos. La puesta en cuesti¨®n de la Constituci¨®n, la monarqu¨ªa, el poder judicial, junto a las fuertes tensiones independentistas en medio de una in¨¦dita crisis econ¨®mica, llenan de preocupaci¨®n e incertidumbre a la sociedad espa?ola. Los enfrentamientos crecen y pareciera que asistimos a un resurgir artificial de las dos Espa?as, de tan dram¨¢tico recuerdo¡±.
Entre los motivos que abonan lo que llaman un ¡°proyecto de deconstrucci¨®n¡±, la CEE incluye las iniciativas legislativas del Gobierno de coalici¨®n sobre la educaci¨®n, la eutanasia, el aborto, la memoria democr¨¢tica y el Consejo General del Poder Judicial.
Los l¨ªderes del catolicismo espa?ol sostienen, adem¨¢s, que la galopante secularizaci¨®n y las trasformaciones sociales cada d¨ªa m¨¢s alejadas del modelo cristiano tradicional no ocurren de manera autom¨¢tica, como consecuencia de transformaciones tecnol¨®gicas y econ¨®micas, sino que son impulsadas por un intento deliberado de desmontaje de la cosmovisi¨®n cristiana. ¡°Pareciera que hay un guion bien trazado con calendario y finalidades tremendas. Emerge, teledirigida, una propuesta neopagana que pretende construir una sociedad nueva, para lo cual es preciso deconstruir. Todo ello ocurre de manera indolora, pues la cultura de masas, basada en emociones y sensaciones, est¨¢ logrando que este proceso de derribo se viva de manera casi indiferente, m¨¢s a¨²n como un logro de la libertad¡±.
En contra de la costumbre, la CEE no ha presentado en conferencia de prensa este documento, como si quemara la enormidad de sus afirmaciones, nada ben¨¦volas ni siquiera para la propia instituci¨®n. ¡°Los graves casos de abusos u otros comportamientos inadecuados, as¨ª como la insistencia en asuntos patrimoniales como inmatriculaciones, IBI, etc., contribuyen a la p¨¦rdida de confianza en muchas personas¡±, dice. Sobre las dificultades internas, el documento subraya la divisi¨®n entre las jerarqu¨ªas, adem¨¢s de ¡°la mundanidad y la debilidad¡± de los testimonios que llegan a los fieles. ¡°Para que la evangelizaci¨®n sea posible tiene que haber confianza del receptor en la persona que transmite el mensaje. La fe ya no constituye un supuesto obvio de la vida en com¨²n; de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada, ridiculizada¡±, sostienen.
La CEE tambi¨¦n emite prop¨®sitos de enmienda. Entre las dificultades propias que han de ser objeto de conversi¨®n personal y pastoral, se?ala ¡°la secularizaci¨®n interna y la falta de comuni¨®n o de audacia misionera¡±. He aqu¨ª tres defectos: La mundanidad, que les hace estar m¨¢s preocupados por los asuntos eclesi¨¢sticos que por la misi¨®n; la confusi¨®n que provocan en los fieles ¡°algunas expresiones de falta de comuni¨®n en la manera de vivir la unidad de la fe de la Iglesia¡±, y la debilidad del testimonio misionero en la plaza p¨²blica y en los ambientes e instituciones de los que los cat¨®licos forman parte.
La misi¨®n de convertir a los bautizados
Antes, sacerdotes y obispos se ufanaban de bautizar a los convertidos; ahora tienen que convertir a los bautizados. Cinco d¨¦cadas atr¨¢s, Espa?a se consideraba en el orbe cat¨®lico la reserva espiritual de Occidente. Hoy es un pa¨ªs de misi¨®n, con miles de sacerdotes extranjeros atendiendo parroquias que se hab¨ªan quedado sin cura. La cosecha de la asignatura de religi¨®n y moral cat¨®lica en las escuelas, impartida por m¨¢s de 34.000 profesores seleccionados por los obispos y pagados por el Estado, es muy escasa, a jugar por el analfabetismo religioso de los m¨¢s j¨®venes. Dice la CEE: ¡°Ya son muchos los bautizados que dicen creer sin pertenecer. Reivindican su pertenencia a la hora de solicitar servicios religiosos, pero organizan su vida como si Dios no existiera y manifiestan impl¨ªcitamente su agnosticismo o ate¨ªsmo¡±.
En las series hist¨®ricas del CIS sobre las pr¨¢cticas religiosas se comprueba que en los ¨²ltimos 40 a?os el porcentaje de creyentes ha ca¨ªdo 25 puntos. Calcula Ignacio Varela que, sobre el censo, cada punto porcentual son alrededor de 350.000 cat¨®licos practicantes menos. Son cifras mareantes, que empeoran cada a?o, sobre todo en los apartados de las personas que se declaran creyentes (60,8% en el CIS de marzo pasado), cat¨®licos no practicantes (42%) y cat¨®licos practicantes (18,8%). De estos, apenas el 14,5% dice acudir a misa ¡°casi todos los domingos y festivos¡±.