Los muchos golpes de la pandemia en Am¨¦rica Latina
Millones de muertes, destrucci¨®n econ¨®mica, desigualdad y pobreza en aumento y cientos de d¨ªas de colegio constituyen los principales ¨ªtems de la factura de la pandemia en la regi¨®n
Veintis¨¦is meses despu¨¦s, con las curvas de casos y muertes en m¨ªnimos y las de vacunaci¨®n en m¨¢ximos, empieza a ser posible sumar la factura agregada de la pandemia para Am¨¦rica Latina y el Caribe: 1,7 millones de muertes confirmadas por covid (uno de cada 400 habitantes), pero hasta 2,5 millones de fallecimientos extra cuando los comparamos con los de a?os anteriores seg¨²n estimaciones de The Economist; un aumento de la pobreza hasta el 33% y de la extrema hasta el 14% en 2021 seg¨²n la CEPAL; una destrucci¨®n de producto interior bruto sin precedentes durante 2020 de la que casi ning¨²n...
Veintis¨¦is meses despu¨¦s, con las curvas de casos y muertes en m¨ªnimos y las de vacunaci¨®n en m¨¢ximos, empieza a ser posible sumar la factura agregada de la pandemia para Am¨¦rica Latina y el Caribe: 1,7 millones de muertes confirmadas por covid (uno de cada 400 habitantes), pero hasta 2,5 millones de fallecimientos extra cuando los comparamos con los de a?os anteriores seg¨²n estimaciones de The Economist; un aumento de la pobreza hasta el 33% y de la extrema hasta el 14% en 2021 seg¨²n la CEPAL; una destrucci¨®n de producto interior bruto sin precedentes durante 2020 de la que casi ning¨²n pa¨ªs hab¨ªa logrado recuperarse por completo en 2021; y cientos de d¨ªas de clase perdidos (la media continental es de aproximadamente un a?o entero) para millones de ni?as y ni?os. Esa es la lista, pero la suma de tan distintos elementos resulta m¨¢s dif¨ªcil.
La primera parte de la factura es tambi¨¦n la m¨¢s obvia, y la que m¨¢s titulares ha concentrado en estos dos a?os. Pese a que Am¨¦rica Latina es un continente relativamente joven, y la covid aumenta notablemente su gravedad con la edad, algunos de sus pa¨ªses han asumido una cantidad desproporcionada de fallecimientos. El caso m¨¢s destacado es Per¨², y por mucho: un 0,63% de su poblaci¨®n (1 de cada 130 aproximadamente) ha fallecido a manos del virus. Esta cifra le pone en la liga de pa¨ªses como Rusia o la India, donde el sufrimiento humano ha sido m¨¢ximo.
En el siguiente escal¨®n est¨¢n M¨¦xico, Ecuador o Bolivia. Al menos bajo la m¨¦trica de exceso de mortalidad, que es la que se basa en una comparaci¨®n entre las muertes ocurridas durante la pandemia y las que normalmente ten¨ªan lugar en el mismo periodo de tiempo antes de ella. Un 0,4% de la poblaci¨®n habr¨ªa fallecido de m¨¢s en estos pa¨ªses. Un valor considerablemente superior al que cualquiera de sus gobiernos aproxima por sus cifras de muertes confirmadas por covid. En Brasil y Colombia la calidad de los datos parece mejor (la brecha entre los oficiales y los de exceso de muertes es menor), pero eso es magro consuelo para la persona de cada 300 que habr¨ªa fallecido por la pandemia.
Haber ¡°fallecido por la pandemia¡± o ¡°durante la pandemia¡± es un concepto inevitablemente ambiguo: se desconoce la causa espec¨ªfica de todas estas muertes. En pa¨ªses con altos ¨ªndices de pobreza, acceso deficiente y desigual a cuidados de salud y otros cuidados, el exceso de mortalidad podr¨ªa incluir una proporci¨®n algo mayor de fallecimientos no directamente causados por la covid que en otros lugares. Tambi¨¦n de causa combinada: contagio y comorbilidades, contagio y falta de soporte necesario. Personas que de otra manera se habr¨ªan salvado. Pero, en tanto que la vida se podr¨ªa considerar como el valor m¨¢ximo a preservar en una sociedad, la m¨¦trica de exceso de mortalidad se vuelve incluso m¨¢s v¨¢lida en este contexto, independientemente de su relaci¨®n m¨¢s o menos cercana con el virus.
M¨¢s all¨¢ de los hospitales
Pero el bienestar tiene otras dimensiones: la muerte s¨®lo es su fin m¨¢s abrupto y definitivo. Hay otros deterioros de la trayectoria vital, y la pobreza es uno particularmente presente en la rutina de una mayor¨ªa de los hogares de Am¨¦rica Latina. Un tercio de sus habitantes habr¨ªa cerrado 2021 por debajo del umbral de pobreza seg¨²n la CEPAL. Son menos que en 2020, pero muchos m¨¢s que en 2015, cuando apenas eran un 22%. El incremento sostenido desde ese punto, conectado con el descomunal deterioro de la econom¨ªa venezolana (una inmensa mayor¨ªa de sus ciudadanos vive hoy por debajo del umbral de pobreza) y en ¨²ltima instancia de la ca¨ªda de precio en mercados de exportaciones clave para la regi¨®n como el petr¨®leo, solo se aceler¨® durante una pandemia que actu¨® como una trituradora de empleo, especialmente para quienes lo ejerc¨ªan de manera presencial y de cara al p¨²blico (servicios no esenciales en entornos urbanos). Y aunque la tendencia al alza con la pobreza se fren¨® r¨¢pidamente, no sucedi¨® lo mismo con su versi¨®n m¨¢s extrema, que afect¨® a cierre de 2021 a un 14% de latinoamericanos seg¨²n estima la CEPAL. Esta diferencia subraya que no s¨®lo el impacto inmediato de la pandemia en 2020 sino su ¡°golpe de cola¡± durante los meses siguientes ha sido particularmente intenso para los segmentos m¨¢s vulnerables de la sociedad.
Por pa¨ªses, una vez m¨¢s Per¨² concentra el mayor golpe, con una destrucci¨®n econ¨®mica que adem¨¢s ha redundado en un aumento considerable no s¨®lo de la pobreza, sino tambi¨¦n de la desigualdad. En general, 2020 ti?¨® de rojo las cuentas de las familias (y por tanto de las naciones que componen) en los pa¨ªses m¨¢s grandes de la regi¨®n, pero no con la misma intensidad: Chile, Bolivia o El Salvador mostraron una resiliencia considerable. Tambi¨¦n, aunque en menor medida, Brasil o M¨¦xico. En contraste, Colombia o Argentina sufrieron casi tanto como Per¨². Lo interesante es que este patr¨®n no parece estar marcado de manera demasiado clara por las pol¨ªticas seguidas contra el virus, sugiriendo que m¨¢s que recetas ¨²nicas, la interacci¨®n entre contexto y decisiones espec¨ªficas ha determinado la factura asumida por cada sociedad ante la pandemia.
Tambi¨¦n en el proceso de recuperaci¨®n posterior: Per¨² y Argentina asumieron golpes descomunales en su renta anual, pero se han venido recuperando con relativa agilidad seg¨²n las estimaciones del FMI. Brasil cay¨® menos y se recuper¨® m¨¢s. En Colombia la mejora tambi¨¦n est¨¢ por encima de la p¨¦rdida desde 2021, y la senda de crecimiento se estabiliza. Pero en M¨¦xico, el golpe es sensiblemente mayor a la mejora hasta ahora demostrada: la segunda econom¨ªa de la regi¨®n en tama?o presenta una senda de recuperaci¨®n d¨¦bil que no encaja con la supuesta priorizaci¨®n de la econom¨ªa llevada a gala durante la pandemia por su gobierno, y que arrastrar¨¢ no s¨®lo a sus ciudadanos, sino a otros pa¨ªses m¨¢s peque?os que dependen en mayor o menor medida de la marcha del gigante norteamericano.
Pero quiz¨¢s los mayores impactos sobre el PIB, la pobreza y, en general, el bienestar durante la pandemia tal vez a¨²n est¨¢n por ver. El capital m¨¢s valioso del que dispone una sociedad, el humano, se vio dram¨¢ticamente afectado durante los primeros meses de la pandemia. Y eso s¨ª podemos aproximarlo: por d¨ªas de cierre de los sistemas educativos en pa¨ªses de toda la regi¨®n. Hasta un curso completo en la mayor¨ªa de casos, uno y medio o dos en los m¨¢s extremos. Esto, para toda una generaci¨®n que podr¨ªa ser crucial para el ascenso hasta la estabilidad material de millones de hogares, podr¨ªa suponer un coste incalculable. Esta parte de la factura, como otras que tienen que ver con el incierto futuro patol¨®gico de una enfermedad que con toda seguridad pasar¨¢ a ser end¨¦mica, todav¨ªa sigue pendiente.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n