Cruzar Espa?a para ¡®bautizar¡¯ unos paneles solares
Ni las nubes, ni la lluvia, ni el barro pararon al medio centenar de personas que viajaron a Murcia desde toda Espa?a para inaugurar el parque fotovoltaico donde se ubican sus placas de autoconsumo remoto
Dicen los fundadores de Comunidad Solar, una empresa emergente dedicada a la producci¨®n de energ¨ªa sostenible, que quienes forman parte de su cartera de clientes son, en realidad, como una gran familia. Una afirmaci¨®n que podr¨ªa sonar a estrategia de marketing si no fuera porque muchos de quienes han adquirido ya sus paneles solares tambi¨¦n reconocen sentirse as¨ª; porque, m¨¢s all¨¢ del ahorro en la factura el¨¦ctrica, comparten una filosof¨ªa de concienciaci¨®n medioambiental que les empuj¨® a alejarse de las grandes multinacionales. Una comunidad energ¨¦tica pero tambi¨¦n de ideas, unida por un proyecto com¨²n.
Fundada hace apenas cinco a?os, en 2018, Comunidad Solar dio sus primeros pasos instalando paneles solares en viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos, para despu¨¦s ofrecer el mismo servicio a todas aquellas personas que no disponen de tejado propio ni tienen la posibilidad de instalar paneles en su propia comunidad. ?C¨®mo? Gracias a la venta de un mix energ¨¦tico sostenible solar e hidr¨¢ulico, con paneles ubicados en sus parques fotovoltaicos de Murcia y una peque?a hidroel¨¦ctrica palentina situada a orillas del r¨ªo Pisuerga, para producir energ¨ªa a un precio cinco veces por debajo del mercado.
Quiz¨¢ ah¨ª est¨¢ el secreto: un sentimiento de pertenencia casi propio de un outsider, de aquel que ha dado el paso de ser consumidor a convertirse en generador de su propia energ¨ªa el¨¦ctrica, superando barreras f¨ªsicas que antes se antojaban imposibles: sin tejado propio, era imposible acceder a la energ¨ªa solar. Y quiz¨¢ por eso, medio centenar de comuneros, como as¨ª se llaman, decidieron atender la llamada que hizo Comunidad Solar para inaugurar oficialmente, el pasado tres de junio, el parque fotovoltaico de Fuente ?lamo, en Murcia, equipado con 2.240 paneles de 540 W cada uno y una potencia total de 1,2 MW. Lo que no se imaginaban es que, en la cuarta ciudad con menor pluviosidad de Espa?a, les fuera a sorprender un aut¨¦ntico diluvio que ti?¨® la visita de una ¨¦pica inesperada.
Un ¡®bautizo¡¯ de 2.240 paneles solares
¡°Nosotros fuimos porque nos hac¨ªa ilusi¨®n ver los paneles solares y que nos explicaran c¨®mo funcionan. Lo disfrut¨¦ tanto que me estoy planteando incluso ir a la inauguraci¨®n oficial de la hidr¨¢ulica del Pisuerga¡±, explica Jos¨¦ S¨¢nchez Gonz¨¢lez, desde Barcelona. As¨ª que, para ello, cogi¨® a su mujer, a sus dos hijos y a su madre (Josefa, de 89 a?os) y salieron desde Manresa a las tres de la ma?ana para recorrer 641 kil¨®metros y llegar a tiempo a la visita programada; esfuerzo por el que la empresa les recompens¨® con un mix energ¨¦tico gratis. Una inauguraci¨®n que se torn¨® en diluvio cuando empez¨® a caer un torrente de agua que convirti¨® la tierra en un lodazal y les mantuvo refugiados bajo las largas filas de paneles solares durante aproximadamente media hora.
Y fue precisamente su madre, Josefa, la que se convertir¨ªa en protagonista involuntaria de la jornada al quedarse, junto a su familia, rezagada bajo los paneles mientras los dem¨¢s se apresuraban a acudir al hotel donde ten¨ªan programada una paella y fideu¨¢ comunitarias. Todo hasta que Eugenio Garc¨ªa-Calder¨®n, cofundador de Comunidad Solar, acudi¨® con su veh¨ªculo (un Tesla) para rescatarles... si bien su propio coche tendr¨ªa que ser, a su vez, remolcado despu¨¦s por un tractor para poder abandonar el lugar.
Pero ni siquiera las inclemencias metereol¨®gicas consiguieron nublar el esp¨ªritu convencido de quienes se sab¨ªan parte de un proyecto diferente. Una vez en el hotel, le echaron buena cara a la adversidad mientras Paco Ragageles, otro de los cofundadores, repart¨ªa zapatillas para sustituir al calzado embarrado y Eugenio le secaba el cabello a Josefa, que con casi nueve d¨¦cadas a la espalda lo llevaba francamente bien. ¡°Fue una experiencia muy bonita porque, adem¨¢s de ser una comunidad unida por un proyecto com¨²n, pudimos conocernos en persona y compartir cada momento de la experiencia¡±, sostienen, desde Valencia, Albert y Lizeth.
Una comunidad que sigue creciendo
La posibilidad de disfrutar de un autoconsumo remoto (aquel en el que no es necesario disponer de tejado, ni instalaci¨®n, licencia de obras o ser propietario) ha atra¨ªdo ya a m¨¢s de 267 personas, a las que hay que a?adir las instalaciones residenciales efectuadas estos a?os: en total, m¨¢s de 1.500 comuneros. El primer parque fotovoltaico, el de Fuente ?lamo, ya agot¨® todos sus paneles, y un segundo, de igual tama?o (y tambi¨¦n con el aporte hidr¨¢ulico del Pisuerga), ha cubierto ya un 30 % de su capacidad en Las Vegas, no muy lejos del primero.
Sin lugar a dudas, la b¨²squeda del ahorro es una de las mayores motivaciones a la hora de embarcarse en un proyecto como el de Comunidad Solar, pero no es el ¨²nico: ¡°Hay gente que busca esa independencia energ¨¦tica, gente que est¨¢ cansada de las grandes empresas que han estado manipulando nuestro sistema el¨¦ctrico y nuestra pol¨ªtica, concentrando un gran poder que no han sabido gestionar de forma responsable¡±, reivindicaba recientemente Eugenio Garc¨ªa-Calder¨®n en este peri¨®dico.
Cada uno de los paneles solares, que en sus 30 a?os de vida ¨²til generar¨¢ 30.000 KWh, cuesta 1.200 euros que pueden financiarse hasta en 10 a?os. Al contactar con Comunidad Solar, se lleva a cabo un estudio personalizado y se analizan los patrones de consumo de cada persona para decidir cu¨¢ntos packs energ¨¦ticos se necesitan y comenzar, as¨ª, a ahorrar desde el primer d¨ªa. Al tratarse de un activo propiedad del usuario, es posible ced¨¦rselo a un tercero (e incluso a los herederos); repartirlo entre m¨²ltiples viviendas e incluso vend¨¦rselo a otros usuarios o a la misma empresa, si sus necesidades cambian.
Adem¨¢s, si se produce m¨¢s energ¨ªa de la que se consume, el excedente revierte en el propio usuario, titular de ese mix energ¨¦tico, de manera que pasa a un monedero virtual que puede emplear para descuentos en facturas futuras. Y, una vez amortizados los paneles, conseguir, por qu¨¦ no, un futuro con factura cero de electricidad.