Sudar la gota gorda
La hiperhidrosis es una enfermedad que sufre el 3% de la poblaci¨®n. La sudoraci¨®n excesiva, adem¨¢s de interferir (a veces, gravemente) en la vida privada y profesional, afecta a la autoestima y la salud mental, y puede producir otras dolencias como infecciones cut¨¢neas. La campa?a ¡®Ni una gota de sudor¡¯ de Cantabria Labs busca concienciar sobre su impacto y c¨®mo combatirla
Es algo tan frecuente como violento. Nadie escapa a sus inc¨®modas manifestaciones, ni an¨®nimos ni famosos. De vez en cuando, una persona conocida pone altavoz al exceso de sudoraci¨®n que sufre una parte de la poblaci¨®n. Era el caso del humorista David Broncano, presentador del programa de entrevistas La resistencia: cuando estrechaba la mano de sus invitados en el plat¨® (y de los fans en la calle) se ve¨ªa obligado a disculparse, entre bromas. En 2020 puso fin a uno de los suplicios que le atenazaban desde ni?o: las manos encharcadas.
La hiperhidrosis, como se conoce al exceso de sudor en determinadas partes del cuerpo, como manos, axilas, pies y cara, afecta a aproximadamente un 3% de la poblaci¨®n, sin distinci¨®n de sexo o raza. Suele aparecer en la adolescencia y la madurez, aunque puede manifestarse en cualquier momento de la vida y en ambos sexos. ¡°Podr¨ªamos hablar de sudoraci¨®n puntual para referirnos a la sudoraci¨®n que se produce de forma normal en condiciones fisiol¨®gicas, como en el contexto de ejercicio f¨ªsico o en ambientes muy calurosos¡±, explica Javier del Boz, vicepresidente de la Secci¨®n Andaluza de la AEDV y dermat¨®logo en el Hospital Regional Universitario de M¨¢laga. ¡°En cambio, se habla de hiperhidrosis cuando se produce una sudoraci¨®n excesiva respecto a las necesidades fisiol¨®gicas del organismo, y que interfiere con las actividades de la vida diaria de quien la padece¡±.
Seg¨²n la edad, hay partes del cuerpo que se ven m¨¢s afectadas que otras: las palmas de las manos y las plantas de los pies son los puntos m¨¢s frecuentes entre los j¨®venes hasta los 18 a?os, y las axilas los m¨¢s comunes a partir de esa edad. ¡°En un ni?o con hiperhidrosis puede ser un problema el mero hecho de agarrar un l¨¢piz si afecta a las manos, o el utilizar unas chanclas si afecta a los pies¡±, comenta el doctor. Muchas personas que padecen esta dolencia ©¤muy molesta, e incapacitante en la actividad cotidiana©¤ no son conscientes de que la sufren: piensan que es normal sudar tanto. Pero no lo es.
Con el objeto informar sobre esta enfermedad, Cantabria Labs ©¤marca de referencia en prescripci¨®n dermatol¨®gica en Europa y l¨ªder en Espa?a, Italia y Portugal©¤, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Piel Sana de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa (AEDV), presenta Ni una gota de sudor. Esta campa?a de concienciaci¨®n y prevenci¨®n sobre el impacto de la hiperhidrosis en Espa?a incide en la importancia de acudir al especialista para lograr un abordaje adecuado de la enfermedad.
Es fundamental que las personas que sufren de hiperhidrosis sepan que existen tratamientos con los que en la gran mayor¨ªa de casos puede llegar a controlarse el exceso de sudor, y el dermat¨®logo puede ayudarles a conseguirloJavier del Boz, dermat¨®logo del Hospital Regional Universitario de M¨¢laga
Cambios de ropa y duchas constantes
La hiperhidrosis afecta a las personas m¨¢s de lo que se podr¨ªa suponer: llega a interferir en la salud mental, la autoestima, las relaciones sociales y laborales. Lleva a m¨²ltiples cambios de ropa y a pasar por la ducha varias veces al d¨ªa, sufrir verg¨¹enza al dar la mano, por las manchas en la ropa o por el olor, y puede incluso llegar a producir ansiedad y depresi¨®n. El sudor excesivo no solo cambia h¨¢bitos de vida, sino que puede provocar otras enfermedades, como infecciones cut¨¢neas.
La hiperhidrosis aparece cuando las gl¨¢ndulas sudor¨ªparas trabajan m¨¢s de lo que debieran, produciendo m¨¢s sudor del habitual y necesario. Esto ocurre por un aumento de la actividad del sistema nervioso simp¨¢tico o un procesamiento anormal de las emociones. La sudoraci¨®n excesiva suele cesar durante el sue?o y aumenta en situaciones de nerviosismo o estr¨¦s. El s¨ªntoma mas importante y que puede alertarnos a buscar ayuda se produce cuando el sudor comienza a limitar el d¨ªa a d¨ªa de la persona que lo padece.
Diagn¨®stico por el dermat¨®logo
Acudir al m¨¦dico es el primer paso; habitualmente es el dermat¨®logo quien diagnostica la hiperhidrosis. Se tiene en cuenta el historial del paciente y si es necesario, tambi¨¦n se hacen pruebas para ver su presencia y el grado de intensidad. Porque la cirug¨ªa, como en el caso de David Broncano, es un tratamiento de aplicaci¨®n puntual, no indicado en todos los casos, para los que la medicina cuenta con un importante arsenal terap¨¦utico. En el primer escal¨®n est¨¢n los antitranspirantes, ¨²tiles solo en formas leves de hiperhidrosis y los anticolin¨¦rgicos (t¨®picos u orales). ¡°Hay inyecciones de toxina botul¨ªnica, diferentes aparatajes como la iontoforesis o sistemas basados en microondas, o incluso la cirug¨ªa¡±, explica el doctor Del Boz. La elecci¨®n de uno u otro m¨¦todo depende de m¨²ltiples factores, ¡°pero es fundamental que las personas que sufren de hiperhidrosis sepan que existen tratamientos con los que en la gran mayor¨ªa de casos puede llegar a controlarse el exceso de sudor, y el dermat¨®logo puede ayudarles a conseguirlo¡±.
Esta campa?a de concienciaci¨®n y prevenci¨®n sobre el impacto de la hiperhidrosis en Espa?a incide en la importancia de acudir al especialista para lograr un abordaje adecuado de la enfermedad
Trucos para combatir la hiperhidrosis
Además de consultar al dermatólogo, estas son algunas medidas que podrían reducir los efectos de la sudoración excesiva.
• Disponer de ropa para cambiarse a lo largo del día. Sobre todo medias, prendas interiores y calcetines.
• Tener a mano una toalla o pañuelo seco para secar el sudor.
• Aprovechar los meses de calor para llevar los pies al descubierto.
• Evitar los alimentos picantes y la cafeína.
• Practicar yoga, natación o tai-chi puede servir de ayuda.
• Utilizar ropa y calzado transpirable, preferentemente tejidos ligeros y naturales como el lino y el algodón.
• Mantener el ambiente de trabajo bien ventilado.
• Beber de dos a tres litros diarios de agua para garantizar un óptimo funcionamiento renal y un sudor ligero e inodoro.
• Reducir el estrés, tensión y ansiedad en la medida de lo posible.
• Mantener una buena higiene corporal es imprescindible: ducharse a diario con agua tibia; tanto el agua caliente como la muy fría favorecen la sudoración.