Demasiadas v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero
Las medidas de sensibilizaci¨®n y protecci¨®n de las mujeres a veces no son eficientes porque el sistema de justicia, en su conjunto, no funciona debidamente
En los ¨²ltimos tiempos ha habido una acumulaci¨®n de mujeres muertas a mano de sus parejas o exparejas que ha alarmado a todos. Muchos se preguntan, y no sin raz¨®n, de qu¨¦ han servido las medidas de sensibilizaci¨®n y protecci¨®n de las mujeres que han existido hasta ahora si sigue habiendo agresiones, muertes ...
En los ¨²ltimos tiempos ha habido una acumulaci¨®n de mujeres muertas a mano de sus parejas o exparejas que ha alarmado a todos. Muchos se preguntan, y no sin raz¨®n, de qu¨¦ han servido las medidas de sensibilizaci¨®n y protecci¨®n de las mujeres que han existido hasta ahora si sigue habiendo agresiones, muertes y hasta ¡°manadas¡±. El des¨¢nimo hace que todo se cuestione, particularmente la orientaci¨®n inicial que tienen todas las medidas, basadas en la lucha contra un machismo a¨²n imperante en determinados tramos de la sociedad y que hay que combatir sin descanso.
Sin embargo, tal vez ha llegado el momento de poner el acento pol¨ªtico tambi¨¦n en otros aspectos. Las medidas a veces no son eficientes porque el sistema de justicia, en su conjunto, no funciona debidamente. Nos hemos acostumbrado ya a que se presentan denuncias, querellas y demandas, y casi siempre se pasan varios meses cogiendo polvo en alg¨²n juzgado o fiscal¨ªa hasta que por fin sus responsables tienen posibilidad material de atenderlas, debido a la inmensa acumulaci¨®n de asuntos. En algunos casos, adem¨¢s, las demoras est¨¢n justificadas porque deben realizarse muchas diligencias de investigaci¨®n. Pero en otros, precisamente como los delitos de violencia de g¨¦nero, son habitualmente muy escasas las diligencias a practicar para recoger los vestigios del delito, pese a que parezcan complejas al revestir una enorme y anticuad¨ªsima burocracia que hace muchos a?os que hubiera debido ser simplificada e incluso automatizada.
Cuando se denuncia un caso de violencia de g¨¦nero, lo que hay que hacer es proteger a la v¨ªctima de inmediato y conceder unos pocos d¨ªas a los abogados de las partes y a la polic¨ªa para que aporten los materiales probatorios que hayan recogido, que insisto en que suelen ser escasos. En esos d¨ªas ya est¨¢n identificados los testigos, hay parte de lesiones, ha podido haber evaluaci¨®n psicol¨®gica de agresor y v¨ªctima y ambos est¨¢n en disposici¨®n de comparecer ante la Justicia. Dado este escenario, en el que adem¨¢s no es probable que se recojan m¨¢s vestigios por m¨¢s tiempo que pase, lo que hay que hacer no es demorar la instrucci¨®n, esa fase previa, sino simplemente juzgar de inmediato, de manera que tras la denuncia del acto de violencia, el caso no tarde m¨¢s de un par o tres de semanas en ser juzgado en primera instancia.
Para ello ser¨ªa necesaria una reforma simple pero ambiciosa, reduciendo muy dr¨¢sticamente esa fase previa: la fase de instrucci¨®n. Pero no ha sido esa la orientaci¨®n del legislador. Adem¨¢s, para conseguir esa rapidez habr¨ªa que haber especializado a algunos jueces de juicio ¡ªlos que dictan sentencia?¡ª, y no a jueces de instrucci¨®n, porque esos jueces solo recogen los vestigios y protegen a las v¨ªctimas, pero no juzgan. Sin embargo, el legislador, desorientado por una visi¨®n muy tradicionalista y fuera de ¨¦poca del proceso penal, especializ¨® a los jueces de instrucci¨®n creando los llamados ¡°juzgados de violencia sobre la mujer¡±. Y habiendo procedido as¨ª, las sentencias pueden tardar mucho tiempo en llegar, lo que quiere decir que se pierden pruebas, se retractan las v¨ªctimas dolosamente persuadidas por sus agresores, los testigos pierden su memoria y, en todo caso, la respuesta del sistema llega tard¨ªsimo.
Desamparo de las v¨ªctimas
Pese a los incontables esfuerzos de los jueces de violencia sobre la mujer, lo que percibe la v¨ªctima es desamparo. Por a?adidura, ante la falta de respuesta a su debido tiempo, el agresor no tiene aut¨¦ntica consciencia de lo que ha hecho, salvo que se le ingrese inmediatamente en prisi¨®n provisional, lo que no siempre es posible, y ni siquiera razonable.
Por tanto, si realmente se desea un descenso de las cifras de agresiones, m¨¢s all¨¢ de las campa?as de sensibilizaci¨®n y formaci¨®n en perspectiva de g¨¦nero, deben crearse juzgados que enjuicien muy r¨¢pidamente estos hechos, sin excusas, mucho menos burocr¨¢ticas. Solo as¨ª se percibir¨¢ que el sistema funciona, las v¨ªctimas se sentir¨¢n protegidas y los agresores sentir¨¢n que sobre ellos existe el peso de la autoridad. As¨ª dejar¨¢n ellos mismos de banalizar sus acciones. Si se deja pasar tanto tiempo, no solamente no se juzga mejor, sino mucho peor, puesto que se desfigura la prueba de la violencia, lo que es fatal para proteger a las mujeres.