La viruela del mono se hace end¨¦mica fuera de ?frica y se convierte en una nueva enfermedad global

El virus de la viruela del mono ha necesitado apenas seis meses para expandirse por todo el mundo y convertirse en una nueva enfermedad global. Tras pasar miles de a?os circulando de forma limitada entre peque?os mam¨ªferos del centro y oeste de ?frica, la humanizaci¨®n de los ecosistemas selv¨¢ticos ha brindado al pat¨®geno la oportunidad de extender sus dominios. Los casos detectados en personas, excepcionales hace solo unas d¨¦cadas, fueron luego aumentando en n¨²mero y frecuencia hasta convertirse en algo habitual en pa¨ªses como Nigeria. Un imprevisto aumento de contagios en Londres, Madrid y Lisboa marc¨® el pasado mes de mayo el inicio del asalto final a todo el planeta.

M¨¢s de 81.000 personas en 110 pa¨ªses han contra¨ªdo el virus desde entonces, de las que 55 han fallecido, seg¨²n los casos confirmados por laboratorio que recoge la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). La cifra real de infectados, sin embargo, ha sido mucho mayor por la infra notificaci¨®n debida a las dificultades iniciales de muchos pa¨ªses para extender el uso de pruebas diagn¨®sticas y a la existencia de una parte, peque?a pero significativa, de casos asintom¨¢ticos. La OMS ha decidido rebautizar esta semana la dolencia para llamarla mpox con el objetivo de evitar la estigmatizaci¨®n que su nombre pod¨ªa ocasionar.

¡°El futuro pasa por lo que llamar¨ªamos el control de la enfermedad. No habr¨¢ muchos brotes ni estos ser¨¢n tan grandes como los de los ¨²ltimos meses. La enfermedad incluso puede llegar a desaparecer de algunas zonas durante un tiempo. Pero mientras el virus siga circulando y haya mucha gente sin inmunizar, ya sea por vacuna o por infecci¨®n natural, la enfermedad volver¨¢ a surgir por casos importados que generar¨¢n nuevas cadenas de transmisi¨®n¡±, afirma Santiago Moreno, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Ram¨®n y Cajal (Madrid).

Un portavoz de la Comunidad de Madrid, una de las zonas m¨¢s afectadas del mundo por el actual brote, sostiene que la mpox ¡°quedar¨¢ en nuestro ¨¢mbito como enfermedad end¨¦mica, de baja incidencia, y con peque?os brotes asociados a eventos en los que interaccionen personas con infecci¨®n con personas susceptibles al virus¡±.

Quique Bassat, epidemi¨®logo e investigador ICREA en el instituto ISGlobal de Barcelona, se muestra por su parte preocupado ¡°por la evidencia de que no ha sido posible atajar el brote antes de que haya alcanzado unas dimensiones que lo hacen casi imposible de erradicar, lo que muestra la vulnerabilidad de la sociedades de todo el mundo ante las enfermedades infecciosas emergentes¡±.

El grupo m¨¢s afectado en el actual brote, con m¨¢s del 90% de los afectados, ha sido desde el principio el de los hombres j¨®venes que acuden a eventos o locales donde son frecuentes las relaciones con otros hombres y tener varias parejas sexuales. Sin ser una enfermedad de transmisi¨®n sexual ¡ªaunque esta hip¨®tesis sigue en investigaci¨®n¡ª, el contacto estrecho que se produce durante las relaciones sexuales se ha revelado como una eficaz v¨ªa de contagio debido a las p¨²stulas que la infecci¨®n causa en la piel, especialmente en zonas cercanas al ano y los genitales.

Aunque en la gran mayor¨ªa de los casos la enfermedad cursa de forma leve en dos o tres semanas con fiebre, dolores y una erupci¨®n cut¨¢nea, cerca del 4% de los afectados tienen que ser hospitalizados por complicaciones e intensos dolores.

Espa?a es el pa¨ªs del mundo donde la enfermedad ha tenido un mayor impacto en relaci¨®n a la poblaci¨®n. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad (CCAES), los 7.407 casos diagnosticados suponen una incidencia de 156 casos por mill¨®n de habitantes. Per¨² (104 casos), Portugal (91), Estados Unidos (88) y Colombia (75) son los siguientes pa¨ªses en esta lista, mientras en t¨¦rminos absolutos Estados Unidos, con casi 30.000, y Brasil, con 10.000, suman el mayor n¨²mero de positivos.

La actual tendencia de la enfermedad es a la baja a nivel mundial desde el mes de agosto, cuando se alcanz¨® el pico de nuevos contagios (un millar al d¨ªa) tras tres meses de constante ascenso. Pese a ello, el n¨²mero de nuevos casos sigue siendo importante, 1.696 en la segunda mitad de noviembre, y la situaci¨®n difiere mucho seg¨²n las zonas. Seg¨²n la OMS, el n¨²mero de contagios vuelve a crecer actualmente en una decena de pa¨ªses, con Per¨² a la cabeza de este grupo

En Europa, seg¨²n el Centro Europeo para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (ECDC por sus siglas en ingl¨¦s), entre el 8 y el 22 de noviembre fueron diagnosticados un total de 42 casos, con Espa?a a la cabeza (13 diagn¨®sticos), seguida de Suecia e Irlanda (siete cada uno). El informe de actualizaci¨®n del organismo revela que Espa?a ha registrado entre estas fechas una nueva muerte por viruela del mono, un fallecimiento que Sanidad atribuye a una ¡°infecci¨®n diseminada en el contexto de inmunosupresi¨®n grave¡±. Esta es la tercera muerte causada por la enfermedad en el pa¨ªs. En las dos primeras la causa fue una meningoencefalitis, la complicaci¨®n m¨¢s grave de las observadas.

La escasa disponibilidad de vacunas ha sido una de las razones que han restado capacidad de reacci¨®n a los gobiernos frente al brote, opinan todos los expertos. Seg¨²n el Ministerio de Sanidad, Espa?a no recibi¨® las primeras dosis hasta finales de junio (5.300 dosis), a las que se sumaron otras 12.000 en agosto. Esta escasez, que ha afectado a la mayor parte de los pa¨ªses, ha obligado a cambiar sobre la marcha la forma de administraci¨®n del f¨¢rmaco de subcut¨¢nea a intrad¨¦rmica. Con esta v¨ªa, seg¨²n las recomendaciones sanitarias internacionales, cada dosis puede ser utilizada en cinco pacientes.

Pese a ello, la gran mayor¨ªa de personas que han sido inmunizadas ¡ªla vacuna est¨¢ indicada para las personas expuestas al virus¡ª solo han podido recibir una dosis. En Madrid, solo 467 de los 7.836 pinchazos administrados han sido segundas dosis. Sanidad tiene previsto recibir antes de fin de a?o otras 47.000.

Antonio Alcam¨ª, investigador especializado en los virus que causan los distintos tipos de viruela del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), tambi¨¦n considera que ¡°se va a mantener una peque?a incidencia, variable seg¨²n el lugar y el momento¡± y que la enfermedad ¡°no se va a poder erradicar¡±. El actual descenso en el n¨²mero de casos a nivel mundial lo atribuye a ¡°las medidas de protecci¨®n¡± que han adoptado quienes mantienen pr¨¢cticas de riesgo, aunque, como otros expertos, advierte de que es dif¨ªcil que estas se mantengan a largo plazo.

Una investigaci¨®n liderada por Alcam¨ª y publicada recientemente en The Lancet Microbe destaca ¡°que el virus produce una infecci¨®n m¨¢s sist¨¦mica de lo que se pensaba hasta ahora¡±, con una significativa carga viral en saliva. ¡°Hemos encontrado el virus en got¨ªculas y aerosoles que producimos al hablar¡±, explica. Esto no significa necesariamente que esta sea una v¨ªa muy importante de transmisi¨®n actualmente, ya que el hecho de que se produzca un contagio depende tanto de la cantidad de virus que exhala una persona al hablar como de las que necesita quien est¨¢ delante para desarrollar la infecci¨®n (cifra que se desconoce).

¡°Hasta ahora la transmisi¨®n por contacto es dominante, pero este hallazgo abre la puerta a que el contagio tambi¨¦n se pueda producir por v¨ªa a¨¦rea, sobre todo en el futuro si el virus se adapta mejor al ser humano¡±, concluye Alcam¨ª. Este investigador lamenta que, a pesar de que la OMS declar¨® en julio la viruela del mono una ¡°emergencia de salud p¨²blica de importancia internacional¡±, el trabajo sobre el virus en su laboratorio ¡°no ha recibido ninguna financiaci¨®n espec¨ªfica del Ministerio de Sanidad¡± y solo ha sido posible gracias a ¡°la Plataforma Salud Global del CSIC financiada con fondos de recuperaci¨®n europeos, para responder a COVID19 y prepararnos para futuras pandemias¡±. Como ejemplo de esta falta de apoyo, Alcam¨ª destaca que los miembros de su equipo a¨²n no han podido vacunarse frente al virus pese su exposici¨®n a ¨¦l por su trabajo y a haberlo pedido desde hace meses.