La sanidad p¨²blica no da abasto: faltan profesionales para frenar la crisis de salud mental
Las autonom¨ªas despliegan planes de choque o programas espec¨ªficos para responder al impacto provocado por la covid: la atenci¨®n primaria est¨¢ saturada, urgen m¨¢s especialistas y m¨¢s camas para la poblaci¨®n infantojuvenil
La pandemia de covid ha dejado un poso de malestar emocional que empapa a toda la sociedad. Ha avivado la incertidumbre y el estr¨¦s social y ha aflorado ¡ªo agudizado¡ª trastornos mentales latentes que amenazan con convertir la pr¨®xima crisis sanitaria en una epidemia de mala salud mental. No hay recetas m¨¢gicas para combatirla, apuntan los expertos consultados, pero s¨ª reclaman un plan de choque para reforzar la atenci¨®n y dar respuesta a la demanda creciente de ayuda. Todos coinciden en que es preciso incrementar los recursos humanos desde la puerta de entrada al sistema sanitario. Tambi¨¦n reforzar la educaci¨®n emocional y combatir el estigma que pesa sobre este tipo de dolencias. Pero, sobre todo, insisten en que urge m¨¢s personal. Seg¨²n Eurostat, en Espa?a hay 11 psiquiatras por 100.000 habitantes, mientras que en Noruega, Francia, Suecia o Alemania hay m¨¢s del doble y en Suiza, cinco veces m¨¢s. El Gobierno ha anunciado la creaci¨®n de la especialidad m¨¦dica de psiquiatr¨ªa infantojuvenil y ¡°un incremento gradual¡± de plazas, aunque no ha concretado cu¨¢ntas. Tras los peores meses de la pandemia, las comunidades tambi¨¦n han reforzado la atenci¨®n a la salud mental con el foco puesto en el abordaje infantojuvenil y la prevenci¨®n del suicidio.
La sanidad p¨²blica no da abasto para atender los problemas de salud mental. La demanda crece y faltan manos, insisten las voces consultadas. Si bien los trastornos graves, como un brote psic¨®tico, una depresi¨®n mayor o una tentativa de suicidio, s¨ª tienen acceso preferente en el circuito asistencial, hay todo un entramado de malestar emocional, sintomatolog¨ªa psiqui¨¢trica leve y trastornos menores que se quedan en una especie de limbo asistencial, aguardando en una lista de espera de semanas o meses hasta que son atendidos. O hasta que desisten y se van a la red privada en busca de una soluci¨®n a su malestar. La atenci¨®n primaria, puerta de entrada al sistema sanitario y encargada de derivar, si acaso, los pacientes m¨¢s graves a los servicios especializados, est¨¢ saturada, con agendas interminables y pocos minutos de visita por paciente. En la red especializada, los recursos son limitados y tampoco llegan a responder a toda la demanda. En Espa?a, solo hay seis psic¨®logos por 100.000 habitantes dentro del Sistema Nacional de Salud, tres veces menos que la media europea.
Marina D¨ªaz, vicepresidenta de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa Biol¨®gica, asegura que la pandemia no ha hecho m¨¢s que agudizar las carencias y la precariedad: ¡°En atenci¨®n primaria est¨¢n absolutamente atascados y esto causa un retraso¡± en las derivaciones. Urgen camas para la poblaci¨®n infantojuvenil y que los psiquiatras y los psic¨®logos puedan hacer tratamientos psicoterap¨¦uticos y eso implica m¨¢s profesionales para disponer de m¨¢s tiempo¡±. Sin recursos suficientes, se retrasa la atenci¨®n, lo que provoca que los pacientes lleguen con cuadros muy agudizados y pron¨®sticos m¨¢s complejos.
Todos los expertos insisten en la falta de recursos humanos y D¨ªaz asegura que revertir esta situaci¨®n es clave para mejorar la atenci¨®n a la salud mental: ¡°Con igualar la media europea de n¨²mero de psiquiatras, de camas psiqui¨¢tricas y de psic¨®logos cl¨ªnicos ser¨ªa suficiente¡±, resuelve. En Espa?a hab¨ªa en 2018, seg¨²n Eurostat, menos de 40 camas hospitalarias de psiquiatr¨ªa por 100.000 habitantes, mientras que en Noruega eran m¨¢s de 100 y en B¨¦lgica o Alemania estaban por encima de 125. ¡°Es indignante¡±, protesta Antoni Ramos-Quiroga, jefe de Psiquiatr¨ªa del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona: ¡°Mueren casi 4.000 personas al a?o por suicidio y nada cambia. Sin recursos humanos suficientes, no hay nada que hacer. Esa es la base. En Espa?a se est¨¢ reivindicando poder tener 18 psiquiatras por 100.000 porque ni a eso llegamos ahora mismo¡±.
Las propias administraciones admiten la falta de profesionales. No hay donde encontrarlos. El Pa¨ªs Vasco reconoce que est¨¢ teniendo ¡°problemas¡± para la contrataci¨®n de especialistas en psiquiatr¨ªa infantil y el consejero de Salud catal¨¢n, Josep Maria Argimon, advirti¨® el viernes, durante la presentaci¨®n de un dispositivo de atenci¨®n a la alta complejidad en salud mental, que no hay efectivos suficientes ¡°y falta hacer una planificaci¨®n de recursos humanos¡±. El Ministerio no concreta cu¨¢ntas plazas saldr¨¢n para esa nueva especialidad reci¨¦n creada. Pilar Aparicio, directora general de Salud P¨²blica, se?ala que habr¨¢ ¡°un incremento gradual, pero esto requiere un proceso de acreditaci¨®n de plazas¡±, una operativa que ya se ha agilizado, asegura.
El Gobierno de Espa?a ha prometido una inyecci¨®n de 100 millones de euros hasta 2024 para un plan de acci¨®n en salud mental ¡ª30 de ellos est¨¢n consignados en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022¡ª, aunque el sector califica esta partida de insuficiente. Aparicio matiza que este montante servir¨¢ ¡°de palanca¡± para que echen a andar nuevas medidas que, necesariamente, tendr¨¢n que ir acompa?adas de presupuesto e infraestructuras de las autonom¨ªas, que son las que tienen transferidas las competencias en materia sanitaria.
Los expertos reclaman especialistas en salud mental en todo el sistema sanitario, desde la puerta de entrada hasta el eslab¨®n m¨¢s especializado de la cadena asistencial. Ramos-Quiroga pone de ejemplo Alemania o Suecia, donde combinan programas hiperespecializados y abordajes comunitarios y con salud digital: ¡°Hay programas de alta experiencia en primeros episodios psic¨®ticos, de bipolares, depresi¨®n resistente, autismo o TDAH, que atienden casos complejos y asesoran a los recursos comunitarios¡±. Nel Gonz¨¢lez, presidente de la Confederaci¨®n de Salud Mental Espa?a, avisa tambi¨¦n de la urgencia de dotar ¡°adecuadamente¡± la atenci¨®n primaria: ¡°Hacen falta personas que den psicoterapia, que es lo que se necesita para que esos trastornos, aparentemente menores, no se agraven¡±, se?ala.
Precisamente, la pandemia ha precipitado que el Govern catal¨¢n, que ya ha anunciado una inyecci¨®n de 48 millones para salud mental en el proyecto de Presupuestos auton¨®micos de 2022, haya puesto en marcha un programa de bienestar emocional para prevenir los s¨ªntomas desde el entorno comunitario. El Ejecutivo catal¨¢n contratar¨¢ a 250 profesionales ¡ªpsic¨®logos, educadores sociales, enfermeras especializadas¡ª entre este a?o y el que viene para que cada equipo de atenci¨®n primaria tenga su referente de bienestar emocional. Aina Plaza, directora general de Planificaci¨®n en Salud del Govern, se?ala que este programa servir¨¢ para ¡°prevenir¡±, despatologizar ¡°y desmedicalizar¡± el malestar emocional.
Algunas comunidades ha desplegado planes de choque y la Generalitat valenciana, por ejemplo, ha consignado casi 116 millones de euros para paliar los efectos de la pandemia en la salud mental: son cerca de 19 millones de euros m¨¢s que en 2021, casi un 20% m¨¢s de presupuesto, y est¨¢ prevista la contrataci¨®n de 250 nuevos profesionales sanitarios para reforzar las unidades de salud mental y ofrecer apoyo desde la atenci¨®n primaria. Andaluc¨ªa, por su parte, ha puesto en marcha 40 equipos denominados de ¡°tratamiento intensivo comunitario¡± ¡ªsobre todo para los trastornos mentales graves y psicosis complejas¡ª y ha incorporado a 26 psic¨®logos cl¨ªnicos para los problemas mentales moderados en la atenci¨®n primaria que ayudar¨¢n a aminorar la lista de espera de los pacientes que pasan al especialista.
Prevenci¨®n del suicidio
Otro de los focos clave para atajar la mala salud mental es la prevenci¨®n del suicidio. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), 3.941 personas han fallecido por esta causa en 2020, un 7,4% m¨¢s que en 2019. Un informe de la OCDE de 2020 avisa de que, si bien las tasas de suicidio han disminuido en casi todos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea ¡ªcayeron un 50% entre 2000 y 2017¡ª, sin tratamiento y apoyo, los problemas de salud mental ¡°pueden tener un efecto devastador¡± en la vida de las personas y aumentar las muertes por suicidio. El INE se?ala que los enfoques efectivos para reducir los decesos por esta causa pasan, entre otras medidas, por un buen acceso a los servicios de salud mental, formaci¨®n a sanitarios y l¨ªderes comunitarios en prevenci¨®n del suicidio, reducir el acceso a medios letales (armas o medicamentos, por ejemplo) y campa?as de sensibilizaci¨®n contra el estigma.
En los Pa¨ªses Bajos, por ejemplo, la Agenda Nacional para la Prevenci¨®n del Suicidio 2018-2021 incluye la capacitaci¨®n en prevenci¨®n del suicidio para m¨¦dicos generales y enfermeras de hospitales, mejorar la atenci¨®n posterior a una tentativa de suicidio y formaci¨®n para personas en contacto con grupos de alto riesgo (por ejemplo, la polic¨ªa, agencias que asisten a personas con deudas o trabajadores que atienden a gente en paro). Suiza, donde la tasa de suicidios baj¨® un 64% desde el a?o 2000, tiene un plan de acci¨®n espec¨ªfico que se centra en brindar un acceso r¨¢pido a apoyo para la salud mental, reducir el estigma en torno al suicidio y crear conciencia sobre sus riesgos.
En Espa?a, el Gobierno ha anunciado la puesta en marcha el pr¨®ximo a?o de un tel¨¦fono de prevenci¨®n del suicidio, un dispositivo similar al que ya hay para violencia machista (016). Los expertos celebran esta medida que se centra en crear un v¨ªnculo con alguien, aunque sea telef¨®nico, que pueda contener una tentativa. De hecho, tiene antecedentes de ¨¦xito: La estrategia contra el suicidio de Finlandia, que ha reducido un 50% los ¨ªndices en los ¨²ltimos 30 a?os (14,2 casos por 100.000 en 2018, seg¨²n la OCDE) y tambi¨¦n contaba con l¨ªneas telef¨®nicas de crisis para las personas que tienen pensamientos suicidas. El Ayuntamiento de Barcelona, que puso en marcha este servicio el a?o pasado, hab¨ªa recibido a 7 de noviembre, 4.206 llamadas, la mayor¨ªa de Catalu?a y una cuarta parte del resto de Espa?a. De todas las llamadas, 119 eran suicidios inminentes o en curso. ¡°Se tiene constancia de 39 rescates¡±, concreta un portavoz del Consistorio.
La prevenci¨®n del suicidio ha provocado otras acciones en distintas comunidades: Catalu?a, por ejemplo, ha anunciado que reforzar¨¢ su C¨®digo Riesgo Suicidio [el circuito catal¨¢n de atenci¨®n a tentativas autol¨ªticas] y Baleares ha desplegado un servicio de coordinaci¨®n entre Salud Mental, Atenci¨®n Primaria y la Conseller¨ªa de Educaci¨®n para supervisar los casos complejos de salud mental o asociados a conductas suicidas en entornos escolares. Madrid, por su parte, est¨¢ elaborando un plan de prevenci¨®n y ha desplegado, adem¨¢s, un plan espec¨ªfico postcrisis covid, dotado de 3,5 millones anueales, en el que ha incorporado ya a m¨¢s de 62 profesionales y ha atendido a 10.000 personas.
Otra de las grandes demandas del sector es la necesidad de recursos asistenciales, tanto camas de hospitalizaci¨®n como plazas en hospitales de d¨ªa. Marina D¨ªaz, que trabaja en el Hospital Cl¨ªnico San Carlos, urge a combatir las listas de espera: ¡°Por trastorno de la conducta alimentaria tenemos ocho personas en lista de espera. Eso significa que hasta dentro de un a?o no entrar¨¢n en el hospital de d¨ªa. El tratamiento precoz es fundamental porque evitas romper biograf¨ªas¡±, manifiesta. Madrid, por ejemplo, ha abierto una nueva unidad de Hospitalizaci¨®n de Psiquiatr¨ªa Infanto-Juvenil en el Hospital 12 de Octubre y Castilla-La Mancha tambi¨¦n ha aumentado plazas de hospitalizaci¨®n de psiquiatr¨ªa.
Adem¨¢s, los especialistas en la materia defienden la necesidad de reforzar la educaci¨®n emocional desde edades tempranas. Esto es, que los ni?os entiendan desde peque?os lo que es la salud mental y c¨®mo gestionar de forma sana sus emociones. La OCDE apuntaba en un informe de 2015 que ¡°invertir en una buena salud mental para los ni?os en edad escolar puede reducir el riesgo de que abandonen la escuela o tengan una transici¨®n dif¨ªcil al trabajo¡±. Un estudio revel¨®, de hecho, que los beneficios a largo plazo incluyen un mejor rendimiento acad¨¦mico, una mayor resiliencia y mejores habilidades cognitivas.
Ya hay estrategias en marcha en Europa, como el programa Zippy¡¯s Friends, que ayuda a los ni?os peque?os a desarrollar habilidades sociales y de afrontamiento y que ha sido adoptado por 27 pa¨ªses, seg¨²n un informe de la OCDE. Una evaluaci¨®n en Noruega constat¨® que el programa hab¨ªa ayudado a mejorar la atm¨®sfera del aula, reducir el acoso y mejorar las calificaciones acad¨¦micas. En Espa?a tambi¨¦n hay iniciativas de este tipo: desde 2014, por ejemplo, Canarias tiene 90 minutos semanales de educaci¨®n emocional en la escuela para alumnos de seis a nueve a?os y la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona puso en marcha un programa de educaci¨®n emocional en las escuelas de la ciudad para ni?os de tres a cinco a?os.
Combatir el estigma
La lucha contra el estigma es otra de la claves para mejorar el abordaje de la salud mental y una de las l¨ªneas maestras del Gobierno espa?ol, que ha anunciado campa?as de sensibilizaci¨®n para combatir la discriminaci¨®n y el tab¨² que gira en torno a los trastornos mentales. Precisamente, un informe de la OCDE de 2018 ya se?alaba la pertinencia de romper el silencio alrededor de estas dolencias: ¡°A medida que mejora la conciencia sobre las enfermedades mentales y disminuye el estigma en torno a ellas, es posible que m¨¢s personas tambi¨¦n busquen ayuda cuando padecen una enfermedad mental¡±.
Los profesionales consultados celebran las iniciativas en marcha para mejorar el tratamiento a la salud mental. Todo ayuda, agregan. Pero lo primero es lo primero, insiste Marina D¨ªaz: ¡°Los tratamientos de psicoterapia requieren m¨¢s frecuencia en las visitas¡±. Luz V¨¢zquez, coordinadora del grupo de salud mental de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia, lamenta tambi¨¦n las carencias de recursos en el ¨¢mbito comunitario para integrar a las personas con trastornos mentales graves y concreta que, desde atenci¨®n primaria, ¡°lo que se necesita es tiempo¡± para ver, hablar y tratar a los enfermos.
La salud mental llega al Congreso
El debate sobre la salud mental ha llegado, incluso, hasta el Congreso. Hace unos meses, el diputado de Más País, Íñigo Errejón, denunció la falta de profesionales para atender la demanda creciente de ayuda en salud mental y su intervención se hizo viral tras la interrupción del diputado del PP, Carmelo Romero, que le espetó un "Vete al médico" cuando Errejón tenía la palabra. Desde entonces, la salud mental ha sido un tema recurrente en el hemiciclo, sobre todo de la mano de Más País y Ciudadanos, y ha aterrizado también en el debate de los Presupuestos.
De hecho, el PP reclama que los 100 millones que el Gobierno anunció para el plan de acción hasta 2024 se inyecten todos en 2022. Más País, por su parte, pide en sus enmiendas a las Cuentas un plan de prevención del suicidio infantojuvenil en la enseñanza secundaria, una partida finalista para convocar 250 plazas de psicólogo clínico residente y recursos para evitar las contenciones mecánicas. En sus enmiendas, Ciudadanos también exige un plan de prevención del suicidio y la introducción efectiva de la atención psicológica en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud.
En el Congreso también se ha comenzado a tramitar un proyecto de ley de Salud Mental impulsado por Unidas Podemos, pero esta propuesta no cuenta con el aval de los psiquiatras, que se han posicionado en contra. Marina Díaz, vicepresidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, argumenta: "Esa ley no ha contado con ningún profesional ni ninguna sociedad científica. Es un despropósito porque asocia la salud mental a la pobreza, pero hay enfermedades graves que no dependen del nivel económico de un país. No se nombra el cerebro ni la neurociencia y se confunde trastorno mental con salud mental". Con todo, el borrador de la norma está en proceso en la Cámara y, previsiblemente, sufrirá muchas modificaciones en el trámite parlamentario.
Con informaci¨®n de Cristina Huete, Javier Mart¨ªn Arroyo, Cristina V¨¢zquez, Juan Navarro, Mikel Ormaz¨¢bal, Amaia Otazu, Luc¨ªa Boh¨®rquez y Xos¨¦ Hermida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.