Delaossa, el arte de rimar con mucho acento
El rapero de El Palo (M¨¢laga) regresa a su barrio para inspirarse. Como Cruzcampo Especial, basa su talento en la vuelta a las ra¨ªces: de la gente de la calle coge prestado el descaro de sus pegadizas letras
Lugare?os y turistas est¨¢n de acuerdo: El Palo es uno de los barrios m¨¢s aut¨¦nticos de M¨¢laga. Ya los iberos, los fenicios y los ¨¢rabes echaron el ancla por aqu¨ª. Con raz¨®n (y con ra¨ªces) se celebra una semana cultural en el mes de junio, en los alrededores de la m¨¢gica noche de San Juan, con sus hogueras y sus conjuros. Es entonces cuando el barrio se expresa m¨¢s all¨¢ de sus otros apellidos: marinero y pesquero. Porque aqu¨ª huele a mar y a espeto, pero tambi¨¦n a raigambre, a genuina tradici¨®n.
Los artistas locales, como el rapero Delaossa, encuentran en esta zona de la ciudad (a la que se llega paseando por un c¨®modo paseo mar¨ªtimo) su inspiraci¨®n y su cobijo. ¡°En mi caso las ra¨ªces son pr¨¢cticamente todo¡±, asegura. ¡°Siempre tengo inquietudes fuera e intento desarrollar mi proyecto en diferentes ¨¢mbitos, pero acabo recurriendo a mi punto de partida, El Palo. Es lo que me hace encontrar mi norte entre tanta confusi¨®n¡±.
Cruzcampo Especial ha hecho el mismo recorrido que el m¨²sico, hacia los or¨ªgenes. Es una cerveza para celebrar momentos como este que vive el rapero con su padre, momentos en los que se habla con el acento del barrio. Una cerveza hecha con mucho respeto y mucho descaro. Respeto, el que proporciona m¨¢s de un siglo de vida y buen hacer. Y el descaro de seguir apostando por cosas realmente distintas. Como Delaossa, sin dejar de innovar, porque la modernidad es un meneo a lo establecido desde el respeto a la tradici¨®n, pero al dictado de la intuici¨®n.
Hijo del pintor Josenrique, el rapero comparte con su padre algo m¨¢s que la vocaci¨®n art¨ªstica. Fue ¨¦l quien le ense?¨® a escuchar m¨²sica, de Buenavista Social Club a B.B. King. Jazz, salsa, flamenco... Y le dio a leer a Bukowski y a Hemingway. ¡°Una charla con mi padre en su estudio de pintura es algo que intento hacer cada vez que visito mi ciudad¡±, reflexiona Delaossa. ¡°Constituye algo cotidiano, que me recuerda a mi ni?ez, donde ¨¦l me ense?a sus nuevos trabajos y los proyectos que quiere llevar a cabo. Es un paseo por su pasi¨®n, que me ayud¨® a desarrollar la m¨ªa y es, sin duda, de los mejores momentos del a?o¡±.
El placer de sentirse ¨²nico
Volver a las ra¨ªces es algo inherente al ser humano, para hacer de ella algo m¨¢s que una inspiraci¨®n y una forma de vida. El rap tiene mucho de rebeli¨®n, de rebeld¨ªa, de descaro. Pero Delaossa no renuncia a su acento malague?o, por mucho que pretenda aportar su revolucionario punto de vista en el g¨¦nero musical que le ha dado ¨¦xito. Porque estar orgulloso del origen es algo universal: se aprende a diario (incluso en otros idiomas), pero tarde o temprano se regresa a la cuna. Y, est¨¢ comprobado, es en esos momentos con mucho acento cuando el cantante disfruta m¨¢s, cuando se siente verdaderamente ¨²nico. ¡°Creo que en las etapas dif¨ªciles como la que hemos vivido recientemente casi todo el mundo acude a su hogar, a su familia, a su zona¡±, cuenta Delaossa. Si lo dice alguien tan rupturista como un rapero...
Cuando vuelvo a casa y me re¨²no con la gente que me ha acompa?ado siempre, escucho sus nuevas historias, me actualizo y les actualizo a ellos tomando unas cervezasDaniel Mart¨ªnez de la Ossa Romero, Delaossa, m¨²sico urbano
Seguramente, si Delaossa no hubiera tenido tanto apego al barrio, no habr¨ªa llegado a convertirse en una referencia de su g¨¦nero musical. Cruzcampo reivindica esa vuelta a los or¨ªgenes como alimento de las musas y el esp¨ªritu. ¡°Cuando vuelvo a casa y me re¨²no con la gente que me ha acompa?ado siempre, escucho sus nuevas historias, me actualizo y les actualizo a ellos tomando unas cervezas. Cuanto menos estoy pendiente de vivir el momento es cuando lo vivo m¨¢s intensamente¡±.
Rap urbano con origen malague?o
Sinónimo de rimas, rap y hip-hop, el malagueño Daniel Martínez de la Ossa Romero, Delaossa, es a sus 29 años una referencia de la música urbana en español. Después de grabar varios sencillos, su primer elepé, Un perro andaluz (homenaje a la película homónima de Luis Buñuel) fue una autoproducción: tanto, que lo grabó en su propio cuarto.
Fue su hermano mayor, más afín a la corriente metalera, quien le abrió la sensibilidad del tímpano: le invitó bien temprano a escuchar a Nirvana y Pink Floyd. Pero hay dos discos que le marcaron: el álbum debut de Rage against the machine y el Black Sunday, de Cypress Hill. A los 12 años empezó la indeleble relación de este nativo de El Palo con los versos cantados, cuando aún llevaba el balón de fútbol bajo el brazo, en los alrededores de Playa Virginia. Influido por grupos como Mucho Muchacho o sus paisanos Hablando en Plata Squad o Triple XXX, hoy agota en minutos las 3.000 entradas de la sala París 15, en el corazón de Málaga.