El Parlamento Europeo da luz verde al Convenio de Estambul sobre violencia machista con la oposici¨®n de la ultraderecha
Seis Estados miembros no se han adherido a¨²n al tratado internacional, en la diana de los ataques de grupos ultraconservadores. La aprobaci¨®n de la UE tiene alcance limitado pero env¨ªa un claro mensaje pol¨ªtico a los no firmantes
El Parlamento Europeo ha aprobado este mi¨¦rcoles la adhesi¨®n al Convenio de Estambul, un tratado internacional del Consejo de Europa que establece normas jur¨ªdicamente vinculantes para combatir y prevenir la violencia contra las mujeres. Es uno de los ¨²ltimos pasos para la ratificaci¨®n de la UE, que sin embargo, tiene un alcance limitado, ya que solo afecta a las ¨¢reas de competencia europeas ¡ªcooperaci¨®n judicial en materia penal y asilo¡ª y no abre un gran campo de obligaciones para los Vein...
El Parlamento Europeo ha aprobado este mi¨¦rcoles la adhesi¨®n al Convenio de Estambul, un tratado internacional del Consejo de Europa que establece normas jur¨ªdicamente vinculantes para combatir y prevenir la violencia contra las mujeres. Es uno de los ¨²ltimos pasos para la ratificaci¨®n de la UE, que sin embargo, tiene un alcance limitado, ya que solo afecta a las ¨¢reas de competencia europeas ¡ªcooperaci¨®n judicial en materia penal y asilo¡ª y no abre un gran campo de obligaciones para los Veintisiete. Sin embargo, el gesto, que ha enfrentado la oposici¨®n de los europarlamentarios de ultraderecha, env¨ªa un claro mensaje pol¨ªtico a los seis pa¨ªses de la Uni¨®n que a¨²n no lo han ratificado: Bulgaria, Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa, Letonia, Lituania y Eslovaquia, cuyos gobiernos alegan incompatibilidades con sus constituciones o se oponen al concepto de ¡°g¨¦nero¡±.
El tratado, establecido en 2011 por el Consejo de Europa y que define la violencia contra las mujeres como una violaci¨®n de los derechos humanos, se ha convertido en la diana de los grupos ultraconservadores y antiderechos que han hecho de combatir lo que llaman ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± ¡ªque enmarcan en todo lo que tiene que ver con derechos de las mujeres, las familias diversas, las personas LGTBI+ y las menciones a las desigualdades sociales¡ª uno de los principales objetivos de sus campa?as.
Que la UE ratifique la convenci¨®n no fuerza a los pa¨ªses que a¨²n no lo han hecho, pero s¨ª sienta un marco legal que define y tipifica las violencias contra las mujeres, el acoso sexual, la mutilaci¨®n genital femenina y el matrimonio forzoso y establece que debe haber cooperaci¨®n policial y judicial entre los Estados miembros.
¡°La adhesi¨®n de la UE reforzar¨¢ el marco jur¨ªdico de la Uni¨®n y enviar¨¢ un mensaje contundente a todas las v¨ªctimas de violencia contra las mujeres y la violencia dom¨¦stica¡±, ha incidido la comisaria de Igualdad, Helena Dalli, durante el debate sobre el convenio celebrado en el Parlamento Europeo y que los legisladores de ultraderecha trataron de acaparar con comentarios negacionistas de la violencia machista y xen¨®fobos. El tono fue tal que tras las quejas de algunos eurodiputados la presidencia de la Euroc¨¢mara analizar¨¢ si algunos comentarios vulneran las normas de conducta.
Solo la ultraderecha ha votado en contra de la ratificaci¨®n, que ha salido adelante con 472 votos a favor y 62 en contra. Christine Anderson, del partido ultra Alternativa por Alemania, utiliz¨® su intervenci¨®n para asegurar sin ning¨²n tipo de evidencia que los perpetradores de los delitos machistas son inmigrantes. ¡°Esta terrible violencia contra las mujeres ser¨ªa facil¨ªsima de evitar si se impide el cruce ilegal de j¨®venes que traen consigo una idea mis¨®gina de las relaciones y de las mujeres¡±, lanz¨®. Partidos como el xen¨®fobo alem¨¢n o el ultra espa?ol Vox han criticado el convenio al asegurar que recorta la soberan¨ªa de los Estados miembros.
Organizaciones de derechos humanos y entidades que trabajan por los derechos de las mujeres llevan a?os, adem¨¢s, alertando sobre las campa?as de propaganda y desinformaci¨®n que grupos ultraconservadores mantienen sobre el Convenio de Estambul. Su ratificaci¨®n por la Euroc¨¢mara este mi¨¦rcoles es casi definitiva para la UE, porque aunque ahora deban darle luz verde los Estados miembros solo hace falta una mayor¨ªa simple, seg¨²n marc¨® una sentencia europea. Este paso supone fundamentalmente poner el foco sobre un problema, la pandemia de violencias machistas, que tiene diferente abordaje en los Estados miembros.
El cat¨¢logo de estad¨ªsticas europeas es limitado ya que algunos Estados miembros ni siquiera las recopilan. Una de cada tres mujeres ha sufrido en alg¨²n momento violencia f¨ªsica o sexual, seg¨²n una encuesta de 2014 de la Agencia de la UE para los Derechos Fundamentales; una de cada 20 ha sido violada y una de cada dos ha experimentado alg¨²n tipo de acoso sexual. No abordar la violencia contra las mujeres, adem¨¢s, cuesta unos 289.000 millones de euros al a?o en la UE, seg¨²n datos del Instituto Europeo de Igualdad de G¨¦nero, de la Comisi¨®n Europea (EIGE).
¡°La violencia de g¨¦nero es el mayor problema sin resolver en Europa¡±, ha incidido el socialdem¨®crata Lukasz Kohut, uno de los ponentes. Y aunque efectivamente su alcance es muy limitado, reconoce la eurodiputada espa?ola Mar¨ªa Eugenia Rodr¨ªguez Palop (en el grupo La Izquierda del Parlamento Europeo), la adhesi¨®n ¡°impactar¨¢ positivamente en la salud y la vida de las mujeres de toda la UE¡±. Tambi¨¦n, dice, en las ciudadanas de los seis estados que se resisten a ratificarlo. ¡°Por ejemplo, la violencia de g¨¦nero est¨¢ reconocida en el Convenio como causa de persecuci¨®n para ni?as y mujeres refugiadas, as¨ª que esperamos que se considere en las solicitudes de protecci¨®n internacional en toda la UE¡±, ha remarcado.
El camino hacia la adopci¨®n definitiva en la Uni¨®n, que lo hab¨ªa firmado en 2017, ha sido largo y lleno de choques con los socios gobernados por gobiernos conservadores. De hecho, Polonia amenaz¨® en 2020 con abandonar el tratado, que hab¨ªa firmado en 2015. Turqu¨ªa, que no est¨¢ en la UE, pero s¨ª forma parte del Consejo de Europa junto a otros 45 pa¨ªses, lo hab¨ªa ratificado pero lo anul¨® en 2021 en medio de la deriva ultraconservadora del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.